Capitulo 12

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Les atendió una chica, habra tenido menos de 30 años. No era la señora que esperaban. Ellas pensaba que se trataba de una anciana de hacía 10 años, pero al encontrarse con esto quedaron sorprendidas. Pero, de todas formas preguntaron si vivía con alguien más, o si la chica que las atendió era la misma de la revista.

-Perdone, ¿Usted conoce a la señora de la revista?. Lo dijo mientras le mostraba la noticia en donde era nombrada.

Algo que me olvide de recalcar es que no había fotos, solamente se apreciaba una imagen en la cual había una marcha que la dicha señora había creado, junto con otras mujeres que avalaban la opinión de ella.

-Si, de echo es mi madre. Lo dijo mientras sonreia. Estaba vestida con un pantalon color beige, y una camisa rosa palo, con botones en forma de flores. Lo cual a las chicas les sorprendió su vestimenta, ya que no era bien visto en las mujeres esa forma de vestir.

-Pero, ¿Vive aquí? ¿Con usted?

-Sí, vive conmigo, o de echo, yo vivo con ella.

-¿Podriamos hablar con su madre? Queremos hacerle preguntas.

Cuando la chica escucho esas palabras se imagino que las dos niñas querían hacer algo con la información que les iba a brindar su dicha madre, lo cual la sorprendió. Las dejó pasar a su casa, y les señalo donde estaba su madre. Su casa era bastante vieja. Mientras las niñas pasaban a su casa le preguntaron unas cosas a la chica.

-Su casa se ve antigua, ¿Se puede saber cuántos años tiene?

-No se muy bien cuántos tiene, pero más de 55 seguro.

-¿Tantos?

-Si. Lo que pasa es que esta casa la construyó el abuelo de mi abuela, osea, el abuelo de la mamá de mi mamá. Lo dijo mientras se seguía dirigiendo hacía la habitación de su madre.

Las chicas sorprendidas de que tan lejos puede llegar una construcción si esta bien hecha.

-Bueno, esta es su habitación. Toquen antes de entrar, lo más probable es que este leyendo un periodico, y no le gusta que la molesten cuando lee.

-Bien, entiendo. Lo dijo mientras toco la puerta de el cuarto.

-¡Pase!. Se escucho desde afuera.

Era una voz extraña, como si fuera de una mujer que fumaba demasiado. Una voz ronca, pero suave. Una voz fuerte, pero aguda.

Las niñas pasaron. Vieron una señora con efectivamente un periodico en la mano, en su mano izquierda.

-¿Quienes son ustedes niñas? ¿Acaso vinieron a robar? ¡Peny!, ¡Hay niñas en mi habitación!. 

Al terminar de decir esa frase vino Peny (su hija), y la chica le explico la situación, le dijo que las niñas venían a hacerle preguntas.

La señora les dijo que pasaran y cerrarán la puerta del cuarto, eso hicieron. Les dijo que se sentarán arriba de su cama, y eso hicieron. Se quedarón calladas sufriendo estar sentadas ahi, su cama parecía una roca.

¿Acaso duerme en una madera? Ni si quiera se siente el colchón. Pensaba la niña mientras veía los movimientos que iba haciendo la señora, que por cierto, no eran muy rápidos que digamos.

La señora tomo un papel y un lápiz, agarró el lápiz con la mano izquierda (lo cual significaba que era zurda) y empezó a escribir algo en el papel. Las niñas veían como escribia, escribió muy rápido, se ve que lo que había escrito era muy corto. Luego de que terminara de escribir tomo la mano de Anna y abrio su palma, y  puso el papel en ella.

-Esa es la dirección en donde pueden encontrarme mañana, hoy no estoy para preguntas, ni nada, así que pueden irse al carajo y vernos mañana y conversar sobre lo que tengan ganas, total tengo toda la tarde libre. Lo dijo con esa voz ronca, era como si tuviera catarro.

-Bien, mañana estaremos allí. Le dijo Megan.

-Bien, ahora pueden irse.

Se pararon de la cama, abrieron la puerta del cuarto, y se fueron de la casa. Tenian que faltar nuevamente a la escuela, aunque pensaron, que como había dicho "tengo toda la tarde libre", podían ir a la escuela y luego ir al pueblo otra vez.



¿Belleza? ¿Por qué me falta?Where stories live. Discover now