IX:La invitación de Javier

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—Tia, disculpa si sonamos groseros, pero, ¿Por qué te interesaria a ti conocer algo sobre el profesor Carreño? no queremos revolver más ese asunto -Habló León-

Sara suspiró antes de tomar asiento, los mellizos y Franco la imitaron, el menor de los hermanos Reyes miraba a Sara confundido, se la veía preocupada.

¿Qué podrian haberle dicho en esa llamada para alterar tanto su humor?

—No puedo decirles por qué me interesa escuchar sobre Genaro Carreño, solo puedo decirles que no tiene nada que ver con ustedes, muchachos.

—¿Qué quieres saber, tía? -preguntó Erick, cediendo-

Erick Reyes Elizondo era el menos interesado en hablar sobre ese tipo, pero siempre había confiado en su tía, y él, al igual que su tío, podía notar que Sara estaba muy alterada, por lo que estaba dispuesto a decirle todo lo que sabía si con eso ella se calmaba.

—Todo lo que sepan, sobre él, su familia... necesito saberlo todo, muchachos.

Los mellizos comenzaron a relatar cómo habían conocido al profesor, cuando eran tan solo unos niños, y le relataron a su tía cosas que ella ya sabía a medias, los abusos que habían sufrido a manos de ese tipo, cada castigo cruel que les había impartido.

—¿Qué pueden decirme de su vida fuera del colegio?

—Sara, ¿A dónde quieres llegar con este interrogatorio? -preguntó Franco-

—Ya me vas a entender -Respondió a su marido sin querer dar detalles que pudiesen alarmar a los mellizos- ¿Y, chicos?

—Tia, solo conocimos a Felix y Adela -aseguró León- al ser amigos de Adela sabíamos sobre los abusos que él cometió contra ellos, era un hombre difícil, nadie quería indagar más sobre el

Sara suspiró antes de sonreír a sus sobrinos, era evidente que no podría sacarles más información a ellos.

—Está bien, si recuerdan algo más sobre él, no duden en decirme, ¿si?

Erick, aún confundido por el repentino interés de su tia en el profesor Carreño, asintió-

—Doña Sarita, Don Franquito -los llamó Quintina entrando en la sala- Gonzalo ha llamado, manda a decir que uno de los empleados ha tenido un problema con un caballo y está alterado

Sara se levantó rápidamente seguida de Franco

—Enseguida voy, Quintina, gracias -Quintina se retiró y Sara se volteó hacia Franco- mi amor, si quieres quédate, yo puedo encargarme de esto sola

—No, Sara, te acompaño, de todos modos ya estoy cansado, iré a dormir un rato antes de que vuelva Gaby de la universidad

Ambos se despidieron de su familia y volvieron a la hacienda, donde un grupo de empleados estaban intentando calmar a uno de los nuevos caballos.

Sara los apartó y con cuidado se acercó al animal, con ayuda de Gonzalo, lograron tranquilizarlo y llevarlo hacia las caballerizas a que descanse

Franco no podía dejar de sonreír al ver a Sara hacer lo que mejor sabía hacer. Para él, siempre era un placer verla ocuparse de los caballos y mandar a los empleados con tanta seguridad.

Solucionado el problema, ambos volvieron a la casa, al entrar, se encontraron a Jimena hablando por teléfono muy animadamente, Franco estaba a punto de subir para ir a dormir un rato, pero Jimena le hizo una seña para que esperara.

—Genial, nos vemos -dijo antes de colgar- hermanita, cuñadito, les tengo planes para esta noche

—¿Qué locura se te ha ocurrido ahora? -preguntó Sara viendo la sonrisota en el rostro de Jimena-

BAJO EDICIÓN: The rescue {Sarita y Franco - Pasión de Gavilanes 2}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora