Mi madre y mi hermano terminaron pasando la tarde en el departamento, mientras que Fabia volvía a sus deberes luego de haberse deleitado con ese momento tan random.
La convivencia entre nosotros fue mucho mejor de lo que esperaba, teniendo en cuenta que mi madre en un solo día se había enterado de mi mudanza al departamento de Alan, mi supuesto embarazo, y además, que estaba casada.
—Mañana 9:00 en el restaurant del hotel, los espero para desayunar y para que hablemos. De esa conversación no se salvan.
Dicho esto, mi madre se despidió de Alan y de mí con un abrazo mientras mi hermano sólo chocaba los puños con el chico a mi lado y a mi me alborotaba el cabello. Luego de que ambos se marcharan el chico de ojos verdes y yo volvimos a la cocina a recoger todos los utensilios que habíamos usado para la cena, después de poner todo en el lavavajillas ambos nos dejamos caer en los sofás donde había pasado el más raro e incómodo momento de nuestras vidas. Ese que seguramente será una buena anécdota en un par de años.
—Sinceramente, acá entre nosotros, pensé que tu mamá me arrojaría por la ventana.
—Y aún falta la plática pendiente.
Después de un rato ambos nos levantamos y cada uno se dirigió a un lugar diferente, yo por mi parte fui a la habitación a tomar algunas cosas y luego crucé el pasillo hasta entrar al baño, me desnudé y sin esperar mucho me metí bajo la regadera. La tibieza del agua hacia que mi cuerpo entrara en un estado de relajación poco a poco, no me había dado cuenta sino hasta ahora; que mi cuerpo había había adquirido cierta tensión durante la visita de mi madre y mi hermano, la cuál se había concentrado mayormente en mi cuello y hombros.
Me concentré durante un rato en limpiar mi cuerpo con el jabón de avena que había comprado hace poco, y en lavar mi cabello con el shampoo que yacía a un lado de los demás productos de aseo personal, cuando tuve suficiente me posicioné bajo la lluvia artificial haciendo que el agua quitara la espuma de mi cuerpo, poco después cerré la regadera y envolví mi cuerpo con una toalla. De regreso en la habitación me encontré con Alan sentado frente al escritorio revisando algo en su laptop, no presté mucha atención a lo que hacía por lo que fui directo al clóset a buscar mi ropa, quité la toalla que cubría mi cuerpo y la dejé a un lado, cuando llevaba mis bragas a mirad de piernas; el chico que estaba sentado a unos cuantos pasos giró sobre la silla y quedó de frente a mí. Instintivamente tomé la toalla e intenté cubrir mi cuerpo rápidamente.
—¿Por qué te cubres? —preguntó apoyando sus antebrazos a los costados de la silla.
Llevé mi mano a mi barbilla en gesto pensativo y respondí:
—Será porque estoy desnuda.
Una mirada un tanto burlona era la que predominaba en su rostro, pero en sus ojos se podían ver destellos de la lujuria creciente que se iba haciendo presente en él.
—Ahí no hay nada que no haya visto antes —se puso de pie y se acercó hasta quedar a poca distancia, lentamente fue rodeando mi cuerpo hasta quedar detrás de mi. Con una de sus manos quitó el cabello húmedo que caía sobre mi hombro derecho e impartió una suave caricia en mi cuello con las puntas de sus dedos. —No hay nada que no haya tocado, acariciado y besado —sus palabras eran un suave susurro que provocaban que su respiración me hiciera cosquillas por lo cerca que estaba de mi oído. —Si tu madre supiera cuanto disfrutas gimiendo mi nombre...
—Si mi madre supiera eso, te aseguro que te daría una charla sobre todos los métodos anticonceptivos existentes, y no solo eso, también sobre las ETS de la manera más cruda posible. Eso pasó con Jayson y Facu cuando se enteró de que follaban como conejos.

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TENTACIÓN II
RomanceLas cosas no pueden acabar así, ¿no?. Este es un nuevo comienzo pero aunque una de las partes se niegue, por una situación u otra siempre acaban involucrados nuevamente. Como ven en el título, esta es la continuación del primer libro de TENTACIÓN po...