"Enfermo"

10 0 0
                                    

La molestia me llevo al baño rápidamente, comencé a toser violentamente empeorando en lugar de mejorar, la respiración se volvía difícil mientras continuaban temblando mis pulmones, algunas gotas de sangre salieron de mi boca sobre el lavamanos y me detuve para mirarme al espejo, todo estaba borroso y trate de recuperar mi equilibro apoyándome sobre el lavamanos manchado, pronto el caos terminó y pude volver a respirar aunque aún me sentía mareado y atacado por algún enemigo en mi cuerpo – no tengo tanta suerte como para morir ya ¿verdad? – lancé la pregunta al aire para después reírme, estaba solo en casa al parecer Sam había salido temprano, era difícil saberlo ya que me había quedado dormido sobre mi escritorio hace solo un par de horas – seis con cincuenta de la mañana – me prepare un café con toda la tranquilidad ignorando el hecho de que probablemente había escupido mi pulmón entero – que puto asco – aún me quedaba el sabor en la boca y tuve que tomar por lo menos tres tazas de café puro para que desapareciera.

- Siempre pensé que sería la única chica que podría invadir tu propiedad – se queja la pelirroja que estaba de nuevo molestando mi paz mañanera

- No me molestes, aún estoy procesándolo – refunfuño entre los dientes

- ¿y quién es ella? – pregunta curiosa, pero con un tono de recelo

- Que te importa – respondo con mi tono apático

- No me gusta que toquen lo que es mío – responde descaradamente para soltarme una sonrisa

- No soy tu puto juguete – repito esa tontería como si antes no lo hubiese sido

- Me siento un poco celosa – continua con su descaro después de haberme dejado claro que solo era su entretenimiento

- Pues mira que me importa una mierda lo que pienses – respondo con orgullo

- ¿sabes cuál es tu problema? – lanza una pregunta retórica

- ¿Qué siempre olvido sacar la basura? – respondo jodiendole

- Eres demasiado amable – se apoya las mejillas en sus delicadas manos – puedes poner esa cara de amargado cuanto quieras, pero jamás te negarías a ayudar a alguien que lo necesite

La pelirroja se retira y me deja con una duda que se apodera de mi cabeza - ¿tan fácil soy de leer? O ¿acaso es que esta tipa me ha conocido mejor de lo que lo han hecho las demás? – tiene un punto claramente, no me considero una persona amable de hecho me considero egoísta, pero de alguna manera termino permitiendo cosas así – el mundo destruye gente como yo – me digo para dentro – aun así, soy un sobreviviente – respondo rápidamente a esa cuestión. Me siento enfermo nuevamente, apagado sin una llama que mantenga el calor en este lugar, mi cuerpo se mece entre el mareo de mi cuerpo desgastado y la visión borrosa, busco en mis bolsillos las pastillas – quizás son un efecto secundario – pienso frustrado de no encontrarlas, pero hasta un cuerpo de piedra como el mío termina cediendo al cansancio, caigo en el suelo sin poder más.

- Bro, le voy a decir lo que siento – Jonathan interrumpe mi lectura del descanso con bastante seguridad

- ¿estás seguro? – pregunto dudoso esperando a que su valor se destruyera instantáneamente como siempre

- Se lo diré esta tarde a la salida del colegio – definitivamente hablaba enserio, note una seguridad en su mirada llena de brillos

- Pues mucha suerte hermano – respondo contagiándome de su emoción a la par que suelto una sonrisa habitual

- ¿Qué crees que diga? – pregunta nervioso

- Mmm – detengo mi lectura para responderle - es difícil saber esas cosas, nunca se sabe – sacudo levemente mi cabeza

Estoy muerto queridaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora