Contacto Cero

25 0 0
                                    

Llevamos cinco días sin hablar.

 Para mí una eternidad y para vos un respiro.

Eras mi compañía lejana de cada día, sentí tu ausencia, pero cada día dolió menos y espero, con un nudo en la garganta que algún día ya no duela, ya no sienta, ya no extrañe. Ya no nada. 

Aunque desee no extrañarte, no necesitarte. Hoy rompí con el contacto cero, y te escribí con la pregunta más estúpidamente posible,  haciéndome pasar completamente por superada, como si no hiciera que, hace cinco días te confesé lo insegura que me siento a tu lado, el terrible terror al cambio y la indiferencia y que lo único que recibí a cambio fueron, dos tildes azules en WhatsApp. 

Hoy pasaron siete días desde que rompí el contacto cero, y acá estoy, de nuevo escribiendo. Esta vez decidida a dejarte ir si es necesario. 

"No tengo ganas de charlar" fueron los palabras que dijiste las cuales respete, que más quería yo que vos no te sintieras presionado, y que yo fuera intensa. Pasaron dos días y tu postura de "no tengo ganas de charlar" seguía intacta. Por lo que decidí preguntar, ¿Cómo te encontrabas?. No recibí respuesta hasta horas más tarde. 

¿Cuál fue? 

"Son actitudes tuyas las que no me dan ganas de hablar", haciéndome culpable de tus  inconformidades. No sabía (no sé) que era lo que querías, que era lo que pretendias de mi. Una vez me dijiste, "Te cuento cosas y parece que no te importaran", me propuse ser más atenta, preocuparme más, pero sin excederme demasiado, sabía que eso también te molestaba. Fue el momento en que el coraje y un corazón cansado de darlo todo y recibir poco y nada, escribió las palabras, "Buscame cuando sepas que es lo que quieres conmigo"...

Me quedé esperando que llamaras, que me escribieras, que me contactaras por cualquier medio de comunicación posible... Pero eso no pasó.

Y tampoco creo que pase... Y tampoco creo volver a romper el Contacto Cero

Escritos De Amor, Desamor Y Salud MentalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora