"Un Pequeño Trato" [Omegaverse] /IronStrange/

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La proximidad del celo de Stephen estaba casi a doblando la esquina, el muchacho había pedido un permiso especial para pasar sus clases en casa, y eso no le molestaba, no era un omega completamente amigable y no quería estar en ese lugar cuándo su olor de la nada cambiaba de intensidad.

Estaba casado, si, y por dentro se sentía más que feliz, mientras escribía lo último de su clase de biología miraba específicamente el dedo nupcial de su mano derecha, el cual estaba adornado por el anillo el cual en ningún momento dejo de ver, hace años cuando era un cachorro de omega más joven no se le pasaba por la cabeza casarse, nunca pensó en hacerlo o jamás le agrado el hecho de casarse, solo quería ser un omega guerrero y tomar una carrera que no fuera del todo apropiado para su 'clase'.

Y bueno, su padre alfa era un gran médico, y su madre también lo fue, solo que ella se quedo a la sombra de su padre como una enfermera, obviamente Strange en su ego incrementado - a pesar de ser un adolescente -  quería ser más que eso, y ya había hablado con Tony en ser un neurocirujano. En la espera de Stephen de que su alfa le regañara y le diera un rotundo 'No', terminó sorprendido al tener una sonrisa en afirmación y un  ' moveré cielo y tierra para que cumplas tu sueño '.

Stephen se sacó el premio supremo con ese alfa, ese adolecente de omega iba a peliar con uñas y dientes para defender su matrimonio de cualquier otro Omega que lo quisiera sacar de su puesto. Strange estaba cómodo y contento con su vida ahora, sabía que su mamá estaría tranquila de lo bien que estaba en ese lugar; dicha felicidad la reflejaba en sus ojos el omega al ver con anhelo y ciertamente incrédulo el anillo en su dedo.

De la nada le dió calor, y dolor en el cuerpo y principalmente en el estómago, entonces se levantó del escritorio en su habitación y se abrazo a un más a la camisa de Tony que aún tenía puesta desde la mañana. Entre pequeños y casi inaudibles jadeos se movió hasta la cama y se metió en está, tenía calor, la tela de la camisa que usaba le quemaba al roce con su piel, pero el olor a la colonia de su alfa, a whisky y la exención a extractor amargo de canela y ron - propio de su alfa - le ayudaban a aquellás sensaciones, le calmaban, pero estar lejos y sin la presencia de su alfa lo hacían gemir y gimotear su nombre con más fuerza con esperanza a que su hombre iba a escucharlo y a acudir a su auxilio.

──────── Tony ~ . . .

Retumbó en el pecho del alfa y se movió hasta su oreja como si fuera una alarma o como si le dieran una cachetadas, Stark puso a un lado el vaso vacío con whisky y comenzó a respirar de una forma pesada, aún no había un vínculo que lo uniera a su omega, pero al estar en su territorio y ser el único Alfa le daba una ventaja; como la naturaleza lo demandaba y como así estaba escrito en su biología debía ir y atender aquel llamado que obviamente era para él, rugió, y los tres betas que estaban con él se tensaron y alejaron un poco, un alfa defendiendo su nido era peligroso, más en la bruma de un omega entrando por primera vez a su celo, Tony iba a ser un peligro inminente si siquiera se atrevían a ver la puerta de la habitación de Stephen.

──────── Largo, tienen la semana libre. ──────── Tony les ordenó y eso fue lo mínimo que les basto a los tres para salir despavoridos del lugar, preferían huir que estar bajo la mirada y amenaza de un alfa posesivo.

Pepper lo conocía a la perfecto.

Stark en su bruma no fue consiente cuando había golpeado la puerta para entrar y encontrar aquellá imagen tan hermosa, un nudo se le formó en el estómago y una erección fue casi inmediata en sus pantalones. Stephen en su pequeña inocencia frotaba su largo y delgado cuerpo a una almohada, mientras su bonito trasero estaba escondido - pero muy resaltado - en sus boxers húmedos, por el lubricante natural que por primera vez salía de su entrada.

Pequeños gemidos en llanto, acompañados del nombre del alfa eran débilmente escuchados en la habitación. Stark sonrió y mostró un poco sus colmillos, había pasado celos y estaba preparado para darle su primer mejor celo al chico, pero había algo que jamás había hecho, y era anudar a alguien, tener un lazo, una unión, tenía miedo de no ser perfecto para quel chico perfecto.

────────Oh dolce, caramello, così bello e goffo. . .  ──────── las palabras en italiano le salieron al alfa como si lo hablara de toda la vida. Su cuerpo se deslizó hasta donde estaba el Omega , y con delicadeza quito aquellá almohada de entre sus piernas; Stark sonrió cuando Stephen gimió descontento por aquello. ──────── tranquilo bebé, déjame resolver eso para tí, deja que tú alfa se encargue.

Stephen fue testigo de lo caliente que se puso su piel cuando sus rodillas fueron tomadas por el alfa y este separó sus piernas, el pequeño Omega trago saliva y escondió el rostro entre las almohadas, era su primera vez, debía relajarse y suavizar un poco su tenso y caliente cuerpo; Strange gimió alto y abrió los ojos, su alfa estaba jugando con su erección, dando movimientos suaves y circulares, arrancándole gemidos de gusto que pronto fueron más altos cuando el alfa lo introdujo en su boca y le daba su primer oral.

Strange no paro de gemir hasta que su primer orgasmo lo golpeó por primera vez en la noche. La segunda vez que Stephen fue víctima de una segunda corrida fue cuando su alfa lo preparo, primero fue con sus dedos y termino cuando su lengua se introdujo y tocó algo prohibido en él, el tercer orgasmo le sorprendió junto con la erección que ahora estaba en su interior, tan grande y palpitante, envuelta por sus paredes tratando de acostumbrase al tamaño y al grosor.

Stark se contuvo entre pequeños gruñidos de no arruinar aquél apretado ser, debía controlarse , pasaron años desde que había tocado a alguien virgen y sabía lo cuidadoso que debía ser.

──────── Tony, Tony, Tony, duele, duele, sácala . . . ──────── pidió el omega apretando la sábana mientras recuperaba el aire.

──────── Shhh, tranquilo cariño, Il mio dolce bambino, ya vas a acostumbrarte , amor. ──────── Stark le susurró en el oído, después comenzó a besar su espalda y hombros en lo que comenzaba a moverse con cierto ritmo suave, hasta que las caderas de su omega le pidieron ir más rápido.

Él era el paraíso y Stark iba ser el encargado de conservar aquellá selva exótica. Con el paso del tiempo sus lobos se volvieron uno, arrancando las sensaciones más salvajes de su cuerpo hasta que la unión se formó con un nudo en el interior del menor y una mordída en sus bonitos hombros.

Stark se abrazo al cuerpo del chico y se encargo de lamer aquella marca hasta que la sangre dejo de salir; su olor se hizo más fuerte para relajar al chico que aún se quejaba por aquella hinchada erección dentro de su virgen cuerpo.

──────── Stephen, ahora eres mío.  ──────── demandó el alfa con un abrazo posesivo a aquel bonito crío. ──────── te prohíbo escapar de mi.

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Octubre 15
(Por la tarde)