Me desperté con lentitud, tratando de abrir los ojos y enfocar la mirada para situar donde me encontraba ya que todo me resultaba confuso. Poco a poco me fueron surgiendo recuerdos de la noche anterior, analicé la habitación y como era de esperar me encontraba en el espeluznante castillo de dicho vampiro, el cual me provocaba nada más que sentimientos confusos y pensamientos que era consciente que no se podrían hacer realidad o eso pensaba. Cuando recuperé del todo la conciencia me sobresalté observando la habitación con rapidez en busca de cualquier movimiento, cuando me di cuenta que el sith no se encontraba respire con tranquilidad, aunque me pareció extraño que no se encontrara en la habitación pero en cierta manera me causo bienestar.
La calma y la tranquilidad reinaban en la habitación cosa que era algo inusual, por lo que decidí que levantarme y investigar sería la mejor opción.
Quizás se haya ido y está sea mi oportunidad de escapar.
Con rapidez me acerqué a la puerta y me dispuse a abrirla, al observar que no había nadie la cerré y me dirigí hacia uno de los múltiples pasillos que se encontraban. Al rato me percaté de que me había perdido, intente volver sobre mis pasos pero eso causó que me perdiera aún más, si eso era posible.
(Anakin): Genial, atrapado y perdido en una especie de castillo desconocido con un vampiro pura sangre con bipolaridad. Si estuviera aquí Asoka disfrutaría burlándose de mi.
Sin más intente por lo que parecieron horas encontrar una salida pero había subestimado cuan grande era el castillo, por lo que me plateé que fue un acto imprudente salir sin tener algún tipo de plan, pero quien era yo para decir eso cuando mi segundo nombre es imprudencia.
(Anakin): Me gustaría ver la cara de Windu ahora mismo si supiera en que situación me encuentro, seguro que haría una mueca de disgusto recalcando los signos de su vejez y como siempre me haría su típico discurso de dos horas sobre el deber y la disciplina que conlleva ser un jedi y lo que no se debe de hacer al respecto.
Con eso decidí hacer un breve descanso y me dirigí a lo que parecía una gran puerta con la esperanza de que fuera un gran cuarto el cuál poder descansar. Cuando me dispuse a abrirla me sorprendí y a la vez me emocioné sin ni siquiera poder creerlo, me encontraba en el exterior donde a lo lejos se visualizaba un gran bosque por el cuál deduci que era por el que había llegado. No me lo pensé dos veces cuando comencé a correr, disfrutando del aire, la naturaleza y mas..
Cuánto tiempo había estado en ese castillo, pero ahora tampoco me importaba, tan solo pensaba en llegar al templo explicarle al consejo y poder ver a Asoka y explicarle esta loca aventura.
Que extraño, tenia la sensación de que el vampiro era capaz de sentir lo que hacía y con eso percatarse de si huía o no. Bueno no importa.
Cuando llevaba un rato caminando empecé a escuchar pasos los cuales cada vez se hacían más cercanos. Me acordé de mi sueño y empecé asustarme de lo parecía que era a la situación en la cual me encontraba. Comencé a correr con el objetivo de salir del bosque, pero cada vez me era más difícil ya que mi piernas comenzaron a debilitarse, me empecé a acordar sobre la advertencia del último informe que leí sobre la misión, que decía explícitamente sobre que el bosque poseía gases o aromas adormecedores los cuales provenían de los árboles y que afectaban solo a la especie humana para así facilitar la caza de estos mismos a los vampiros.
Joder, ahora que hago.
Me quede sin fuerzas, desplomándome así en el suelo con lo cuál intente apoyar la espalda en un árbol cualquiera para facilitar mi campo de visibilidad con éxito. Por un instante deje de escuchar pasos, cosa que me alarmo.
(Anakin): H-hola, Obi wan?
(Anakin): Si es una broma no hace gracia eh.
Cuando no hubo respuesta alguna, llegue a la conclusión de que quien quiera que fuera ya se había ido, pero todos esos pensamientos esperanzados se esfumaron por lo que pude ver a continuación. Enfrente mío se encontraba la misma criatura que pude llegar a visualizar en mi sueño, no había ninguna definición correcta para poder definirla excepto la de espantosa, aterradora.. Tenia la cara roja con rayas negras y lo que parecían ser diminutos cuernos en la parte superior, tenia los ojos rojos pero de un color más oscuro nada que ver con los de Kenobi que eran de un rojizo tenue a la luz, pero a excepción de los suyos estos eran más aterradores, por último había que destacar sus largos y afilados colmillos que lo hacían ver como una verdadera criatura nocturna.
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Cristura de la oscuridad
VampirAnakin emprende un viaje el cual jamás llegará a olvidar...