Un Secreto Oscuro ©

Capítulo 11

Me senté a llorar en mi cama, me quite la ropa y me puse una pijama. Observé un lápiz labial de Ángela, «Quizás puedo romperzelo»… pensé. Pero ¿que iba ganar haciendo eso? No voy a ganar 20 millones haciendo eso, sólo quería estar en mi cama para desahogarme, No quería estar triste, no aquí, no bajo la luz de la habitación que lo hiciera tan sombrío. Solo tengo que hacerme la fuerte, para esconder mis lágrimas bajo de mi alma. No me duele tanto lo de Josh,si no de mi hermana Ángela. Yo pensé que iba a cambiar, ella puede ser la más bonita y todo lo tu quieras pero por dentro es horrible de un mal corazón. Miré el reloj de mi teléfono eran las 8:30 p.m., «¡Vaya! pero si todavía es temprano »… pensé por un instante, Mi padre siempre llegaría esta hora. Aunque aveces no, aveces se demora para llegar que pareciera una "eternidad". Él aveces da miedo, porque tiene una mirada misteriosa e íntimadante. Le pregunto cosas que de verdad necesita una explicación, pero se queda nervioso.

—¡Hola Willow!— exclamo mi madre

—Hola—dije bajando la mirada.

—Ya sé, que te pasa.—dijo ella levantandome el rostro.

—¿Ah si? ¿Ya lo sabes?¿ Quien te dijo?

—Ángela me lo dijo, estaba llorando. Dijo que de verdad se arrepentía de hacerlo.— dijo ella acomodando mi cabello.

—Sí pero yo estoy muy herida, no se si perdonarla. Después de que me hiso eso.

— Yo sólo te pido que lo pienses Willow Jones, yo sé que ahora no comprendes porque estas herida. Sólo te pido que lo pienses bien.

—Lo voy a pensar mamá, gracias por el consejo—dije dándole un abrazo.

—Por cierto, Willow. Josh te anda buscando. ¿Lo perdonarás?

—No. Mamá no quiero perdonarlo, y por favor. Ni me lo recuerdes, porque soy capaz de no perdonarlos a los dos.— dije ocultando la mirada.

—Recuerda que el orgullo es malo, te hace fuerte pero no feliz. —dijo ella tratando de hacerme entrar en razón.

— Lo sé Mamá.

—Piensalo bien—dijo cerrando la puerta de la habitación.

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Al pasar un rato, se me antojo unas galletas, así decidí bajar a la cocina con mis pantuflas de conejo. Bajé y vi que mi padre estaba ahí, parecía estar molesto y había una mujer ahí. Pero no le alcanze a verle rostro, me dirigí hacia allá. Y incline mi oído a la puerta de su oficina, se escuchaba una discusión.

—¡¡¡No te voy a dar más dinero!!!—dijo mi padre inclinándose a la mujer.

— Pues diré, toda la verdad. —Dijo la mujer.

— Por favor, tienes que ayudarme. No puedes decir la verdad, sabes que pasaría una tragedia y tu lo sabes— dijo mi padre

—Si quieres, que no diga nada. Dame un poco más de dinero, para sostener mi mentira.— dijo la mujer que se parecía mucho a Kate mi hermana.

—Esta bien, pero no vayas a decir nada. —dijo mi padre más calmado.

— Trato hecho, tu sabes Paul el dinero es lo que más me importa en esta vida.— dijo la mujer que aún más se parecía a Kate.

La miré más de cerca «¡Oh! ¡Por dios! Se parece a Kate de ve ser Kate»... pensé, me fui a la cocina a coger las galletas. Y me fui a mi habitación.