¡Tres!

1.3K 162 65
                                    


Bakugo nunca habia tenido problema alguno con como se vestia su novio.

Le importaba poco o nada donde comprara su ropa, eso no cambiaba al pelirrojo, había imbeciles de ropa cara y actitud mierda, pero Kirishima era un sol andante.

Mas allá del echo de que su novio no tenia ni idea de como combinar colores  por lo cual el se daba la tarea de elegir por el, le mandaba la ropa que el se pondria, para que Kirishima pudiera elegir colores combinados, y eso funcionaba bien a la hora de salir.

- No te ves tan mierdoso, eh. - analizó al pelirrojo, el cual ahora parecía perrito moviendo la cola de felicidad al ser aprobado por su novio, al parecer se había esforzado en poder tener una vestimenta combinada y sin perder su estilo, y eso ponía orgulloso a Bakugo.

Cómo aspirante a diseñador de modas, era su labor que su novio se viera bien, que estuvieran "twins" como decía la idiota cara redonda.

Mientras el tenía su outfit más caro que la casa de quien está leyendo esto, Kirishima vestía felizmente su ropa de paca, algo que le parecía adorable.
Incluso el disfrutaba de ir a la paca a ver que había, habían cosas geniales, de marca y buen material a precios que lo dejaban con la boca abierta por lo barato.

Aunque ahora tenía un problema.

- Oye Blasty... -

- Mmh. - contestó el al otro lado del teléfono, midiendo la tela que iría del hombro al pecho del maniquí masculino frente a el.

- Mi jefa me invitó a una fiesta acá de la familia, pero no se que ponerme. - confesó aterrado el de cabello rojo.

- Dramático... ¿Cuando es? ¿Cuantos días? Para ver si puedo hayarte algo que combine. - empezó a colocar los alfileres enpara unir telas.

- Es en dos horas, bebé... - ¿Qué?.

-¡¿Qué?! ¡Avisame antes, maldito idiota cabeza de jitomate! ¡Ah- mierda! - grito al sentir como se pico con un alfiler por la impresión.

- ¿Estas bien, mi amor?

- ¡Quedate ahí! Ahí voy.

- ¡¿Qué?! ¡No, no, no! ¡No quiero interrumpirte!

- No voy a permitir que te humilles con tu pobre sentido de color... - y colgó el celular.

...

- Kats, ya te dije que no era necesario. - el Moreno se ahogaba entre tanta ropa que su novio le ponía encima para revisar. Se acababa de bañar y el rubio estaba como loco.

- Es mi deber como novio que te vistas bien, yo no quiero un novio que combine rojo brillante con café o algo así... - hizo una mueca de asco, mientras Eijiro recordaba que lo último que uso ayer fue esa combinacion, trago saliva.

- Mierda ¿Porque sólo tienes esto?

- Es que acabo de lavar, amor. - respondió.

- Y lo que siempre usas ya está muy quemado, necesitas algo nuevo... Ay, Dioses, luego te llevare a comprar ropa.

- ¿Al tianguis de San Miguel?

- Yo pensaba que a H&M, pero si quieres ahí, esta bien.

- ¡Yeei! - rió.

Bakugo bendijo mentalmente cuando encontró un pantalón blanco entre todo el desmadre de closet que era el de su pareja.

- Gracias a todos mis ancestros, solo debes ponerte esto y una playera negra, además de accesorios, claro esta. Voy a revisar tus zapatos, ponte eso. - señaló la ropa en la cama. - Ponte crema, y no olvides el desodorante...

- Shi, amor. - y empezó a arreglarse.

Mientras su enojon novio revisaba sus zapatos (en la mayoria tenis vueltos mierda) el trataba de concentrarse en verse bien.

Le gustaba verse presentable ante su novio, y aunque no se lo diria, aquello de la ropa habia sido una pequeña excusa para poder ver a su rubio.
Aunque lo de la fiesta en dos horas era real, lo habia olvidado y aprovecho su pésimo gusto en ropa para que Bakugo fuera a su casa, no habia barrido su cuarto en vano.

Pero habia una cosa que le pasaba por la mente y no se le iba.

¿Algún dia tendría eso diario? ¿A Katsuki buscando su ropa, y diciéndole que se ve bien? ¿Tendria a Bakugo con el todos los dias, en su casa, en su cuarto, en su cama? Porque lo veía, veia ese futuro al lado del cenizo, podia imaginarlo y suspirar ante la imagen, sería genial...

- Te pusiste la camisa al revés, baboso. - pensado en el rey de roma, su pareja lo saco de su mente. - A ver, mete los brazos.

Lo hizo para poder girar la playera, quedando bien.
Bakugo lo plancho un poco con su mano para quitar algunas pequeñas arrugas.

Y Eijiro le miró embelesado con la belleza de este.

Lo miraba con una adoración casi divina, el ceño fruncido, pero tranquilo, y la suavidad con la que lo trataba, la dedicación que ponia en cada detalle, y el amor que hacia su corazón dar vueltas como mariposa de barrio.

No aguanto mucho, frenando la mano de su chico, este le miro extrañado y se topo con los ojos borgoña, mirándolo dulcemente y acercándose a su rostro.

Depositando un suave besito sobre sus labios, otra vez fijo sus orbes en los del contrario, y no hicieron falta palabras para que ambos unieran sus bocas en un beso, con Kats poniendo sus manos tras em cuello del moreno, y este tomando su rostro y cintura.

El amor se encuentra en pequeños detalles, y en la vida cotidiana.

Y estaba ansioso por tener esa vida para siempre...

¡Datos de la historia!
★- Kirishima es un "Si, lo que tu digas, mi amor."
★- Al final Kirishima terminó con un outfit perron y unos besotes.
★- A Bakugo le encanta ir a la placita, aunque se pelea con señoras.
★- Kirishima es una persona neurodivergente en esta historia, ya que tiene tdah. (En la mayoría de mis historias lo tiene, de echo.)
★- Los zapatos de kirishima estan todos punteados por correr de la policia y echarse bailongos bien locos.
★- Kiri en serio tiene un pesimo gusto para moda, pero tiene un gusto excelente en cuando a novio.



El Niño Fresa; Kiribaku ᵃᵘ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora