"Por supuesto, la Amortentia no crea amor. Es imposible crear o imitar el amor. Sólo produce un intenso encaprichamiento, una obsesión. Probablemente sea la poción más peligrosa y poderosa de todas las que hay en esta sala"
•Historia ficticia
•Histo...
Y el aludido se sorprendió gratamente de que aquel muchacho supiera su nombre.
"Uh...no, desde luego que no" empezó a balbucear un nervioso Kim Namjoon. Llevaba la corbata algo deshecha y los anteojos rotos del armazón. Habia desisitido de arreglarlos con un simple hechizo, porque le duraban intactos lo que un estornudo. "Busco a uno de tus compañeros, a Park Jimin ¿Se encuentra dentro?" Señaló al enorme cuadro de la Dama Gorda, que conducía a la sala común de Gryffindor.
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Los alumnos en Hogwarts, tenían prohibido visitar otras salas comunes que no fueran las de sus respectivas casas. Aunque nunca se había impartido un castigo verdaderamente fuerte si alguien inflingia dicha regla, todos parecían respetarla de todas maneras.
"Supongo que si, pero no estoy seguro ¿Quieres que le lleve un mensaje o que le diga que lo estas buscando?" El prefecto de los escarlatas sonrió, siempre era amable con todos, sin importar a que casa pertenecieran.
"S-si, si por favor" Namjoon miraba sus zapatos, lo que tenía de bueno en los estudios, lo tenía de malo para conversar con las demás personas.
"¿Si...que?" Preguntó divertido Seokjin.
"La segunda opción" se apresuró a aclarar el de Ravenclaw.
"Muy bien, ire a buscarlo" Seokjin estuvo a punto de entrar por el rellano de aquel cuadro, mas regresó sus pasos hacia el chico de cabello gris. "Oye...Namjoon"
El chico levanto lentamente su cabeza, encontrandose con los enormes ojos del mayor ya fijos en él.
"Reparo" susurro el prefecto con un movimiento delicado de varita y los anteojos de Namjoon quedaron como nuevos en un abrir y cerrar de ojos. Le dio un guiño de ojos y se alejo finalmente dejando al pobre muchacho temblando en su lugar.
La sala común de los escarlata estaba repleta de estudiantes. Era la hora en que todas las clases habian terminado y como afuera no habia dejado de llover, los alumnos preferían pasar sus horas libres resguardados y calentitos.
Kim Seokjin encontró a Jimin entre una bola de muchachos, gritaban y reían mientras jugaban Snap Explosivo.
"Jimin" el chico rubio volteo a verlo pero su atención en el, no duro ni dos segundos.
"Ahora no Jin, juro que ya termine todos mis deberes pendientes"
"Me importa lo que una varita de regaliz tus deberes ahora mismo Jimin" dijo Seokjin cruzandose de brazos. "Te buscan afuera"
"¿A mi?" Regresó su atención al prefecto, tallandose el dorso de su mano, en la cual minutos antes, habia explotado una carta. "¿Quien"