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Capítulo 6: Ese extraño 'tío'

El planeta X-C100 era el equivalente a un centro de transporte en el Sector X. La rotación entre los Sectores divididos por Star Alliance ocurría principalmente en el planeta X-C100. Todos los días, había decenas de miles de naves espaciales y naves espaciales aterrizando y despegando dentro del área, y el destino de Cillin estaba entre el Sector D y el M; los Sectores categorizados como los diez Sectores de 'libre comercio' de rápido desarrollo. El Sector X era, en el mejor de los casos, un Sector atrasado.

Por otro lado, los Sectores A a C no eran lugares fáciles para establecer un punto de apoyo firme. El Sector A estaba poblado por organizaciones políticas, y el gobierno de coalición de la Alianza Galáctica se podía encontrar en esta área; El Sector B era famoso por sus numerosas academias y transacciones financieras; en cuanto al Sector C, la mayor parte de la tierra cayó bajo reservas militares, y la academia militar más famosa de GAL, la Academia Militar GAL, se podía encontrar justo aquí. Los Sectores ABC eran conocidos por la gente de GAL como 'Los Tres Sectores Resplandecientes', y no eran un lugar al que cualquiera pudiera ir. Las aguas eran profundas y no se sabía cuándo uno podría ser eliminado por algunas razones inexplicables.

Sentado dentro de un restaurante cerca del puerto espacial, Cillin apoyó la barbilla y miró el paisaje exterior. En comparación con el bullicioso caos de Brown Earth, el planeta terminal X-C100 parecía ser sistemático y estar en perfecto orden en todas partes; ya sea tan grande como un carguero o tan pequeño como los autos voladores que circulan rápidamente por las carreteras. El centro de transporte del Sector X ciertamente estuvo a la altura de su nombre.

Cillin compró un tabloide. Las animaciones intermitentes y los nombres llamativos siempre pueden inyectar algo de frescura en la vida cotidiana de las personas. El boleto para el Sector K ya había sido comprado, y todo lo que Cillin necesitaba hacer era esperar. Mientras tanto, Cillin tomó un sorbo de su taza de té.

Ya sea por su postura sentada, bebiendo o leyendo, Cillin dio la impresión de ser una persona muy culta. Era algo que cultivó siguiendo a Genya desde muy joven, y no se parecía en nada a alguien de la zona pobre. Pero, por supuesto, esto era solo un disfraz para combinar con su apariencia actual. Podría fácilmente dar la impresión de un rufián si quisiera.

"Hola cariño, ¿tienes una mesa libre para mí?"

Un joven con rizos castaños hasta los hombros que llevaba un par de gafas de sol y ropa algo elegante entró en el salón con un gran maletín negro. Los dos botones superiores de sus camisas estaban desabrochados, revelando músculos bien definidos, testimonio de su explosiva masculinidad. Bromeó con la camarera que le servía; mirando descaradamente sus pechos bien formados.

Estaba justo al lado de un camarero robot y, sin embargo, solo tenía que preguntar por la camarera del otro lado del mostrador. Pero tales coqueteos eran bastante comunes, y la camarera obviamente no estaba sorprendida por la situación mientras continuaba respondiendo con una sonrisa: “Lo siento mucho, pero no tenemos una mesa libre en este momento. Sin embargo, hay asientos vacíos, así que le gustaría esperar o unirse a otra mesa…”

“¡Ay, hombre! ¡Así que no quedan mesas! ¡Que desafortunado!"

El joven miró alrededor del salón a través de sus gafas de sol antes de finalmente detenerse en la mesa de Cillin.

“Esa mesa servirá. Supongo que me juntaré con nuestro amiguito de allí.

"Okey. Por aqui por favor."

La sonrisa de la camarera era un poco rígida. Era una mesa estándar para seis personas y solo había una persona sentada allí; dos incluyéndolo a él. ¿Por qué alguna vez necesitaría apretar?