Capítulo 2: Extraño sentimiento

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Era un día soleado, Ash y Goh estaban entrenando a sus pokémon. Cinderace y Lucario se enfrentan en una batalla, ambos estaban listos... bueno, eso parecía.

Ash: Lucario, ¿estás listo?

L: Arr (seguro)

Goh: Cinderace, ¡ve!

C: [Sale de su pokeball] Cinder (Vamos)

L: -Vaya, Cinderace se ve muy bonita hoy, el sol hace relucir su pelaje y...-

Ash: ¡Lucario, aura esfera!

Goh: ¡Cinderace, balón ígneo!

L: [Reacciona] ¡Arr!

Ambos pokémon preparan sus ataques, pero Lucario observa por un momento a la conejita...

L: -No quiero pelear con ella, aunque sea entrenamiento, no puedo atacarla, no hoy...-

Cinderace aprovecha la ligera distracción de Lucario y lanza su balón ígneo hacia él. El pokémon tipo acero no tuvo tiempo para reaccionar y recibió ese ataque.

Ash: ¿Estás bien Lucario?

L: Arr -No quiero atacarla, pero... ¿por qué estoy pensando esto ahora?-

Ash: Bien, ¡usa inversión!

Goh: ¡Ataque rápido!

*Ambos se acercan con velocidad*

Goh: ¡Patada de fuego!

Ash: ¡Doble equipo!

Cinderace usa la patada en un clon de Lucario, el cual éste desaparece.

Ash: Aura esfera ¡Ahora!

L: -No puedo... tengo que hacerle el menor daño posible-

Goh: ¡esquívalo y usa balón ígneo!

Cinderace logra esquivar con éxito el aura esfera y lanza su ataque hacia Lucario, quien no logra esquivarlo y recibe el daño.

Ash: Parece que hoy estás muy desconcentrado, regresa. [saca la pokeball de Lucario] Descansa un poco, amigo.

C: -Que extraño, ¿le habrá pasado algo? No pudo atacarme ni una vez en esta batalla.-

Ash continúa entrenando, esta vez con Pikachu y Dragonite, mientras que Goh elige a Scizor para que acompañe a la conejita durante la práctica.

Más tarde, los pokémon se reúnen para su hora de comer, pero Lucario no tenía apetito y se apartó de los demás, yéndose a esconder a un árbol que no estuviera a la vista de todos. Pero la conejita lo alcanza a ver, así que tomó un tazón con comida y fue hacia él, procurando que nadie la siguiera. Cuando llegó al árbol, vio a Lucario recargado en el tronco, observando el cielo; se acercó cuidadosamente para que no se molestara por haberlo seguirlo, pero hizo un poco de ruido al pisar unas hojas secas que estaban en el piso.

L: [Voltea]

C: Pensé que tendrías hambre, te traje tu comida [le acerca el tazón]

L: No quiero comer...

C: Quizá no tengas hambre, pero tú tienes algo. Estuviste un poco extraño durante nuestra práctica. ¿Qué fue lo que pasó?

L: No es nada, creo solo necesito despejar mi mente. [hace presente una voz nerviosa] Quiero estar solo...

C: Yo creo que ese es tu problema, todo el tiempo quieres estar solo. Pero creo lo que necesitas es a alguien que esté junto a ti. Yo puedo ser ese alguien si tú quieres, de todos modos, eres un buen amigo para mí, así que quisiera ayudarte.

L: [la voltea a ver y se sonroja levemente] En serio, necesito estar solo, por favor...

C: Bien, como quieras. Pero al menos come un poco, no puedes estar todo el día sin alimentarte. [se va con un gesto molesto y preocupante]

L: -Supongo que... te necesito. Pero debes entender que quiero estar solo- [toma el tazón y come]

Llega la noche y Cinderace quiere hablar con Lucario, pero se da cuenta de que no está, así que lo comenzó a buscar por todo el jardín pokémon, pero no lo encontró. Fue al árbol donde habían dormido la noche anterior y se puso a pensar en lo que había pasado en su batalla y en la hora de comer.

C: -Por alguna razón, me preocupas Lucario. Quiero saber ¿qué es lo que pasó hoy? ¿por qué estabas distraído? Eso no es normal en ti. ¿Dónde estás?...-

Cinderace escucha un gruñido cerca, estando alerta voltea a ver en todas las direcciones posibles. Hasta que, al mirar hacia arriba, en una rama de ese árbol estaba sentado Lucario.

C: Pero ¿qué haces allá arriba?

L: Solo quería pensar un poco antes de dormir... Pensé que estabas dormida, todos lo están. ¿Qué haces aquí?

C: Te estaba buscando, quería hablar contigo sobre lo que pasó en el día.

L: Lo hablaremos mañana pequeña, solo ve a dormir.

Cinderace quedó un poco extrañada por cómo le dijo Lucario.

C: -¿Por qué me dijo así? ¿Creerá que, aunque esté en mi evolución final, siga siendo inmadura? Que payaso-

L: -¡¿Por qué le dije así?! Ahora me interrogará por eso, justo cuando trataba de evitar hablar sobre lo que pasó hoy... Definitivamente algo me está pasando. ¿Qué es este extraño sentimiento?-

 ¿Qué es este extraño sentimiento?-

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