Coincidir

Capítulo 6

Mayte estaba nerviosa, anhelaba sentir los labios de Manuel sobre los de ella, entre más se acercaba él su respiración más se aceleraba, sus labios rozaron y cuando se iban a besar, el golpe de la puerta los volvió a la realidad ambos rieron y él se apartó acariciando su mejilla mientras le regaló una sonrisa y abrió la puerta de inmediato.

- Mayte tengo que mostrarte unos documentos -dijo la castaña mientras entraba al despacho- Manuelito como le va, me permite hablar con mi hermana -le sonrió-.

- Isabel claro que si disculpe, señora Mayte al rato seguimos hablando es muy importante -le sonrió-.

- Si Manuel, luego hablamos -le sonrió de vuelta- bueno hermana asiento, que documentos son muéstrame -dijo revisando los papeles-.

- Que es eso tan importante que tienes que hablar con Manuel -arqueó una ceja- de que me estoy perdiendo Mayte -preguntó seriamente-.

- Isabel -reía nerviosa- me quería pedir permiso por algo de su hermana, no entendí bien -dijo haciéndose la desentendida- bueno voy a revisar estos documentos, me ayudas -preguntó para cambiar de tema-.

- Por qué tus mejillas estan ruborizadas entonces -levantó sus cejas-.

- Porque hace calor Isabel -rodó lo ojos- si vas a estar sacando conclusiones que no son mejor sigo trabajando sola -dijo molesta-.

- Ay Chi no te enojes, si te gusta Manuel no tiene nada de malo ya estas grandecita para que escondas tus sentimientos y sufras por amor, ya es momento de que seas feliz y que el pasado no te siga atormentando, pero bueno sigamos revisando porque quiero tener el informe listo hoy -dijo acomodándose en la silla para revisar los documentos-.

Mayte sólo miró a su hermana y comenzó a reír, sabía que lo que decía Isabel era verdad, que ella por temor a su decepción amorosa con Fernando nunca había logrado ser feliz con una pareja porque sus miedos se interponían en las relaciones que entablaba, pero con Manuel todo era diferente, le inspiraba mucha confianza, pero también le daba miedo que él solo estuviera confundido. Las hermanas Lascurain terminaron de revisar documentos de la agencia y terminaron los informes que necesitaban, una vez desocupadas ambas salieron del despacho y Mayte fue hasta la cocina ahí se volvió a encontrar con Manuel.

- Mi señora, terminó sus pendientes -preguntó-.

- Hola Manuel, si ya los terminamos -le sonrió-.

- Ahora que esta desocupada podemos hablar -dijo nervioso-.

- Claro siéntese -dijo mientras se servía agua de jamaica-.

- Es por lo de hace un rato, yo quería pedirle perdón nunca quise faltarle el respeto -dijo tímidamente-.

- No.. no se preocupe Manuel -dijo seriamente- todo esta bien, eso no debió ocurrir, si me permite seguiré trabajando -se paró de la silla y caminó hacia la puerta-.

- Señora Mayte no se enoje conmigo -le tomó el brazo y la giró acercandola hacia él- seriecita se ve preciosa, pero verla feliz me gusta más -acarició su mejilla-.

- Manuel gracias -sonrió- pero esto no esta bien -susurró mientras le acariciaba su mejilla-.

- Esta bien si ambos sentimos lo mismo mi señora, esto que siento aquí -tomó la mano de May y la llevó a su pecho- es más fuerte que yo, sentirla cerca me pone nervioso, me siento como adolescente con esas cosquillitas en el estómago -sonrió-.

- Usted me esta hablando en serio, acaso es un declaración -preguntó- yo, no sé que decirle -dijo nerviosa- a su lado se me olvida todo, me gusta estar con usted la mayor parte del tiempo, pero todo es muy rápido y si a su hermana no le parece yo no quiero causarle problemas, tal vez esta confundido -dijo juntando sus frentes-.