- ¿Lograste descansar? – pregunta Sam al verme despertar confuso
- Creo que si – respondo sin mirarla
- Bebiste demasiado – alega dulcemente, esta vez si la miré y noté una rojez en sus mejillas y su clara intención de evitar mirarme
- Ni recuerdo como llegué a casa, creo que fue una buena noche – respondo titubeando
- ¿Una sola? – pregunta levantándose de su asiento sin querer mirarme
- No bebí por tanto tiempo – respondo tratando de comprender su comportamiento, ella suele ser fría y distante pero hoy noté una sensación de rabia
- Estuviste tres días fuera – se da media vuelta para enfrentarme – llegaste ebrio y tumbando cosas, desordenaste tu nevera y encima empezaste a alegar mientras intentaba dormir
- Lamento haberte causado molestias – respondo con un tono sincero
- Eso es lo de menos, créeme – eso último lo dijo con rencor
- ¿Sucedió algo? – pregunto aún sin entender puesto que mis recuerdos de la noche anterior estaban revueltos
- Nada – responde con un tono inconforme
Era obvio que estaba molesta pero lo que menos deseaba era llevarla al punto de hablar, su actitud infantil le haría discutir sin razones y por el mero deseo de tener razón, así era ella y sinceramente mi jaqueca matinal me impedía querer tener una discusión de ese grado. Preparé algo de comer mientras el ambiente tenso entre ella y yo se notaba en toda la casa, estuvo evitándome por un rato incluso llegando a despreciar mi intento de darle algo para comer.
- Si me dices que te sucede podemos llegar a arreglarlo – ignoro mi reciente razonamiento
- No hay nada que arreglar – responde orgullosa
- ¿Te ha molestado que llegue ebrio? O ¿Qué haya desaparecido por tres días? – mi molestia comenzaba a presentarse lidiar con ese berrinche no era nada divertido
- A mi nada de eso debe importarme, es tu vida así que haz lo que quieras con ella – intenta huir a su habitación a lo que le detengo tomando su mano
- Usualmente prefiero no lidiar con estas cosas, son demasiado confusas, pero...
- ¿Pero qué? – se detiene interesada en oírme terminar la frase
- Eres un caso especial – respondo evitando sus ojos verdes
- ¿Especial? – pregunta riéndose – eres un tramador
- A veces eres detestable... – respondo enojado y sintiéndome herido
- Tú eres el detestable – arremete con rabia – diciendo esas cosas para luego arruinarlo ¿te gusta jugar conmigo?
- No sé a qué te refieres – mantengo sujeta su mano – estas molesta y no me dices porque y encima me tratas como tramador como siempre – suelto su mano – eres tú la que juega conmigo
- Entonces no soy diferente a todas las chicas que has conocido – gira su mirada – no trates de verme como ella... - esta vez era Sam quien se escuchaba herida
- Tú fuiste quien me hizo daño yo jamás hice algo para herirte – tomó mi distancia de ella – lo único que deseaba era que fueras feliz y es lo único que siempre quise – dudo momentáneamente – pero yo no soy él
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Estoy muerto querida
Novela Juvenilse debe saber cuando rendirse... las cosas solo saben empeorar a veces y es algo con lo que se lidia siempre, tienes la opción de como manejarlo, como superarte a ti mismo y manejar tu propio dolor sin afectar a quienes les importas, las cosas siemp...