Capítulo 29

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Me desperté en mi cama muy confusa, ¿que hacia aquí? me levanto de un salto, tratando de recordar que fue lo último que paso. Recuerdo que estaba en la oficina de mi padre,estaba leyendo sus cartas y viendo sus fotografías, y luego sentí que alguien estaba detrás mío y luego caí inconsciente. Tengo tantas dudas, algo tan difícil de explicar, me fui a bañar, luego me cambié y me puse un vestido azul claro, con botas color marrón. Todavía estaba tan confundida, pero tenía una idea hoy tengo que demostrale a mi madre que mi padre oculta algo. Pero todavía tengo la duda ¿mi padre es un asesino en serie?
Estoy tan asustada, tan confundida y con preguntas escalofriantes en mi mente.

Bajé hacia la cocina estaba mi padre y mi madre desayunando solos, entré una emoción fuerte dentro de mí, tenía miedo y rabia a la vez, se que mi padre me durmió y me trajo a mi habitación, él estaba ahí mirándome con ojos perturbadores y fríos.

—Buenos días Willow — dijo mi padre con una sonrisa siniestra.

Yo me le quedé mirándole fijamente a los ojos, yo me le acerqué y comenze a llorar, tenía un nudo en la garganta y un profundo vacío en mi corazón, necesitaba que alguien me escuchará.

—¡Tú! ¡Tú!— solté un grito — ¡Tú me dormistes! Me trajistes a mi habitación inconsciente.

—¿Que pasa Willow? ¿porque dices eso?— dijo mi madre preocupada.

—Mamá, mi padre oculta algo— hize una pausa— Vamos a su oficina, ahí esta lo que tanto oculta.

Mi padre me miró con ojos de desdén y furia, sus muñecas de las manos se encojieron, se rostro se veía rojizo, parecía que quería explotar de la rabia.

— Yo no ocultó nada— dijo mi padre mirándome fijamente.— Si quieres, vamos y entramos a mi oficina.

Los ojos de mi padre me miraban con irá y perversión, pero pude ver que sacaba una sonrisa malévola.

Mi madre, mi padre y yo entramos a la oficina, abrí la otra puerta en dónde quedaba la biblioteca de mi padre, mi padre todavía seguía mirándome con irá y mi madre se veía confundida, vi la caja en dónde decía cosas personales

—Esta es la caja — dije calmada y abriendo la caja.

Cuándo la fui abrir entonces ya no había nada, solo unos cuántos papeles insignificantes,no podía creerlo no estaba ni las fotos ni las cartas. No entendía que es lo que estaba pasando.

—¿En serio?  Willow esto lo que yo oculto, creó que te estas volviendo loca— dijo mi padre soltando una carcajada.

Mi madre me miró con ojos burlones y ella también soltó una carcajada.

—Willow, si tienes problemas, mejor es que te llevemos a un psiquiatra o un psicólogo— dijo mi madre dándome un abrazo — o si quieres te llevamos a un hospital psiquiátrico.

—¿¡Que!? Yo no quiero ir a un hospital psiquiátrico, madre tienes que creerme.— dije con una mirada sombría.

¿Que le estaba pasando a mi madre? ¿Porque no me quiere creer? Tiene que creerme, soy su hija, soy la hija que más la quiere.

—No entiendo, porque no me crees mamá— dije furiosa y mis lágrimas caían suavemente en mi piel.

—Willow no tienes evidencias, y yo sé que tu padre no oculta nada — dijo mi madre apartando la mirada hacia a mi.

—Willow soy tu padre, tienes que confiar en mí.— dijo mi padre con una sonrisa malévola.

—¿Cómo voy a confiar en ti?—dije quitándome las lágrimas del rostro.

Mi padre inclinó su mirada hacia la mía.

—¿No me quieres Willow? — dijo mirándome fijamente a los ojos.

—Si te quiero— dije bajando la mirada. — Pero no puedo confiar en ti.

—Willow es tu padre, él no te va hacer daño, él te quiere mucho ¿verdad? ¿Paul?— dijo mi madre mirando a mi padre.

Mi padre volteó y con una mirada indescriptible.

—Por supuesto que si, si te quiero Willow — dijo él bajando la mirada.— No te voy a hacer daño, porque tu eres mi hija, tienes que confiar en mí.

—Trataré papá.— dije algo confusa.

Yo no podía confiar en mi padre, se qué él guarda un secreto oscuro que no quiere que nadie sepa, acaso ¿quienes son Laurent y Elizabeth? este gran engnima me va volver loca, entonces ¿uno que hace en situaciones cómo esta?

Tengo tanto miedo, miedo de lo que pueda descubrir y todavía sigue esa pregunta persistente que sigue en mi mente. ¿Es mi padre un asesino en serie? ¿Y si no lo es? Y sigo aquí cuestionando, sin tener pruebas de nada, mi madre no me creé, ahora yo me pregunto ¿estoy loca?

Me voy a mi habitación con la mirada baja y sin esperanzas, prendó la televisión para distraerme y no pensar en nada. Veo que sale en las noticias algo interesante, ¡oh por dios!

—Buenos días a todos, quiero decirle que afueras de la cuidad de Boston encontramos una casa abandonada, en donde se encontraba el cuerpo de la masajista muy popular de aquí Miranda Cloe.— dijo la reportero de noticias Pactrick.

Veo que muestran el cuerpo de Miranda Cloe, en una bolsa de basura y su cuerpo estaba en cortado en pedazos. Veo que esta los policías que toman fotos y guardando los pedazos en una bolsa de plástico.

—la pregunta que todos se harán ¿Quien es el asesino? La policía esta investigando este gran caso, han visto que las personas han desaparecido si ninguna razón. Muchas personas han visto que las personas desaparecen por las calles de Charles Street de Boston— dijo el reportero— regresaremos enseguida con más información. 

Bajé hacia la cocina y mi madre veía la televisión.

—¡Mamá! ¡Mamá!— hize una pausa — ya vistes Miranda Cloe la encontraron en las noticias en una casa abandonada.

—¿Que? ¿Cómo?— dijo ella confusa.

Volvió a parecer las noticias y presentaron el cuerpo de Miranda Cloe. Mi madre lo vio y se quedo aterrorizada.

—¡Oh no! ¡Oh dios mío!— exclamo mi madre.— ¡Mira Paul!

—¿Que pasó Jen?—dijo mi padre viendo a mi madre.

Él vio la televisión y creó que se dio cuenta que es lo que estaba hablando mi madre, él me volvió a mirar con ojos de irá y le dedicó una sonrisa ligera a mi madre.

—¡Ah si!— dijo mi padre un poco nervioso — ¡Vaya! por fin, encontraron a Miranda Cloe, ¡eso es una maravilla!— dijo él dando media vuelta y poniendo sus manos sobre su cabeza, cómo si estuviera perdido— lamento tanto que se haya muerto.— dijo él con una media lágrima en su ojo derecho.

—Yo también, ella era muy buena persona, no se merecía nada de eso.— dijo mi madre bajando la mirada.

—Jen tranquila, no te pongas sentimental — dijo mi padre dándole un abrazo.

No lo creía nada a mi padre sobre su compasión, mi padre no parecía sincero ni que le doliera la muerte de Miranda Cloe, creó que ya estoy comenzando a no querer a mi padre, es que le tengo tanto miedo que ya no se que hacer. Tengo que averiguar donde queda esa casa abandonada.

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Estaba en mi habitación cómo siempre, buscando alguna información sobre alguna casa abandonada en Boston, el internet estaba llegando un poco lento, hasta que al fin salió información, vi algunas noticias, pero no salía casi nada, presione otra información. Y salía la muerte de Miranda Cloe y salía las fotos, el cuerpo de ella todo salpicado lleno de sangre y sus piernas cortadas. El miedo otra vez comenzaba a recorrer mi cuerpo, vi la casa abandonada, pero las fotos no salían muy claras, vi otra foto pero esta vez la foto salía muy oscura y presione el zoom vi que en el suelo en un rincón, había un guante con una gota de sangre, era parecido al guante de mi padre. Tiene que ser de él.

Un Secreto Oscuro ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora