PRIMERA MISIÓN

7 1 2
                                    

Zeta abrió la puerta de su habitación de hotel y repentinamente Vice cayó sobre el sosteniéndose de sus hombros, al mirarlo su rostro estaba pálido, sus ojos se pusieron en blanco, aplicando fuerza se subió a su amigo al hombro al mismo tiempo que entraba a la habitación que estaba hecha un desastre. Copas, pastillas, condones y botellas estaban esparcidas por el suelo, no había rastro de las chicas ni del bartender, Zeta recorrió la sala a grandes zacadas y se adentró a la habitación tirando a su amigo en la cama, le tomó el pulso que empezaba a ser lento, le dio unas pequeñas bofetadas mientras decía su nombre, acto seguido su amigo empezó a temblar, retorcerse y soltar sonidos extraños. Asustado la mente de Zeta empezó a viajar por miles de ideas y escenarios, sacó su teléfono celular y marcó el número de Daniel, esperó en la línea mientras veía como su amigo iba apagándose poco a poco, su espalda empezó a sudar y sintió como varias gotas recorrían toda su extensión, varios repiques después su agente contestó.

- Aló...

- ¿Puedes pasarme el número de mi guardaespalda?

- Sí claro... ¿Necesitas algo...

Zeta colgó la llamada, para entrar en la aplicación de mensajería, donde encontró el número de Will Wood, su reciente guardaespaldas, marcó y esperó en la línea, Vice cada vez mas pálido gimoteó al mismo tiempo que vomitaba en la alfombra de la habitación, una voz masculina contestó al otro lado del auricular.

- ¿Diga?

- Señor Wood lo necesito ya...es su primera misión...

- Sí, dígame... ¿Qué necesita?

- Un médico, un enfermero, alguien que sepa de medicina.... – Lo dijo tan rápido que no estuvo seguro si el hombre le había entendido.

- ¿Quiere que lo acerque a un hospital?

- ¡No! Nadie puede saber lo que le estoy pidiendo... ¿Conoce a alguien si o no? – Gritó Zeta ya de los nervios mientras le lanzaba una mirada a su amigo que respiraba lento.

- Sí, sí...conozco a alguien que estudia...

- Le repito, nadie puede saber, dígale que vendrá a atender una sobredosis – Indicó Zeta. - ...si alguien se entera de esto yo mismo me encargaré de hundirle la vida ¿Tiene mi dirección? –

- Sí...

Colgó el teléfono, cargó a Vice en brazos y lo llevó al cuarto de baño metiéndolo a la bañera, abrió el agua fría que empezó a caer en la cabeza de su amigo que empezaba a ponerse morado,.

- ¡Vamos cuatro ojos!

Lena abrió la puerta del copiloto de la camioneta de su padre que había aparcado en frente del recinto y se deslizó en su interior, Will la había ido a buscar pero antes la había llamado para anunciarle que harían una parada en el hotel Brighton, al ver su rostro percibió que algo había ocurrido.

- ¡Uy! Tienes más cara de momia que de costumbre...

- ¿Sabes atender una sobredosis? – Preguntó Will mientras ponía el vehículo en marcha.

- ¿Perdón? – Preguntó Lena con una voz cargada de sorpresa.

- Ese es mi primer trabajo para el nuevo cliente, atender una sobredosis. – Respondió Will haciendo comillas con los dedos tras pronunciar la última palabra.

- Pues...algo he leído, pero todo depende de qué síntomas que presenta el paciente...

- Pues ya lo verás...

- ¡¿Qué?! – Gritó Lena mirando a su padre con los ojos abiertos como plato. - ¡Ah, no, no, no! ¡Yo te espero aquí sentada, quietecita, disfrutando mi día como vengo haciéndolo! ¿Por qué no lo llevan a un hospital? –

Escribiendo sobre tu pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora