⚛Capítulo 22⚛

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Es hoy.

Hoy es el día en que llegan Facu, Fabia y Jayson, y según sus palabras, vienen más que dispuestos a  perder la conciencia de la borrachera que se van a poner en el cumpleaños de Godzilla.

22 años, una buena edad para dejar de ser un idiota, pero creo que el tipo con cara de matón a mi lado no pensaba lo mismo.

—¿Alcohol suficiente? —le preguntó a su hermana quien tenía una lista con todo lo que comprarían.

—Alcohol como para morir por un coma etílico, listo. —afirmó ella.

Aún no sé cómo es que terminé en un supermercado con Jade y Max, pero supongo que es buen momento para hacer mis compras  también.

—¡No lo puedo creer!

—¡Qué cosa! —dijimos godzilla y yo al mismo tiempo.

—Miren lo que hay aquí. —Jade entre sus manos tenía una  botella en negro mate con una  calavera blanca en  el centro. —Creí que de esto ya no existía.

Es alcohol, eso es bastante obvio, pero no entiendo que lo hace tan especial.

—Es solo una botella de alcohol, ahí tienen como de diez clases diferentes. —señalé el carrito donde iban poniendo todo lo que llevarían, que a resumidas cuentas eran latas de cervezas, vasos rojos y un sin fin de botellas de diferentes marcas.

—No es cualquier botella de alcohol, niña tonta. —el tono de voz y gesto de godzilla eran  indignados. —Esta es especial, mira —la puso frente a mi. —knockout, así te dejará sin haberla terminado. Llevaremos dos, especialmente para los shots de beer pong por prendas.

Seguimos recorriendo los pasillos del  supermercado y mientras ellos seguían metiendo al carrito cosas para la fiesta, yo tomaba unas cuantas frutas y verduras, un poco de carne y todo aquellos que usaría para alimentarme durante los próximos días.

Podía oír a los hermanos discutiendo por si llevar una cosa u otra, hasta que al final por no llegar a un acuerdo terminaban poniendo ambos productos en el carrito. Así habían pasado casi todo el rato que estuvimos recorriendo el lugar hasta que llegamos a la caja registradora para pagar.

Cada uno tomó un par de bolsas y fuimos hasta donde estaba el auto de max aparcado para meter todo en el maletero, una  vez listo cada uno tomó su lugar y él puso el auto en marcha para dejarme en las residencias.

Aunque el camino fue bastante corto, todo el trayecto se la pasaron hablando de quienes irían —básicamente gran parte de la universidad y todo aquel que le diera la gana de asistir. —cuantas habitaciones dejarían abiertas para aquellos que fueran contar las ovejas, ustedes me entienden, y los lugares de la casa que estaban terminantemente prohibidos —como el estudio del hermano mayor, el cual los mataría si se enteraba que hicieron una fiesta.

—Te espero más tarde. —gritó Jade mientras el auto se ponía en marcha luego de dejarme en la puerta de mi residencia.

Esta noche será bastante desastrosa, no tengo dudas pero si suficientes botellas de alcohol como prueba.

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Mi hermano me había enviado un  mensaje avisando que ya habían llegado y que se estaban registrando en el hotel, aún quedaban un par de horas para la fiesta así que empecé a buscar con calma la ropa que me pondría. Los chicos habían quedado de pasar  por mi y como esos tres siempre llegan tarde a  todos lados, entonces, el tiempo no me preocupaba mucho.

Desde mi  habitación oí como la puerta de entrada sonó, suponiendo que mi compañera salió, seguí buscando ropa en el clóset. El silencio a mi alrededor estaba acabando con mi buen ánimo así que me coloqué los audífonos perdiendome en el sonido de las cansaciones de Ariana Grande.

Después de un buen rato —y unas 20 canciones de por medio —me decidí por usar un short de jeans blanco combinado con una blusa de tirantes,  y por encima de esta una chaqueta universitaria dos tallas más grandes, qué sí, tomé del clóset de Alan la última vez que me quedé en su departamento.

Horrible noche, los truenos me despertaban a cada momento; pero sus brazos rodeando mi cintura hacían que el miedo desapareciera.

Dejando los pensamientos a un lado tomé mi toalla y demás cosas y salí de la habitación para entrar al baño, todo bien, todo normal hasta que llegué al punto del pasillo donde daba vista a la sala y...

¡SANTO CIELOS!

Mi compañera estaba sentada sobre un chico y tenía sus lolas completamente al aire.

—¡Joder! Lo siento, yo no vi nada. —les di la espalda pero aún así oía como se movían y como el chico se disculpaba y se despedía de ella.

Cuando oí la puerta cerrarse me di vuelta nuevamente, pero cubrí mi rostro con una mano por si mi compañera aún seguía medio desnuda.

—Ya puedes ver. —lentamente quité la mano de mi rostro.

—Lo siento, pensé que estaba sola. —dije jugando con la tapa de mi shampoo de chocolate.

—Me has jodido el polvo pero soy yo quien te debe una disculpa, al igual que tú pensé que estaba sola, como no te vi en todo el día. —eso se debía a que solo había salido de mi habitación para buscar algo de comer y de resto estuve encerrada leyendo.

—Si quieres puedes llamarlo, saldré y seguramente llegue por la mañana. Esta vez no tendrán interrupciones. —esta asintió y despidiéndose se fue a su habitación.

Seguí mi camino y adentrándome al baño dejé todo en su lugar y procedí a meterme bajo la regadera, cuando  mi cabello estuvo bastante húmedo apliqué el shampoo y empecé a masajearlo dejando que el agua se llevara toda la espuma que se iba creando, terminé de ducharme y envolví mi cuerpo en la toalla, crucé el pasillo hasta entrar en mi habitación y procedí a vestirme con la ropa que había dejado sobre la cama.

Una vez lista me calcé unas Converse y me senté frente al espejo, la parte difícil había llegado, maquillarme, hacerme el delineado y lograr que ambos quedaran iguales.

Hacer esto me desespera, si uno queda bien el otro queda o muy arriba o muy abajo, pero nunca igual.

Oí mi teléfono sonar y vi el mensaje de Facu diciendo que en 15 minutos pasaban por mi. Hice un último intento y aunque el delineado no quedó exactamente igual por lo menos de lejos se veía bastante decente.

Puse un poco de gloss sobre mis labios y tomando la chaqueta que estaba sobre el respaldo de la silla y mi teléfono; salí de mi habitación para bajar a la entrada de la residencia y esperar a los chicos.

A los minutos de haber bajado, un auto que conocía perfectamente se estacionó frente a mí, por la ventanilla del acompañante se asomó mi hermano haciéndome señas de que me apurara.

—Mueve ese culo, pulga. —me llamó. —hoy beberé hasta olvidar como me llamo... o hasta que saque fuerza suficiente como para empotrar a Facundo contra la pared.

—Ya cállate, no me interesa saber sobre su vida sexual.

—Ay sí, a saber que haces tu con Alan. —mis mejillas se calentaron con la sola mención de nuestra intimidad.

Los chicos pasaron todo el trayecto hasta la casa de Jade hablando sobre lo que harían al llegar, y si algo me quedaba claro es uno de esos tres va a terminar peor que los otros dos.

Capítulo dedicado a mis bebés:

*Carlapernia1
*AlbarranSoranyeli
*_anytiia_
*DannaPecheSubero
*micahela04
*Yujuuu23
*shyBossGccGng
*leodri_12

Bye.

Un beso grandote💋
(De parte de Jay, Facu y Fabia)

Att: Oriana.

TENTACIÓN IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora