Duelo

169 4 0
                                    

Soy del tipo de personas que toma una ruptura como un duelo, a fin de cuentas es una perdida.
Viví nuestro duelo como quise. No cumplí los pasos como dicen eso de negación, ira, negociación, depresión y aceptación.
Yo decidí como transitar la situación. Todo inició con la aceptación, mi cerebro quería hacerle creer a mi corazón que lo teníamos asimilado, que no dolería, como había pasado antes.
Luego cayó la depresión y fue llorar una semana entera por tu partida. Llorar preguntándome si mi decisión había sido la correcta y querer hacerme creer que era lo mejor para ambos, pero aún así, hasta hoy no me convence.
La anterior se junto con la ira, ¿Sería hipócrita sentirme irritada por una decisión propia? Pero en realidad lo que más enojo me provocaba era saber que fui tan cobarde de no poner frente a los problemas, en lugar de eso, nos di la espalda y decidí rendirme...
Siguió la negociación, querer negociar conmigo misma poder estar a tu lado aunque sea como tu amiga, tu compañera... Convencer a mi corazón de que eso sería suficiente y poder tener a mi mente tranquila, eso duro una semana y me costó más de tres charlas con vos...
Salté por completo la negación, ¿Cómo negaría ya no tenerte en mis brazos? ¿Ya no poder besarte? Ya no podría hacer nada de eso no muchas cosas más, cómo sería capaz de negarlo.
Hoy, me encuentro de nuevo en la depresión, ¿Se convertirá en un bendito ciclo, hasta que pueda aceptarlo y superarlo? La verdad es que no lo sé.

Escritos De Amor, Desamor Y Salud MentalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora