Tentaciones oscuras

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Me fui despertando con tranquilidad sin haber tenido ninguna temible pesadilla al largo de la noche, mientras ya acostumbrado observaba el interior de la habitación en la que me encontraba y me encontraría por largos días hasta que tomara la decisión que lo cambiaría todo, pero por ahora tan solo me dedique a observar con gran fascinación el pequeño rayo de sol que conseguía traspasar el gran ventanal a mi derecha. El interior de la habitación parecía aún más bello iluminado que en la inmensa oscuridad que lo envolvía día tras día, se podían apreciar los pequeños detalles que antes no habían sido relevados, dándole una imagen de antigüedad y modernidad al mismo tiempo. Pasaron largos minutos así los cuales me dedicaba a pensar y a observar con fascinación cada objeto con delicada paciencia, lo cual me sorprendió ya que era considerado por ser impaciente entre otras cosas. Seguí así hasta que me fije en algo que sobresalía en un pequeño mueble de madera al final de la habitación, decidí acercarme hasta el para a continuación quedarme asombrado. En el se encontraba mi espada junto otros accesorios que decidí traer para llevar a cabo la misión sin finalizar, sin saber que hacer los recogí a todos ellos y con curiosidad observe que estaban tal cual los deje sin ningún cambio en ellos.

Joder, ahora que hago...

Me quede pensativo durante un rato sin poder sacarme ciertos pensamientos que permanecían con insistencia en mi cabeza, algunos inculcados por el consejo los cuales hablaban sobre el deber de ser un caballero y las responsabilidades que conllevaba haciendo así que comprendiera que  matar al vampiro era la mejor opción, sin tener en cuenta que dicho vampiro había sido el causante de robar mi corazón. Por más que insistieran dichos pensamientos para que tratara de corroborar en que consistía el honor de un caballero, no impedía que pensamientos contradictorios permanecieran entre ellos sin dejar de lado que eran los que más temía, los cuales decían que dejara todo atrás y aceptara la propuesta del vampiro, asegurándome un futuro sin complicaciones y felicidad junto a él.

Como cazador y supuesto elegido, según decía la profecía, mi deber era acabar con la maldad en el mundo y exterminar a los causantes de ello, pero no ponía nada de que un vampiro aparecería de repente en mi vida y me haría que cuestionara todo lo que una vez creí y por último pero no menos importante, me robara el corazón el cual nunca creí que pudiera pertenecer a alguien y si soy sincero menos de un vampiro

Al final le tendré que dar al maestro Windu la razón sobre que la profecía es una tontería.

Finalmente cansado de pensar me puse a la acción volviendo a guardar las armas y alejar ciertos pensamientos de mi cabeza mientras me disponía a observar la habitación, pensando que una buena ducha sería buena idea para conseguir despejarme además de limpiarme, teniendo en cuenta que había estado por días sin ducharme. Con eso me fijé en una pequeña puerta que se situaba a la izquierda en un pequeño rincón de la habitación, el cual no me había percatado antes ya que al parecer permanecía algo escondido. Me acerqué para investigar y para mi suerte era un pequeño baño, el cual era algo sencillo pero útil. Cuando me dispuse a quitarme el pijama me percaté que no tenia ropa que ponerme, cuando volví a salir recordé que días atrás Obi wan me había dejado una muda de ropa limpia junto a la mía por si deseaba cambiarme.

Debería de decirle que me voy a duchar... Bueno, no creo que le importe.

Con eso investigué por la habitación hasta encontrar lo que parecía ser algo de ropa, a medida que me acercaba se podía distinguir una túnica rojo vino y negro con leves toques de dorado dándole así un toque elegante, sin pasar desapercibido unos pantalones a conjunto.

Pff no es para nada mi estilo, me apuesto a que lo hizo a propósito, algo me dice que le creara satisfacción al verme con su túnica puesta.

Suspire mientras me adentraba a la ducha, la encendí para sorprenderme por un chorro de agua caliente, con eso me percaté de que a mi izquierda había una gran variedad de jabones de varios aromas para el pelo y cuerpo, con curiosidad me dispuse a coger uno el cual parecía ser de aroma a vainilla, al ponérmelo me maraville al instante mientras me enjabonaba el pelo con el.

Cristura de la oscuridad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora