BAJO EDICIÓN: The rescue {Sarita y Franco - Pasión de Gavilanes 2}

II : Las verdades de Franco

"Por defenderte soy capaz de pisar el mismísimo infierno"

Sarita suspiró antes de esbozar una sonrisa al recordar aquellas palabras que su esposo le había dicho hace más de veinte años.

"¿En que te metiste, Franco?" susurró mientras miraba por la ventana de su habitación.

Sara sabía muy bien que Franco era capaz de cualquier cosa por defenderla, y eso era lo que más le aterraba. Desde el segundo en que leyó aquella carta, no podía dejar de pensar en dónde estaría su marido.

Sara no podía creer que hace tan solo unas horas seguía refiriéndose a Franco como lo que era legalmente, su ex esposo, pero ahora no tenía fuerzas para llamarlo así, ahora estaba segura de que Franco la seguía amando, y no podía pensar en él sin usar otra palabra que no fuese "esposo" o "marido"

-Ya, Sara, ve a dormir

Sara se sobresaltó al oír la voz de su hermana Jimena

-No puedo dejar de pensar en él –confesó dándose la vuelta para mirar a su hermana menor- tengo miedo de lo que pudo haberle pasado, el puede parecer muy fuerte, pero en el fondo es un niño, es mi niño pequeño, Jimena

-Ay Sarita, de nada sirve que te atormentes ahora, hasta que no hablemos con Juan y Oscar no puedes hacer absolutamente nada

-Si le ha pasado algo no me lo perdonaría jamás, debí haber encontrado esa maldita carta hace años

Sarita intentó contener las lágrimas, y Jimena caminó hacia ella para abrazarla y guiarla hasta la cama.

-Oyeme bien, Franco labró su propio destino, hayan sido cuales hayan sido sus intenciones, el sabia las consecuencias de lo que sea que haya hecho, y de todos modos decidió hacerlo, él no quiere que te atormentes con eso, ahora debes descansar, mañana verás que puedes hacer por el.

-No puedo dormir sin saber qué le ocurre, como esta, donde, necesito saber que él está bien, que lo ha estado los últimos tres años.

Jimena suspiró y obligó a Sara a recostarse, para luego subirse a la cama junto a ella, Sarita sonrió al ver lo que su hermana estaba a punto de hacer.

-Vas a dormir, y yo me voy a quedar a tu lado hasta que lo hagas.

Sarita cedió, y se acostó abrazada a Jimena

-¿Puedes prometerme algo? –preguntó Sara-

-Lo que tu quieras

-Prometeme que me apoyarás mañana, sé que Juan y Oscar no querrán decirme dónde está Franco, necesito que me ayudes a averiguarlo.

-No te preocupes, Sarita, Norma y yo estaremos a tu lado, apoyándote, tú harías lo mismo si la situación fuese al revés, cuentas con nuestro apoyo absoluto.

Sarita suspiró y cerró los ojos intentando conciliar el sueño.

{...}

Sarita y Jimena llegaron a la hacienda Reyes, antes de dirigirse al estudio, donde las esperaban Juan y Oscar, fueron a hablar en privado con Norma, para ponerla al tanto de la situación.

-Sarita, creo que deberías dejar el tema, Franco sabe lo que hace.

-Justamente por eso no puedo olvidarme del tema, si él ha tomado esa decisión es porque algo grave pasa, ¿Tu te olvidarías de Juan si supieses que está en peligro?

Norma suspiró, sabiendo que en su lugar actuaría de la misma manera que Sara lo estaba haciendo.

-Esta bien, recibirás todo el apoyo que necesites de nosotras, pero Sarita, por favor, pon tu vida en primer lugar, Andrés y Gaby te necesitan.