Me despierto al escuchar la alarma de mi teléfono, son las 6:30 am y tengo clases a las 7:30 am, me levanto para hacer mi rutina de todos los días
Ya lista bajo al comedor para desayunar y veo a mi mamá que está en la sala viendo un programa de comida, lo que más le gusta.
-Buenos días mamá.–me acerco a ella y le doy un beso en la mejilla.
-Buenos días Auni, ¿cómo dormiste?
-Bien, ¿y tú?
-Bien hija, ahí está tú desayuno, salgo en un momento al trabajo y regreso antes de el mediodía.
-Está bien mamá.
Me como un pan con mermelada y un jugo de naranja para luego recoger mi bolso e irme a la escuela.
De camino a la escuela me pongo a recordar todo lo sucedido anoche, como me miraba Adam, todo lo que me dijo... Me dejó muy pensativa.
Adam es un chico raro, pero a la vez normal.
Esa mirada de que no le importa nada, unas ojeras como si tuviera años sin haber dormido bien, esos ojos negros como la noche, su piel pálida como quien no agarrara sol, todo él...-Hey, ven.– y justo, ahí estaba él, esperándome en su carro para irnos juntos a la escuela.
Miro para ambos lados fijándome de que no venga ningún otro carro, y me subo al asiento del copiloto. Adam se veía muy... bien, llevaba un suéter negro de la banda Nirvana, unos converse, su bolso en los asientos de atrás, el cabello como siempre, desordenado, pero había algo más, lo notaba, ¿feliz? ¿contento?. Desde que lo conozco no lo había visto así.
-Emmm, hola.– le digo para romper el silencio.
-Hola, ¿cómo estás?–me dice con un tono de alegría.
-Bien, ¿y tú?– aunque tenía ganas de preguntarle la causa de su alegría, me limité a responderle lo que me preguntó y sólo eso.
-Que bueno. Yo bien como te podrás haber dado cuenta, sé que te debes estar preguntando la causa de mi entusiasmo porque nunca me habías visto así, y, ¿quieres que te diga el motivo? ¿o sigo esperando a que me lo preguntes?
Me sorprende su inteligencia.
-A ver, sorprendeme.
-Pues que ayer a pesar de la interrupción de mi mamá, la pasé bien, fue mi mejor noche desde que llegué a esta ciudad. Auna, me gusta estar contigo, sé que siempre estas a la defensiva de cualquier cosa que yo haga o diga, pero... No importa, lo que trato de decirte es que de verdad si quiero llevarme bien contigo, y conocernos más.
Mientras él está conduciendo, mirando atentamente a la carretera, yo lo estoy mirando fijamente aturdida por tooodo lo que me dijo. Sí que habla rápido.
-Deberías hablar más lento, me aturdes– es lo que logro decirle mientras sigo procesando la retahíla de cosas que me dijo– yo también espero llevarme mejor contigo y también quisiera conocerte más. Desde que llegaste esa era mi intención, pero tú con tu actitud de mierda lograste que sacara mi lado mierdilla también.
-Lo siento, pero es que desde un principio no quería vivir aquí.
-¿Y qué te hizo querer vivir aquí?–mi curiosidad sale a la luz.
-Tú.
Me quedo mirándolo y justo cuando le iba a preguntar más, se estaciona y baja rápidamente del auto. Hasta pienso que está nervioso.
Bajo del auto también y él lo cierra con el control.
Vamos caminando uno delante del otro por la escuela, sin decir nada. Él mirando el suelo, y yo mirando hacia el frente. Que incómodo.
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Luna nueva
AcakAuna Peacock, una chica de 16 años, viviendo su vida de adolescente en su casa, pues no era muy fan de salir ni nada por el estilo, y digamos que sus padres la sobreprotegen un poco, enfocada en sus estudios, y su tiempo libre pasarlo jugando con su...