La vida nueva de "Alex Brown".

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Mamá y yo dejamos nuestro pasado atrás decidimos que no nos afectaría la muerte y de mis hermanos, ni de mi repulsivo padre; estuvimos vagando durante casi dos meses, alimentandonos de lo poco que encontrabamos, hasta que, un día vimos una aldea a las afueras de un reino reconocido, apresurados, mi madre y yo llegamos hasta la pequeña aldea.
Ahí atendieron a mi madre pues ambos presentabamos deshidratación y desnutrición. Un granjero se ofreció a darnos asilo, él dijo que podíamos quedarnos con hasta que nos sintiéramos mejor o cuando pudiéramos irnos a vivir a otro lado, mamá acepto y fueron los mejores años de mi vida, todo cambió, yo era tan feliz, cuando vi que el destino nos había sonreído y que por fin íbamos a tener la vida qué tanto merecíamos.
El señor brown era un viejo gordo, amable, paciente, comprensivo, agradable, lo opuesto a mi padre, este señor siempre le sonreía a todo el mundo y mostraba calidez en su interior. Conforme pasaban los días y nosotros vivíamos con él, y mi mamá se fue encariñando de su forma tan amable de tratarla, y como no hacerlo, el señor Brown siempre fue un hombre honesto y trabajador, no tenía vicios, amaba la lectura y hablar sobre los soldados el ejército Imperial más que nada. Él hablaba y decía maravillas de ellos, pero desafortunadamente no pudo enlistarse, ya que, tuvo que quedarse a cuidar a su madre, porque ella padecía una enfermedad pulmonar que al final le quitó la vida.
Por otra parte jamás se pudo casar ni tener hijos, por eso era tan amable, porque, esperaba que algún día alguien se fijara en él, sin embargo, dice que jamás se fijaron debido a su peso, pero eso jamás lo detuvo y seguía siendo optimista, yo lo veía como alguien admirable, él me decía que siempre fuera a la escuela y que nunca dejara que alguien me detuviera, siempre vio en mi tanta capacidad así para afrontar cualquier reto qué mi capacidad era tan grande, que si yo quería matar algún monstruo, ser un brujo o nadar con cocodrilos, lo iba a ser sin algún problema.
Pasaron los meses y tiempo, un día mientras veia a las gallinas correteando se, el viejo me preguntó
-¿Te gustaría estudiar?
Yo me sorprendí, jamás me habían hecho semejante pregunta, y mucho menos alguien que no fuera de mi familia, yo solo moví la cabeza en señal de afirmación. Y tres semanas después, el señor Brown, me ofreció la más grande oportunidad de mi vida. Me metió a la escuela, estaba encantado, pero tenía un gran miedo, con tal de que nadie me reconociera, mi madre y el señor Brown me cambiaron el nombre. Alexander Brown, así nadie sospecharía nada, y si alguien preguntaba, yo era hijo del señor Brown, él no solía usar su nombre, solo su apellido, nunca me atreví a preguntar, ya era confuso por si solos; pero le encontraba sentido.
Conforme fui creciendo, abandoné todo el dolor y lo malo que hice, de alguna manera reprimi mis recuerdos que no recordaba nada. Por otra parte, mi mamá también cambió, ella empezó a demostrar su verdadero ser, el verdadero potencial que reprimió mientras vivió con mi padre. Me sentía a gusto, de que ella pudiera por fin vivir su vida tan tranquilamente sin golpes, sin burlas, sin humillaciones; simplemente forma pacífica.
Mi mamá y el señor Brown se enamoraron y dos años después, se casaron, mi mamá supo perdonar las acciones de mi padre y seguir con su vida. Apesar del tiempo, sigo extrañando a mi hermano, aveces me preguntó, ¿Qué hubiera sido si aún viviera?
Me podría olvidar de muchas cosas, pero jamás de él.
Pasó el tiempo y entonces comenzaron a presentarse más oportunidades, y no solo eso era una nueva etapa.
Al lado de la aldea un poco más al norte había un reino, era el reino de Leónidas y habían sacado la convocatoria para los soldados reales, aún recordaba cuando el señor Brown me contaba las hazañas del ejército y de lo que lograban, no lo pensé mas y me alisté para el ejército.
Fui seleccionado, y tuve que ir al castillo para comenzar con mi entrenamiento, al estar ahí, me dí cuenta de que no todos eran hombres fuertes, con grandes pectorales, ni intimidantes, cómo yo pensaba.
Eran cobardes como yo, eran delgados y muy tímidos, aún recuerdo las palabras de bienvenida de aquel rey tirano que nos recibió. Él decía que había contactado a las brujas para leer las memorias de la tierra y así demostrar o ver a base de ellas, como éramos realmente, para que si pudiéramos sacar nuestro coraje.
Las brujas siempre fueron muy talentosas y unas grandes aliadas.
El entrenamiento comenzó y como fueron pasando las semanas, dejé de ir a casa, ya no veía a mi familia, siempre me la pasaba en el castillo en una base abajo del Castillo. Después de cada entrenamiento teníamos que dormir ahí, pero una noche en la que no pude dormir, decidí ir al jardín real para que así, me pudiera despejar un rato. Me senté a la orilla de una banca, la luna estaba preciosa, aquella noche no se sentía tanto frío, todo era tan tranquilo, había tanta paz que se podía tomar del agua de la fuente, estuve solo un rato mirando aquella cálida luna, cerré mis ojos y después de un rato, cuando sentí como alguien camino enfrente de mí y se sentó a mi lado.
Cuando abrí mis ojos, la vi era la princesa ella era tan hermosa, tenía el cabello oscuro como la noche, era de piel clara, delgada, tenía unos ojos marrones claros, se veía espectacular de cerca, yo me sentí pasmado por su belleza. Jamás había visto una niña tan hermosa, quise hablarle y ella me indicó que me callara, así lo hice, porque, ¿Quién se puede negar a las ordenas de alguien tan maravillosa?
Me pidio viéramos la luna, supongo que, paz y la tranquilidad, también le gustaba, no. Sin embargo, no quería quedarme con el recuerdo de su agradable compañía, a su vez también, quería saber su nombre y sí tenía color favorito, pero cuando quise abrir la boca, me indicó que me callara, así que eso hice, y me calle, ella me distraía, cerré los ojos y disfrute de su compañía,  antes de que saliera el Sol ella se levantó y me dijo
-Si te quieres casar conmigo, debes de ser el mejor, no solamente ser narcisista y egocéntrico, debes de cambiar, para que esto pueda funcionar. Dijo con un tono serio
A lo que respondí, confundido
-¿Que es narcisista?
-Eres increíble, respondió enojada.
Se levantó y después de eso no supe nada de ella.
No la veía en el castillo, así que supuse que era una alucinación debido al insomnio que sentí aquella noche.
Un día vi a un joven de cabello rizado oscuro tenía lentes, con un porte narcisista y mal criado, me miró con asco, y se fue.
Esa fue la única vez que lo ví, cuando terminé con mi entrenamiento hubo una ceremonia para otorganos el nombramiento de guardias reales y un aviso importante sobre un compromiso.
Entonces, la ví, usando un hermoso vestido azul claro y luciendo un peinado alto.
Mis ojos vieron algo que jamás, espere, el joven que había visto antes, estaba con ella, la tomaba de la cintura y por dentro de mi sentia celos.
Aquel joven y ella estaban compremetidos.
Así que me empecé a cuestionar "¿Y si ella siempre iba al jardín por las noches para verlo?", "Supongo que esa noche él no se presentó, sin embargo yo sí" "¿Y si me confundió y pensó que aquel joven era yo?"
Jajaja, que estupido soy.

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⏰ Última actualización: Jan 28, 2023 ⏰

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