Esta historia está un poco basada después del capítulo 48 de Viajes Pokémon, donde Cinderace y Lucario tuvieron que trabajar en equipo para salir del embrollo en el que se metieron por tratar de rescatar a Pikachu, quien no sabían que en realidad se...
Después de la manera un poco fría que le contestó a la conejita, Lucario se aparta de todos, dirigiéndose al árbol donde éste se dormía. Pero en su camino encontró a Raichu, quien le dio algunas bayas que amablemente les ofreció hace un rato a la conejita y a él.
R: Hey, Lucario, ten estas bayas, debes estar un poco hambriento.
L: Te lo agradezco. [hace una "canasta" con sus brazos]
R: ¿Y Cinderace?
L: Debe estar cerca del lago, fue a buscar a ese pequeño llorón.
R: Lo dices de una manera como si no te cayera bien.
L: Al contrario, cada que me ve, huye. Parece que me tiene miedo y no entiendo por qué. Hace unos días, Sobble se cayó a un pozo que está oculto en el bosque, y Cinderace vino por ayuda. -En realidad había regresado por una cuerda, pero me ofrecí a ayudarla...- Cuando lo rescatamos, me miró y se fue corriendo, haciéndose invisible.
R: Bueno ten en cuenta que es muy frágil en cuestión a su actitud y comportamiento. Es sensible e inseguro, solo es cuestión de encontrar la manera en la cual puedas demostrarle confianza y protección.
L: Cuando sea necesario, me acercaré a él. Por ahora que se encargue Cinderace de eso.
R: Iré con ella, tú deberías ir a descansar. No te ves con suficiente fuerza...
L: -Si supieras en qué gasté mi energía- Lo haré, y otra vez, gracias por las bayas.
Lucario después de la pequeña charla con Raichu, empieza a comerse las bayas mientras se dirige a su árbol. Comienza a caer la noche y todos los pokémon se preparaban para dormir. Cuando la luna alcanza su punto más alto, "¿?" sale de su escondite y se acerca muy sigilosamente a Lucario. Por otra parte, el pokémon de acero y lucha se encontraba reposando en su árbol, teniendo un raro sueño...
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L: Debes recapacitar, lo que estás haciendo perjudica a muchos pokémon inocentes.
¿?: Entonces no se metan en mi camino.
L: Por favor, vuelve a ti... vuelve a mí. [lagrimea]
¿?: Es tu culpa que me haya convertido en lo que soy ahora. ¡TU CULPA!
*se acerca una gran llama de fuego que sentía que le quemaba el cuerpo*
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Se despertó de golpe y comienza a cuestionar un poco lo que había soñado, o al menos lo poco que recuerda.
L: -Vaya sueños más extraños, nada que ver como el anterior que tuve donde estaba con Cinderace y Braixen, pero... ¿éste lo debo tomar como una señal de algo? ¿Una advertencia tal vez?-
De pronto sintió una presencia cerca y escucha un muy ligero sonido, casi imperceptible. Al voltear detrás del árbol, logra ver algo moverse muy rápido. Cierra los ojos y con ayuda de su aura, logra distinguir su forma y descifra que era un pokémon que se le hacía conocido.
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