|CAPITULO 7|
Daia se dejó caer al suelo cuando recibió otro golpe de parte de su padre.
-No sabes la fortuna que me has hecho perder- gruñó Enzo Lombardi descargando su enojo en el cuerpo frágil y débil de su hija.
-Es suficiente Enzo- reclamó Katherine Lombardi la madre de Daia.
-Tu cállate - se acercó amenazante hacia su esposa- te deje encargarte de su educación y modales como me pediste pero lo único que veo en ella es una niña malcriada, desobediente y egoísta que no sabe respetar a los hombres ni a sus mayores- Katherine bajo la cabeza intimidada por los ojos furiosos de su esposo, cuando esté se adentro a la casa Katherin se agacho frente a su hija la cual la miraba con ojos suplicantes para que la ayudara, pero a cambio recibió una mirada molesta.
-Te quedarás toda la noche aquí- indicó Katherine- debiste quedarte callada y aceptar casarte con el señor Rossi así nada de esto hubiera pasado.
Katherine se puso de pie y se adentro a la casa cerrando la puerta trasera de la casa para asegurarse que su hija no entrara en la madrugada.
Daia soltó fuertes sollozos mientras observaba cómo el cielo comenzaba a oscurecer, sus padres no habían sido los mejores pero nunca se habían atrevido a golpearla hasta hoy, Daia se había enterado el motivo de la glamorosa fiesta que se ofreció la noche anterior y era la unión de la familia Lombardo con la familia Rossi. Su propio padre la había vendido, como si de algún artículo se tratase y no de su hija. Daia se sobresalto al sentir unas frías manos tomar su rostro.
-Señor Cullen- murmuro sorprendida al ver nuevamente los ojos dorados de Carlisle.
-¿Te encuentras bien? ¿Quien te hizo esto?- pregunto rápidamente el vampiro al ver las heridas de su compañera.
-No debes estar aquí- Daia miro hacia su casa asegurándose que su madre o su padre no estén mirando por la ventana- debes irte- volvió a mirar al rubio y se sorprendió al ver que sus ojos ya no eran dorados si no negros, un negro atormentante.
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𝕾𝖊𝖊 𝖞𝖔𝖚 𝖎𝖓 𝖆𝖓𝖔𝖙𝖍𝖊𝖗 𝖑𝖎𝖋𝖊- ᴄᴀʀʟɪsʟᴇ ᴄᴜʟʟᴇɴ
Vampire"𝒩𝑜𝓈 𝓋𝑒𝓂𝑜𝓈 𝑒𝓃 𝓁𝒶 𝑜𝓉𝓇𝒶 𝓋𝒾𝒹𝒶 𝒶𝓂𝑜𝓇" fue lo único que pudo leer Carlisle Cullen ya que el resto del papel estaba manchado de sangre. Aún lado de la nota está el cuerpo sin vida del amor de su vida.