Coincidir

Capítulo 10

Todas le hicieron un recorrido por la casa a Adela, y le mostraron su habitación, la encontraba un poco grande, pero se acostumbraría, el ambiente que se sentía en esa casa ya le estaba gustando. Mientras hablaban las demás mujeres ella disimuladamente buscaba un lugar en donde instalar a Pumba, rogaba para que el pequeño no hiciera travesuras.

- Bueno te dejamos para que te instales, estás en tu casa -sonrió la rubia-.

- Nuevamente muchas gracias señora Mayte.

- Espero que te sientas cómoda y cualquier cosa no dudes en decírmelo.

- Te gusta la pizza pequeña -interrumpió la castaña-.

- Mi comida favorita -sonrió-.

- Entonces familia cenamos pizza, voy a pedir domicilio de inmediato.

- Bueno entonces al ratito nos vemos -sonrió-.

Las cuatro mujeres salieron de la habitación dejando a Manuel junto a su hermana.

- Gracias Ela, que te lleves bien con May es importante para mí -la abrazó-.

- Creo que me precipité se ve que es una buena persona, Isa Fer y la señora Adriana lo son también, me hicieron reír bastante.

- Claro que son buenas personas yo creo que no te vas a querer ir después -sonrió-.

- Tú lo dices muy seguro, ya lo veremos por lo pronto ya le dijiste sobre Pumba.

- Al rato le diré, no creo que se enoje mientras organízate y yo iré en busca de Pumba.

Manuel salió de la habitación a buscar al cachorrito que estaba en la camioneta durmiendo, con mucho cuidado lo llevó hasta el cuarto donde estaba Adela y ambos lo acomodaron para que siguiera durmiendo, mientras seguían acomodando la ropa de Adela y los accesorios que había llevado; minutos más tarde ambos se dirigieron al comedor, pero ninguno de los dos se percató que habían dejado la puerta abierta.
Manuel estaba nervioso pues era primera vez que se sentaría a la mesa junto a Mayte, normalmente comía en la cocina o en el comedor junto a los demás guardaespaldas.
El pequeño perrito decidió salir a explorar la casa y no encontró mejor habitación que la de la rubia para cometer alguna que otra travesura.
Mientras ellos cenaban las deliciosas pizzas que había encargado Isabel, decidieron seguir armonizando el ambiente para que Adela de sintiera como en casa.

- Se te ve tenso Manuelito, qué sucede todo bien -indagó la castaña-.

- Sí todo bien, solo que estoy nervioso por la situación es primera vez que ceno junto a ustedes.

- Bueno mi niño será la primera de muchas -sonrió la mayor-.

- Gracias por permitirme tener a mi hermana y cuidarla sin dejar de trabajar.

- Sí es cierto gracias espero no ser una carga.

- No digas eso, esperamos que te sientas bien aquí -sonrió la rubia-.

- Además podemos hacer panoramas y cosas entretenidas -dijo la morena-.

- Ne tienes razón un día nos podemos ir a la casa de campo, les parece.

- Isabel ya! vayan con calma, haremos todo eso y más pero dejemos que Adela se sienta cómoda con nosotras.

- Son muy chidas, ya veo porque Manu las quiere tanto especialmente a una -sonrió-.

Mayte sintió sus mejillas ruborizarse y todos notaron que se había puesto nerviosa, así que luego de reírse de la situación comenzaron a contarle la profesión que ejercían cada una en la agencia, por su parte, la nana le contó que conocía a las Lascurain de toda la vida y como fué que conoció a Fernada, la morena le contó que era maestra de música y Adela quedó fascinada pues amaba la música en todos sus estilos. La cena transcurrió muy amena luego de un par de horas de conversación todos se despidieron para ir a sus habitaciones. Cuando llegó a su habitación la hermana de Mijares se percató que Pumba no estaba y comenzó a buscarlo, como no lo encontró decidió llamar a su hermano.
Mientras los hermanos Mijares buscaban a su cachorro por los pasillos de la casa Mayte estaba terminando de poner crema en su cuerpo, cuando tocó el turno de colocar su pijama se percató que estaba húmeda y no era precisamente por agua, Pumba había orinado la tela, la rubia un tanto molesta salió en busca de su nana para encontrar una explicación, pensando que había entrado a la casa algún perro a escondidas; al salir se encontró con Manuel y Adela.