Capítulo 2

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Fernanda y Adriana se pusieron de acuerdo en llamar a Isabel mientras Mayte estaba bañándose. Isabel solía viajar a los países dónde tenían sucursales de la agencia, vivía preocupada por su hermana, siempre ha sido de espíritu libre y aventurero, por eso prefirió encargarse ella de las agencias que estaban fuera de México, pero desde hace un buen tiempo venía pensando en la idea de volver para estar mas tiempo con su hermana, así que la llamada que recibiría haría que se decidiera a volver lo mas pronto posible.

[I: nanita como estás y ese milagro que me llamas?
A: mi linda Isabel, te llamó casi siempre sólo que no me gusta interrumpir tu trabajo -reía-
I: ya lo sé mi nana hermosa, pero dime a que se debe tu llamado mi hermana esta bien -preguntó-
A: sí ella esta bien, solo llamaba para comentarte que quiero que Mayte tenga guardaespaldas
I: guardaespaldas? -reía- como para qué o por qué, dime la verdad
A: no pasó nada grave por suerte pero la trataron de asaltar, Fernandita me lo contó pero es secreto -susurró-
I: segura no me mientes y está bien mi Chi -preguntó preocupada-yo me devolveré a México aunque primero debo arreglar algunas cosas, dame unos días nana y cuando llegue hablamos de esto con mas tranquilidad, pero prométeme que Mayte esta bien -volvió a insistir-
A: Si hijita Mayte esta bien, bueno no le vayas a decir nada porque ella no va a querer, hablamos cuando estes aquí, cuídate mi niña].

La llamada finalizó y Adriana le comentó a Fernanda que Isabel llegaba en unos días a México, pero de la idea de guardaespaldas no se iba hablar hasta que ella llegara, la morena asintió y salió rumbo a su habitación para luego bajar a cenar, mientras la nana comenzó a preparar la cena para sus consentidas.

- Huele delicioso nana, ya quiero comer tengo hambre -habló la rubia-.

- Ya estará lista la lasaña para poder cenar, May me llamó Isabel -volteó a mirarla-.

- A mi también me dijo que viene a México, me alegre mucho al escuchar eso ya la extraño -hacia pucheros-.

-A quién extrañas acaso al señor que te ayudó hoy -preguntó la morena mientras reía-.

- Contigo no se puede Fernanda, sé mas seria para tus cosas -dijo en un tono molesto- ya hasta se me olvidó la cara del señor.

- Yo lo recuerdo muy bien si quieres te lo puedo describir es alto, tiene una espaldota si se ve que tiene fuerza el señor, tiene poquito de barba - iba a seguir hablando pero Mayte la interrumpió-

- Cállate ya Fernanda, estas muy loquita parece que el hambre te hace hablar cosas demás -dijo muy seria-

- Ya mis niñas calmadas las dos, estan peleando igual cuando estaban jóvenes.

- Todavía estamos jóvenes nana -reía- es más yo creo que por algo ese señor se cruzó en tu camino mi May y ahora si me quedaré callada.

Mayte ya no siguió hablando del tema, y las tres cenaron muy a gusto, desde que la rubia y la morena se hicieron amigas las cenas junto a su nana se había vuelto su cita favorita, las tres se divertían y cuando estaba Isabel las carcajadas de las cuatro resonaban por toda la casa, y esa noche no fue la excepción a pesar de lo sucedido en la tarde trataron de olvidarse del tema.
Desde ese día transcurrió una semana, Mayte siguió con su rutina como lo hacía normalmente, pero ese día llegaba su hermana Isabel y claro que la sorprendería con una cena como a ella le gustaba, pero la sorprendida fue ella cuando llegó a su casa y ahí estaba la castaña esperando a su querida hermana.

- Hasta que porfin llegas mi Chi - caminó hacia a ella para darle un abrazo-.

- Isabel -gritó- te extrañaba tanto ya no te vayas por tanto tiempo -se aferró a sus brazos-.

- Yo también te extrañaba hermana, fíjate que esta vez me quedaré mucho tiempo -le acarició su mejilla-.

- Por qué no me dijiste que llegabas te hubiese ido a buscar al aeropuerto.

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