Capítulo 7

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Manuel abrazó a Mayte y la apoyó contra su pecho, ella podía escuchar como los latidos de Manuel estaban acelerados; así permanecieron varios minutos abrazados sin pensar en el exterior, estaban viviendo su momento.

- Manuel esto es un locura -lo miró y sonrió-.

- Una locura que quería cometer desde la tarde pero nos interrumpieron -le sonrió y la volvió a abrazar-.

- Tengo miedo Manuel, no quiero que mi corazón vuelva a salir lastimado -se separó de él y se volvió a sentar-.

- Eso no va a pasar conmigo Mayte, yo te quiero cuidar hasta el día que tú me lo permitas y si no me lo permites yo seguiré insistiendo -acarició su mejilla- quieres contarme tus miedos bonita -preguntó-.

Mayte guardó silencio unos minutos y fijó su mirada hacia el suelo, mientras Manuel le acariciaba la espalda para hacerle saber que él la escucharía y apoyaría en todo momento. Con un nudo en la garganta comenzó a contarle a Manuel toda su historia con Fernando, le contó que se iban a casar que él la dejó plantada  y desde aquella vez tiene miedo a volver amar y salir lastimada las lágrimas comenzaron a bajar por sus mejillas, él solo la abrazó con fuerza, le dolía ver a Mayte sintiendo miedo de volver a enamorarse, de ser feliz y sufriendo por algo que había pasado hace 20 años y le daba coraje saber por culpa de aquel hombre ella no había podido ser feliz con alguien más.

- Gracias por confiar en mi preciosa -la tomó de las manos- sé que esto que esta ocurriendo entre nosotros ha pasado muy rápido, pero te prometo que yo nunca te haré daño y te voy a proteger contra quien sea, voy a ser tu incondicional.

- Manuel prométeme que todo lo que me dices es verdad, que no me vas a dejar, no te vas a ir -dijo entre lágrimas-.

- Claro que no me voy a ir -le secó las lágrimas y la estrechó mas a su cuerpo- a ti no te pienso dejar nunca -acarició su espalda- pero tenemos que ver lo de mis horarios para poder cuidar a Adela en lo que Paz está en su retiro.

- Trae a tu hermana a vivir aquí -se separó de él- ella puede estar en una de las habitaciones de arriba y tú abajo con los demas guardaespaldas -alzó los hombros-.

- Mayte como crees que haré eso no quiero que tu hermana piense que me estoy aprovechando, pero ven no te alejes -la volvió abrazar y ella sonrió-.

- Isabel te estima mucho, no pondrá peros, mi nana y Fernada menos.

- Lo voy hablar con hermana y te comento la decisión está bien, muchas gracias por esta propuesta, sabes hablando de nosotros siento que te conociera desde antes -acarició su mejilla con su dedo índice-.

- Nada que agradecer -le sonrió- pero si nos conocemos de antes Manuel -sonrió-.

- Sí, pero me refiero al conocerte desde siempre, como si mi vida estuviera esperando a encontrarse contigo nuevamente.

- Tú dices que nos conocemos de otra vida y ahora volvimos a coincidir -alzó una ceja-.

- Sí de eso hablo, de lo bonito que es y será coincidir contigo en todas las vidas que podamos tener -le besó la nariz-.

- Manuel eres un romántico de lo peor -reía- pero a si me gustas poquito.

- Te gustó un poquito y que podría hacer yo para que te guste un poquito más Maytecita.

- Quererme mucho y darme otro beso, tal vez me puedas gustarme un poquito mas -sonrió-.

Mayte no alcanzó a terminar de hablar cuando Manuel se abalanzó a sus labios nuevamente, ella siguió el beso y de pronto comenzaron a reír como dos niños chiquitos al darse cuenta que estuvieron 4 horas en el jardín y ella nunca entró a ver la película. Ambos se pararon de la banca y comenzaron a caminar hasta la casa, mientras Mayte adelantaba su paso Manuel la jalaba del brazo para acercarla a él y volver a besarla, sin duda sus corazones estaban más que fechados y conectados. Habían quedado de mantener todo al margen para ver como se iba dando su relación y no estar respondiendo las preguntas de todas las que estaban dentro de esa casa. Cuando entraron estaba todo oscuro, señal de que todas se habían ido a descansar, Mayte abrazó a Manuel y le dio un beso para desearle buenas noches, ella subió a su habitación y Manuel a la de él.
Cuando Mayte llegó a su habitación estaba todo oscuro, pero al prender la luz se llevó una gran sorpresa.

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