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Aquél chico Omega comenzó a crecer un poco más alegre que antes puesto que no estaba condenado a casarse con algún primo o tío al quedar sin su manada principal, estaba en una manada algo disfuncional pero cálida, la dama que pronto conoció como Virginia o "Pepper" de cariño, comenzó a enseñarle cómo hacer las labores domésticas y ese tipo de cosas, al famoso "Señor Stark" supo reconocer como alguien relajado con una única regla, - no entrar sin permiso a su taller -, al chófer y guardaespaldas "Happy" lo supo conocer como un beta buena onda y serio, y a su mayordomo-niñero "Wong" supo reconocer como alguien frío y de pocas palabras pero intrigante a vista, llegandole a poner un apodo "Beyoncé" ya que en varias ocasiones había cachado al asiático oyendo música de la dama.

Su vida iba tan bien, el alfa de la casa le hacía pequeños regalos, le compraba ropa, le daba dinero, cumplía ciertos caprichos culinarios y lo consentía en un punto.

Era el único Omega de la casa y quería compañía.

Así qué, como un regalos Tony le compro un cachorro pastor alemán el cual llamo "Säumen" como un historiador alemán que le gustaba a Tony, en recompensa el Omega esperaba a qué el alfa saliera bañando y preparado de su habitación, así él tenía la oportunidad de arreglar la ropa sucia y tender su cama, sin meter las narices en otros lado o husmear de más, ya que Pepper se lo había recomendado.

Inconscientemente y próximo a su primer celo, el Omega dejaba su bonito y alucinante nuevo olor en la habitación del alfa, un olor a té de jazmines, rosas y chocolate blanco con toques amargos.

Sin saber que Tony, poco a poco ya era adicto a ese olor.

Un día después de que el alfa llegará de una fiesta, algo borracho y con una invitada, el Omega no pudo evitar un pequeño enojo en su ser , a tal punto que no dejo dormir al perrito con sus constantes quejas sobre la mujer desconocida que este había metido a la casa.

A la mañana siguiente el joven despertó temprano por ruidos de trabajo en el taller, se movilizó para hacer lo que siempre hacía y era ir a arreglar las cosas del cuarto del alfa; Antes de que entrara al cuarto, Pepper le tocó el hombro y le pasó la ropa de la mujer ya lavada y planchada, puesta en una percha de tintorería, Stephen agradeció tomando las prendas para entrar al cuarto de su alfa.

────────── buenos días.  ────────── dijo el Omega con seguridad al ver a la mujer hecha un asco, con olor a bar y con una imagen de mañana no adorable ni agradable.

────────── ¿Tú eres el mayordomo, niño? ────────── soltó esa alfa en una pequeña risa divertida parándose de la cama , tomando la ropa que el Omega le extendió.

────────── Nope, soy el encargado de sacar la basura, ya pedí un taxi que la lleve a la parada de autobuses más cercana. ────────── comento el Omega con un pequeño — nada pequeño — tono de superioridad abriendo la puerta entera del cuarto del alfa.

────────── Pequeño mocoso tonto. . . ¿ Tú quién te creés para hablarme así ?

Strange arrugó el rostro, a veces se preguntaba lo mismo que la mujer, aún no era nadie de confianza en la casa y no tenía el derecho de comportarse superior, aunque no iba a dejar que una alfa apestosa a bar le dijera como debía comportarse, a pesar de tener el deseo de decirle lo muy ' zorra ' que se veía y lucía, Stephen quedó callado ante los pasos que pudo sentir a su espalda, y solo pudo pensar una cosa: estaba en grandes  y serios problemas por entrometido.

────────── Es el Omega de la casa, obvio puede hablarte así . . . Además, ya lo oíste, vete. ────────── el alfa de la casa paso el marco de la puerta con unos trapos en la mano limpiando un pequeño motor, dejando con una mueca confundida a una alfa que pronto comenzó a ponerse su ropa limpia.

El Omega de la casa estaba sonriendo y gritando por dentro ya que debía reprimir su emoción, sus mejillas traicionaron esa parte de él cuando estás se tornaron de un color rojo intenso haciendo que se mordíera los labios con nervios.

────────── ¿S-Soy el Omega de la casa, ajam? ────────── dijo un chico un poco apenado cruzándose de brazos cuando el alfa le encaro con una sonrisa divertida, Stephen trato de no quebrarse en ese momento de cercanía.

────────── ¿Ves a otro omega por acá, niño? ────────── pregunto el alfa dejando un trapo sucio en el suelo mirando desde abajo al Omega.

────────── No y lo lamento. . .

────────── no lamentes nada. . . tuviste más valor que Pepper, doña cobarde manda a un lindo crío a ser su trabajo. ────────── Stark lo comento tan fuerte que la beta al otro lado de la sala lo escucho. El alfa le sonrió con cierta ternura pasando su dedo índice por la nariz del chico con la intensión de mancharla con la grasa que tenía en los dedos.

────────── no soy un niño . . . menos un cachorro. . . Y Tampoco soy lindo. ────────── se quejo en un suave gemido el Omega limpiandose la nariz con su antebrazo. ────────── ¿Podría darse una ducha? No dejaré que alguien que apesta a taller arruine el aroma del desayuno que tarde en preparar.

────────── eres mi crío, y si eres lindo, y yo gano la conversación. ────────── dramatizó el alfa riendo al ver la expresión del menor de los dos. ────────── huelo bien, mi olor es sexy .

────────── Ajam, ────────── el más chico rodó los ojos haciendo "ganar" al alfa mientras reía dulcemente ante lo último, robando un suspiro en los finos labios del castaño. ────────── solo atraes a las moscas con ese olor. . . ¡Dese una ducha!.

Stark rió suavemente enfocándo sus ojos en como esos bonitos labios reían de la manera más dulce que alguna vez pudo ver, mientras mostraba en grande esas bonitas perlas blancas que tenía de dientes y ocultaba ese bonito color zafiro intenso cuándo cerraba los ojos.

Ese niño era perfecto.

Solo quería protegerlo.

────────── Le haré caso a mi Omega, me daré una ducha y comeré todo lo que ponga en la mesa para mí, ¿Estás de acuerdo? ────────── propuso el alfa mirando desde abajo al Omega mientras se le acercaba.

El nene aún no paraba de reír.

────────── haga lo que quiera, es un hombre, yo soy el crío acá.

Tony asíntio seguro de si antes de dejar un pequeño besito en la mejilla del Omega, quien dejó de lado sus risillas y presto atención a como el alfa le daba pequeños empujoncitos hasta sacarlo del cuarto, Stephen comprendía, el otro quería privacidad al desvestirse.

El joven omega olvidó rápidamente el tema y salió a pasos lentos hacia la cocina para tener lista la mesa para su alfa. Mientras que el trío de Betas en la casa estaban escondidos en otro cuarto del corredor oyendo lo que pasaba.

Agosto 31

"Un Pequeño Trato" [Omegaverse] /IronStrange/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora