Estoy muerto querida

"Epílogo"

Fui despertada por el sonar de mi teléfono provocándome un susto del diablo, me había quedado dormida sobre uno de los libros en el comedor del ala oeste del hospital, sobé mis ojos para tratar de despertar por completo mientras bostezaba y me estiraba, los días de invierno continuaban aún por lo que el olor de la lluvia aún permanecía entre las cercanías, pronto sería navidad y ya habían muchas cosas decoradas y las festividades se sentían, sobre todo en el ala de niños y cuidados intensivos, ellos tendrían una temporada de felicidad entre todo el infierno que pasaba cada uno de ellos, era difícil no contagiarme de esa sensación fresca, me quede un momento para luego seguir mi camino aún llevaba tiempo y no pretendía darme afanes

- Sam volviste a quedarte dormida en el ala oeste ¿verdad? – pregunta Liz que volvió a cruzarse conmigo por segunda vez en el día

- Estaba aplicando un turno doble, me urge terminar mis prácticas

- No seas acelerada, disfruta del tiempo y las festividades

- Lo hago – respondí sonriendo – y no quiero perderme la cena de la familia, por eso adelante trabajo

- Eres toda una excelente estudiante – responde burlándose de mi

- No voy a detenerme a responder a tus burlas, tengo un paciente que revisar

- ¿has pensado en el últimamente? – pregunta Liz curiosa al notar mi comportamiento, sabía leer a través de mi – ya han pasado 3 meses

- Si... - respondí entrecortada - a veces sueño con él... sueño que regresa y que de alguna forma había sanado

- Debe ser difícil, para este tiempo el debería estar...

Liz no puede continuar ya que fuimos interrumpidas por uno de los médicos encargados

- Sam necesito que revises un paciente, al parecer eres la que debe verlo – dijo el médico con su tono altivo de siempre

- si a eso iba – respondí rápidamente, Liz se despide de mi y me dirijo a la habitación, acompañada del encargado

- ¿Qué es lo que debo hacer con este paciente? - pregunté extrañada

- Nada... solo debes asegurarte de que reciba la medicina, no hay nada que podamos hacer por él, solo hacer su últimos alientos más tranquilos

- Es la primera que me toca hacer esto...

- Pues empieza a acostumbrarte

El encargado se va dejándome sola ante la puerta, no sabía si estaba preparada pero aún así entré, leí las notas del paciente y me detuve en medio de la habitación... su historial me provocó un escalofrió a lo que levanté mi mirada, se veía tan agotado, pero tan tranquilo, al verlo me soltó una débil sonrisa, pero, era tan sincera que sentía como me contagiaba esa misma calidez, me acerqué a él y me senté a su lado para tomar su mano.

- Te ves....

- Cansado – responde con su tono de voz grave de siempre

- Iba a decir bastante jodido – respondí sonriéndole

- Hola Sam – responde apartando la máscara de oxígeno para hablar más claro

- Hola Mar

Me quede allí con él sentada a su lado, sostenía su mano mientras él solo sonreía sin razón aparente, todo el mundo muere y eso es algo cierto, pero nadie muere sin que su ausencia se sienta... quería estar allí para el como lo estuvo para otros, esta vez pude verlo satisfecho como si no tuviese más que decir. Los días continuaron pasando y pronto la navidad llegó, mientras sonaban afuera las explosiones de los fuegos artificiales por las celebraciones Markus dio su último respiro a mi lado. No fue como él pensó que sería ya que no estuvo solo al final.

El teléfono sonó unpar de instantes, luego de el quinto pitido contestaron del otro lado. – Alis...soy yo, Sam... espero que te encuentres bien ¿Cómo vas con lo de tus heridas? ¿Yasanaron?... ¿Sigues viendo a esa tal Alicia? Jajaja.... Alis... te llamaba parasaber si vas a venir para las fiestas de fin de año y.... quería decirte... que Markus murió.