Pequeños actos dignos de confianza

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Al rato de disfrutar los deliciosos manjares que me había ofrecido tan amablemente dicho vampiro, me dirigí hacia mi habitación, si se puede mencionar como mía. Pensamientos de sospecha y confusión crecieron en mi interior aún sin poder creer lo sucedido anteriormente. Todo parecía ser el inicio de una trampa por parte del sith, era poco creíble que un ser incapaz de sentir alguna emoción al asesinar fuera capaz de enamorarse.

Pensé en mi reacción, como podía haber sido tan tonto para caer en los encantos del sith, debía de ponerme en mi lugar y demostrar el noble cazador que era, asesinando al causante de tanto sufrimiento en el pueblo. Como pude olvidar los horribles actos de los cuales era responsable el vampiro.

Anakin: Como pude dejar que me besara...

Por más que lo pensara nada tenia sentido, las palabras del vampiro habían sonado sinceras y el beso tan solo las hizo aún más creíbles. Después de un largo rato de camino me percaté de que me había perdido.

Anakin: Mierda.

Comencé a recorrer los pasillos sin éxito alguno haciendo así que mi desesperación aumentará.

A quien coño se le ocurrió hacer tantos pasillos y habitaciones.

Continué dando vueltas hasta que me detuve en una puerta similar a la de mi habitación. Sin pensar, me dispuse a abrir la puerta y en ese instante pensé que era el ser más desafortunado del mundo.

Obi wan: Oh no esperaba verte por aquí querido, adelante pasa.

Me quede petrificado al darme cuenta que me encontraba en los aposentos del vampiro y sin decir una palabra intenté apartarme de la puerta, pero me fue imposible ya que fui detenido por un insistente agarre en el brazo.

Obi wan: Espera, ya que has recorrido un largo camino hasta aquí, agradecería que te quedarás.

Lo pensé por un momento y decidí que lo mejor seria poner en práctica dichos pensamientos que anteriormente había tenido.

Anakin: No quiero, ahora suéltame o te arrepentirás de ello.

El rostro de Obi wan pareció pasar por miles emociones a la vez, las cuales tres se distinguieron entre las demás. Se podía observar la confusión, la tristeza y para finalizar la ira.

Obi wan: Y yo te dije que te quedaras y no hay más que hablar.

Con eso finalizó arrastrándome al interior y acorralándomelo en la esquina de la cama.

Obi wan: Creo que debería de mostrarte cual es tu lugar, Anakin.

Anakin: Me gustaría verte intentarlo.

Me puse en posición de ataque recordando las técnicas de combate cuerpo a cuerpo de mi antiguo maestro. Sin más, me abalancé hacia el intentando hacerle perder el equilibrio con éxito, mientras lo giraba y le doblaba los brazos, tal acto le sería doloroso si no fuera una criatura de la oscuridad. Me sorprendió al verlo con una leve sonrisa, casi como si estuviera esperando el momento par-

Con eso se deshizo de mi agarre con facilidad para después cogerme y lanzarme hacia la esquina de la habitación. Gemí de dolor al intentar levantarme, pero antes de que pudiera, se abalanzó sobre mi agarrándome con fuerza la mandíbula.

Obi wan: Estás débil Anakin, te sientes mareado y sin fuerzas, eres incapaz de moverte.

Dijo con voz hipnótica mirándome fijamente a los ojos. Empecé a sentir gran debilidad y una espesa niebla que se extendía cada vez más en mi cabeza, intente deshacerme de su agarre, pero cada vez me sentía peor y sin poder mover ni un solo músculo del cuerpo.

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