Capítulo 36

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han pasado los días muy rápido y de manera extraña, me he vuelto muy exigente con mis estudios de la universidad, cada día estudio más mi carrera la medicina, Kate no ha regresado a la casa se suponía y que llegaría ayer pero no ha llegado, ella esta en Toronto. las voces de mi subconsciente rodean todo mi temor diariamente, el miedo y el peligro que corre por mi venas han estado tentándome, algo tan difícil de comprender, algo oscuro e indescriptible. miro hacia arriba y el sol esta penumbrando aquellas ventanas sombrías. Mi madre me dijo que iríamos toda la semana juntas a divertirnos, mi padre se ve feliz porque mi madre no ha estado preocupándose, cómo si nada estuviera pasando, sólo Richard, Kate, mi padre y yo sabemos que algo muy fuerte esta pasando, él no lo puede ocultar, ni cerrando los ojos.

Anne se acerco a mi, con un cono de helado de chocolate y chispas de maní y caramelo. me mordí suavemente el labio inferior, ella se río al ver mi expresión.

-¿Quieres helado Willow?- dijo ella ofreciendo el helado.

-Si- mordi suavemente el helado, y me traque un pedazo de maní con caramelo.

Anne mira a su teléfono y se ríe.

-¿De que te ríes? -dije limpiadome la boca de helado.

-Es Austin...- dijo ella bajando la mirada contenta. -Quiere que salgamos.

-¿Salir?- dije fruciendo el ceño - Perdoname que te lo diga Anne, pero Austin no te conviene.

-¿Porque dices eso?- dijo ella molesta y confundida por mi respuesta.

-Es que él ni siquiera te llamo cuando murió tu hermano Josh, ni para consolarte ¿y aún te preguntas porque?- dije y ella me enarco una ceja fruciendo el ceño, se quedo pensativa.

-Willow no quiero que hablemos el tema de Josh, ahora, no lo hagas.- dijo ella con una mirada sombría -Por favor.- rogó con una mirada tierna.

miré a Anne y le esboze una sonrisa, no quería que Anne saliera con Austin, es que ni siquiera se preocupo por ella ni nada, ni siquiera una llamada. Nada se quedo conmigo durante estos tres meses que ha sido muy duro para ella.

"He comprendido que cuantas veces tu ríes, esas veces puedes llorar".

Si algún día me quedo sola, que tenga conciencia limpia y que la soledad no la sienta, si algún decido irme, que sea muy lejos en donde no mire bien la vida, si decido irme que sea en donde reviva mi infancia, en donde solo me dolía las heridas de mis rodillas, en donde no vea la maldad, en donde no despierte ni el mas mínimo rayo de la indiferencia.

Me enderezco bien en la silla de la heladería, Anne miraba su celular a cada rato, mis ojos rápidamente voltearon hacia la venta que estaba a lado mío, era una familia sentada, los veía hablar y reírse, se veía sana y feliz, y me pregunte ¿que lo hace tan feliz a ellos?

Se veían tan felices y yo aquí, sufriendo por mi familia, no se cómo terminará esto, todo comenzo cuando sólo vi a mi padre con unas mandarinas en la mano, preguntándole porque tenia sangre en las manos si tener heridas, todo así comenzo con una mancha, con un simple pretexto y mira todo lo que ha causado, todo lo que ha provocado en mí.

-¿Willow me acompañas a mi casa?- dijo Anne y yo desperté de los pensamientos.

-Claro Anne.- dije con una sonrisa.

Observé las ventanas empañadas de gotas de lluvia, había llovido toda la mañana, se podía ver en el cielo un hermoso arcoiris, Anne vio en una tienda de ropas y sus ojos se abrieron como platos.

-¡Vamos allá, Willow!- exclamo con alegría.

-Pero tenemos que ir a tu casa, Anne.- dije deteniéndola por el brazo izquierdo.- Tenemos que irnos.

Un Secreto Oscuro ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora