|CAPITULO DOS|
-¿Viniste caminando?- le pregunta Artem a la pelinegra cuando esta entra sola a la casa, el padre deja su computadora de lado para prestarle atención a su hija Deene. Artem es un hombre alto, musculoso y su cabello es pelinegro como el de sus dos hijos.
-Si- contesta Deene mirando al suelo, desde lo ocurrido la chica no se atrevía a mirar a los ojos a su padre, se sentía avergonzada y culpable- Amil tenía práctica por lo que vine antes- le informa la pelinegra a su padre.
-Es bueno que vuelva al equipo- la chica asiente la cabeza dándole la razón a su padre y se gira para subir a su habitación ya que no tenía más nada que decir cuando la voz de su padre la detiene.
-Quiero hablar contigo cariño- el cuerpo de Deene se tensa ante las palabras de su padre- tienes que hablar sobre lo que sucedió, no es bueno para ti que te guardes todo.
-Estoy bien- dice la chica aún dándole la espalda a su padre, su labio comienza a temblar ligeramente y sus ojos se volvieron vidriosos.
-Si no quieres hablarlo conmigo o con tu hermano puedes hablarlo con un psicólogo- Deene escucha los pasos de su padre acercarse.
-Dije que estoy bien- le dice bruscamente y sube las escaleras apresuradamente, se adentra a su oscura habitación cerrando la puerta detrás suyo con seguro.
Deene suelta un fuerte sollozo y se deja caer sobre el suelo de su habitación, la chica ya no aguantaba el dolor en su pecho, dolor que la acompañaba día y noche desde que todo sucedió y este no parecía querer disminuir si no todo lo contrario este aumentaba con el tiempo.
-Lo siento tanto mamá- susurra para sí misma mientras que las lágrimas ruedan por sus mejillas.
La chica analiza su oscura y desordenada habitación, pensando en que si su madre siguiera con vida la reprendería por el desorden y la oscuridad, pero ella ya no estaba.
Deene aún no comprendía el giro doloroso y inesperado que había tomado su vida, antes solía quejarse de los ruidos mañaneros que hacia su madre en la cocina, se quejaba de los consecutivos regaños de su madre por cosas insignificantes, se quejaba de las insistentes llamadas de su madre cuando esta salía y ahora la casa amanecía en un completo silencio, ya no recibía los constantes regaños de su madre y ya está ni siquiera salía de su habitación y si lo hiciera no recibiría las llamadas de su madre preocupada.
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𝕾𝖊𝖊 𝖞𝖔𝖚 𝖎𝖓 𝖆𝖓𝖔𝖙𝖍𝖊𝖗 𝖑𝖎𝖋𝖊- ᴄᴀʀʟɪsʟᴇ ᴄᴜʟʟᴇɴ
Vampire"𝒩𝑜𝓈 𝓋𝑒𝓂𝑜𝓈 𝑒𝓃 𝓁𝒶 𝑜𝓉𝓇𝒶 𝓋𝒾𝒹𝒶 𝒶𝓂𝑜𝓇" fue lo único que pudo leer Carlisle Cullen ya que el resto del papel estaba manchado de sangre. Aún lado de la nota está el cuerpo sin vida del amor de su vida.