¿Belleza? ¿Por qué me falta?

¿Puedo llegar a lo que quiero?

Al  mes la niña y su amiga decidieron escaparse de la escuela, osea, faltar un día de clases, para poder ir al pueblo donde vivia la señora nombrada anteriormente.

Todo iba bastante bien, hasta que llego el momento de tomar el tren para ir al dichoso pueblo.

-¿Trajiste el dinero?. Lo dice emocionada mirando a su amiga.

-¿Qué dinero? Pensé que tú lo traerias.

-Te dije que lo traigas tú, ¿Ahora qué haremos?

-No lo se, lo peor es que no podemos ir a buscar a nuestras casas, porque, primero. Iba a empezar a recalcar los problemas que conllevaba ir a buscar dinero a sus casas. Mis padres estan trabajando y volveran cuando yo este por salir de la escuela y no se donde esconden su dinero.

-Ves? Tenemos ese problema nada más. Lo dijo relajada.

Mientras que Anna interrumpe diciendo. 

-¿Solo ese? Segundo, tú madre esta en tu casa y vera que no fuiste a la escuela, además te preguntara para que es ese dinero, y otra excusa no podremos inventar, y tendremos que explicarle todo y pues nuestro plan se iria a la pura basura. Lo dijo mientras señalaba un tacho de basura que estaba por ahí.

-Tienes razón, ¿Y si mejor hacemos esto mañana? Ya es demasiado tarde como para conseguir dinero y luego viajar, que el viaje dura mínimo 25 minutos en llegar al pueblo, y luego ir a la casa donde se encuentra la supuesta señora de la revista. Recalcó Megan.

-Pues será lo mejor, supongo.

Al día siguiente planearon hacer nuevamente lo que venian haciendo el día anterior, pero con todo preparado, incluso el dinero. Pero, las niñas se pusieron a pensar que si nuevamente faltan a clases, es decir que faltarían dos días seguidos, las maestras y profesores "se preocuparan" y llamarán a sus madres o padres de las niñas, y ahí descubririan su plan, así que decidieron que esa semana ya estaba perdida y que lo intentarián la semana que viene. Pero esta vez con todo preparado.

Ya paso la semana, el plan ya estaba armado, solo faltaba hacerlo, entonces un miércoles a la mañana partieron para la escuela, o bueno, eso creyeron sus madres.