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Era tarde.

Cuando Yoongi y Jimin bajaron hasta el comedor era tarde.

Ambos chicos se acomodaron en la sillas disponibles bajo la mirada de todos. Yoongi actuaba normal, como si no le importara realmente, a diferencia de Jimin, quien pedía disculpas a los señores Min por haberlos hecho esperar.

"Creí que el horario había quedado claro" dijo la señora Min con voz suave, sonriendoles para hacerles saber que el asunto no era del todo grave. "¿En donde estaban?"

Jimin balbuceo una respuesta que nadie entendió. Estaba tan nervioso y era pésimo ocultando la verdad, ¿Como iba a explicarles lo que había sucedido en el invernadero, minutos atrás?.

"Jimin tuvo un problema con su ropa" Yoongi fue quien, al notar el estado del rubio, decidió intervenir. "Así que le preste un traje, no encontrábamos uno que le quedara bien del todo y nos tardamos mas de la cuenta" Jimin asintió con fuerza, se mordió los labios para no decir alguna estupidez que arruinara la gran coartada de Yoongi.

"Bueno, ya esta, cenemos de una buena vez o esto se enfriara" El señor Min fue quien comenzó a servir los diferentes alimentos en los platos.

Todos actuaban con aparente naturalidad, comentando lo delicioso que todo lucia y lo bien que todo sabia. No es como si Jimin tuviera mucho apetito a decir verdad, pues en su barriga aun estaban esas chispas revoloteando a causa de lo que había hecho con Yoongi en el invernadero. Solo había sido...un toque, bueno, varios, mejor dicho. Lo normal ¿Era normal? Es decir, eran jóvenes, ya casi adultos y esas cosas eran normales entre adultos.

Sintió como su rostro empezaba a enrojecerse de tan solo pensar, de solo recrear la escena en su cabeza, de escuchar aquellos sonidos de nuevo haciendo eco en su mente.

"¿Jimin?" fue Taehyung quien le susurro bajito. ¿Que te pasa?" Jimin negó y sonrió nervioso.

"N-Nada, nada" volvió a reír y se dedico a comer lo que tenia en su plato. Su amigo le miraba ceñudo, no muy convencido. Yoongi les miraba con el rabillo del ojo mientras servia algunas verduras en su plato, quería reír. Jimin podía ser tan tremendamente obvio. No dudaba que al final de la cena todos supieran que habían profanado el pequeño invernadero con sus cochinadas.

Vaya.

No va a negar que estaba un tanto...confundido. Ya no estaba tan seguro de que si la dichosa poción era la causante de sus emociones, de sus actos. Esperaba que no, esperaba que los sentimientos que tenia por el chico de Gryffindor fueran puramente de el y no a causa de un brebaje barato.

No.

No podía ser, algo tan simple como una pócima de amor no podría igualar jamas los verdaderos sentimientos que el creía estar sintiendo por Jimin. Llamenlo cursi, pero pensaba fervientemente que no había magia mas poderosa que el mismísimo amor, y podría ser joven, podría ser que le faltara aun mucho por vivir y experimentar, pero de algo estaba completamente seguro.

Estaba enamorado de Park Jimin.

"...Y podrá comenzar a trabajar en cuanto salga del colegio, todos han quedado encantados"

Su padre hablaba mientras los demás escuchaban atentamente, fue cuando Jungkook lo miro con pena, que se dio cuenta que hablaban de el.

"Estoy segura que a Yoongi le ira muy bien, es muy responsable y educado" su madre termino de decir. Yoongi no aporto nada a la conversación. No tenia ánimos de arruinar la cena navideña, por lo que se abstuvo de aclarar que aunque se hubiera comportado decentemente en el ministerio esa misma mañana, eso no significaba que hubiera terminado por aceptar el trabajar ahí cuando sus estudios culminaran.

Amortentia [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora