Capítulo 3

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Isabel le concedió el permiso a Manuel para retirarse un par de horas e ir a ver a su hermana, ya que él le contó que ella no estaba acostumbrada a estar separada de él y ella lo entendió pues le pasaba lo mismo con May cuando estaba fuera del país sufría estar separada de su hermana. Él caminó rápidamente hasta llegar a la puerta sin percatarse que la rubia venía bajando las escaleras.

- Tan rápido se aburrió del trabajo Mirajes -preguntó seriamente mientras bajaba el último escalon-

- Mi señora -puso una mano en su pecho- me asustó disculpe no la vi con la prisa que llevaba.

- Pero no me ha contestado mi pregunta -se cruzó de brazos- va de salida o se va definitivamente.

- Voy de salida señora Lascurain regreso en un par de horas su hermana me autorizó, no le quise preguntar a usted porque pensé que estaba ocupada y molesta.

- Pero su jefa soy yo -interrumpió- dónde va con tanta prisa, vamos lo acompaño.

- Me quiere acompañar a mi casa -preguntó-.

- No -sonrió- lo acompaño hasta el jardín, necesitamos hablar.

- Pasé usted primero -abriendo la puerta- caminamos o se quiere sentar en las banquitas cerca de los rosales -preguntó-.

- Le gusta caminar -preguntó- porque a mi sí.

- Si señora me gusta caminar, es más su jardín es precioso da mucha tranquilidad -le sonrió- entonces que quería hablar conmigo -preguntó-.

- Si tiene mucha prisa podemos hablar cuando vuelva, no hay problema.

- Mientras trabaje para usted siempre tendré el tiempo necesario señora Lascurain.

- Eso sonó a coqueteo Mijares -alzó una ceja- estoy bromeando -dijo al ver al hombre con las mejillas con un tono rojizo-.

- Ay señora que vergüenza, no me malinterprete jamás diría algo para incomodarle, pero bueno dígame.

- Yo estoy muy agradecida de su ayuda hace unos días, no cualquier se interpone en algo tan peligroso, pero...

- Pero siempre hay un pero -interrumpió-.

- Si me deja continuar -sonrió al verlo asentir-yo no estaba de acuerdo a contratar guardaespaldas, no estoy acostumbrada a que un desconocido me siga para donde vaya, pero Isabel insistió tanto que tuve que aceptar aunque, si no me siento cómoda hasta aquí llega su contratación ese fue nuestro acuerdo -se cruzó de brazos-

- Señora Lascurain verá que no se dará cuenta que yo la estoy cuidando, mi intención no es incomodar a la gente con la que trabajo, y si no se siente cómoda hay mas guardaespaldas dentro de la cuadrilla, yo seré su guardaespaldas porque así lo dispuso su hermana, así que si me lo permite ahora si me retiro vuelvo en un par de horas, estoy autorizado por su hermana.

Manuel dio la vuelta y sin esperar que Mayte siguiera hablando se retiro del lugar, sabía que debía darle tiempo a que ella se acostumbrara a que alguien la estuviera siguiendo 24/7, pero Manuel era tan profesional que cumpliría con su palabra, ella no notaría que él estaba ahí. Por su parte Mayte sonrió ante la reacción que tuvo él, no se enojó ni se comportó altanero al responderle, sino que le llamó la atención que siguió siendo educado, pero tenía dudas de el lugar dónde iba tan deprimisa y lo iba averiguar, se dio la vuelta y caminó hacia la puerta donde estaba Isabel.

- Que haces y de dónde vienes Chi -preguntó-

- Ay Isabel si ves que vengo del jardín pa que preguntas, me permites quiero ir a mi habitación -abriendo la puerta-.

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