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154.2

Capítulo 154: El joven que persigue el viento [Parte 2]

La Sra. Ventz no tenía otros trabajos. Todo lo que hizo fue cuidar de sus inquilinos, lavar ropa, etc., y hacer algunas artesanías para vender por un pequeño cambio. Después de todo, en un mundo regido por la alta tecnología, las artesanías eran demasiado baratas.

El producto de una máquina era más preciso, más hermoso, menos lento, de bajo costo y altamente eficiente. Sin embargo, la ventaja de las artesanías radica en su creatividad. Mientras el creador tuviera buenas nociones e ideas, habría gente que las compraría. Aunque no podría venderse a un precio ideal, al menos podría satisfacer algunas necesidades básicas.

No fue Udoze o la Sra. Vento, sino los residentes de los alrededores quienes les dijeron esto por su propia cuenta. Las personas que los rodeaban básicamente dependían del pago del alquiler para su sustento, y cuando no había competencias de carreras de autos voladores, pasaban la mayor parte del tiempo charlando. Por lo tanto, Cillin y Tang Qiuqiu, que acababan de llegar a residir en la casa de Udoze, se convirtieron en su mejor socio revelador.

Era de noche.

Tang Qiuqiu estaba acostado en la cama y miró la descripción del equipo de carreras: "Hermano Cillin, ¿a qué equipo de carreras pertenece Udoze?"

“El tío a la vuelta de la esquina de la calle dijo la última vez que está en 'Storm'”.

"Tormenta, eh..." Tang Qiuqiu hojeó los materiales, "Oh, son bastante buenos. ¡Son el número cuatro en todo el planeta!”

"Está bien, lee menos por la noche y duerme más temprano". Cillin golpeó la cabeza de Tang Qiuqiu.

"Bien, lo tengo, solo cinco minutos más, no, quince minutos más y me dormiré".

Cillin negó con la cabeza mientras sonreía. Miró hacia la ventana trasera de tono exterior. Nadie sabía lo que estaba pensando.

El gato gris había salido a buscar comida nuevamente. Durante los últimos dos días, este tipo había estado viviendo bastante cómodamente. Aparte del hecho de que este era un lugar abundante en recursos alimenticios, la razón principal de su buen humor era porque había encontrado algunas mascotas de alto nivel que estaban lo suficientemente bien entrenadas para hablar en el área de la ciudad. Aunque habían visto algunas mascotas parlantes de alto nivel que fueron criadas por gente rica en Ouroke, no pensó que se encontraría con mascotas de alto nivel aquí también. A partir de este hecho, se podía ver que este era un lugar donde la gente rica venía a divertirse.

Desde que vio a las pocas mascotas de alto nivel que hablaban, el gato gris se volvió mucho más relajado. De vez en cuando hablaba en el camino y disfrutaba de la lluvia de atención de los transeúntes. Al mismo tiempo, estaba muy complacido consigo mismo porque el idioma GAL hablado por esas pocas mascotas de alto nivel que hablaban tenía un fuerte acento en ellos. Una vez más, el gato gris estaba experimentando una auto-iluminación en este sentido.

Después de que Tang Qiuqiu se quedó dormido, Cillin apagó la lámpara recargable. Cerró los ojos y se acostó en la cama, pero no se había quedado dormido.

Era medianoche. Los sonidos de golpes en el patio comenzaron una vez más.

Udoze estaba sentado dentro de la cabina del conductor y se preparaba para partir. Sin embargo, escuchó un sonido de golpe y giró su cabeza. Entonces, estaba tan sorprendido que casi saltó sobre sus pies. Cillin se había parado al lado del gato volador viejo y andrajoso antes de darse cuenta, y estaba golpeando la tapa del auto.

Cillin hizo un gesto con la mano y le indicó a Udoze que abriera la tapa del auto.

Aunque no estaba dispuesto, Cillin era su inquilino después de todo. Él era el proveedor del dinero de su alquiler y, a juzgar por los últimos dos días, Cillin y Tang Qiuqiu eran muy buenas personas. Por lo tanto, Udoze finalmente abrió la tapa del automóvil y permitió que Cillin se sentara en el asiento trasero.