AXEL

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Los ojos azules de Axel escaneaban la pantalla de su tablet para no perderse ningún detalle del video de seguridad. Las imágenes en blanco y negro no hacían justicia al testimonio de Viktor, su mano derecha. El video mostraba como una chica pelo negro le propinaba una violenta patada en la cara a Reinier que quedó inconsciente automáticamente. Luego una lluvia de destellos se abrieron paso para cegar las imágenes, por pequeños instantes se podía ver a la chica y a Zeta corriendo por la terraza del restaurante. Viktor hizo acto de presencia con ametralladora en mano, varios cristales despedían pequeños destellos que creaban un halo en el lente de la cámara de seguridad, la pareja se encontraba acorralada en una esquina de la terraza mientras el escritor lanzaba disparos a diestra y siniestra, el lacayo hizo emerger una granada que lanzó en dirección a la pareja. Se pudo ver como Zeta lanzaba a la chica de melena negra por encima de un muro, acto seguido el se deslizó lanzándose al exterior del restaurante, tras la explosión la cámara dejó de grabar dejando una imagen totalmente negra. Axel apartó la mirada de la tableta para dirigirla hacia su lacayo que estaba en frente, el cual le devolvía una mirada cansada a su jefe. Viktor estaba todo lleno de polvo, sus ropas estaban rasgadas, mientras varios cortes ensangrentados que le surcaban el rostro y los brazos.

- ¿Y sabes quién es la chica? – Preguntó Axel con frialdad sentado en su sofá de piel.

- Si permite que me asee, empezaré a investigarla... - Respondió Viktor teniendo pequeños espasmos de dolor.

Axel le lanzó una última mirada fría a Viktor. El fiel sicario había demostrado por diez años ser fiel y eficiente, se había ganando la confianza del capo tras varios asesinatos y atentados efectivos.

- ¿Y qué esperas? ¿Flores?

Tras el sarcasmo Viktor se retiró cojeando de la oficina. Axel se colocó de pie y se puso a mirar la ciudad por el largo ventanal que había tras su sofá. Vio como las calles serpenteaban en un intrincado laberinto que rodeaban edificios y rascacielos aquí y allá. La ciudad Lighton había tenido un crecimiento económico desde que se descubrieron varias cuevas acuáticas llenas de un tipo de oro azul que solo se daba en ese lugar, pero todo esto vino acompañado de una subida abismal de bandas armadas y mafias que trabajaban codo a codo con ciertos empresarios y personalidades gubernamentales. Axel desde la adolescencia había sido un chico problemático, nunca se le dio la empatía o las relaciones sociales salvo para obtener algo a cambio. Cuando alcanzó la mayoría de edad dejó los estudios, su madre era una mujer desprovista de ese amor materno, siempre fue una chica fiestera y algo puta, nunca fue consciente de que había envejecido y llegando a los cuarenta con una mentalidad de chica universitaria. Axel había desarrollado un odio insano ante la mujer que le había dado la vida, el día que decidió dejar la casa esta se puso histérica argumentando que había perdido los mejores años de su vida para llevarlo al tamaño que tenía ahora, por ende ahora le tocaba a él devolverle todo lo que había sacrificado trabajando y llevando el sustento a la casa. El chico cegado por la rabia, le propinó una golpiza dejándola hecha un ovillo en el suelo de la sala, tras esto, metió un par de prendas en una mochila vieja, todas las drogas que vendía, una navaja y el dinero que había ahorrado el último año. Salió del trailer donde había vivido toda su vida, montó en su motocicleta y emprendió su camino a un futuro incierto pero lleno de planes en su cabeza.

En ocho años de idas y venidas, Axel había logrado entrar a una organización delictiva que se dedicaba a la extorsión y secuestro. El jefe era un hombre que tenía unos 50 años de edad, tenía un puesto gubernamental y a la vez operaba la organización desde la protección que la inmunidad diplomática le brindaba. Un día se les ordenó secuestrar al hijo del dueño de una contratista que se dedicaba a la exportación de oro azul, llamado Vertram, entre los planes de Axel estaba nunca bajar la cabeza, no se veía como lacayo, siempre se vio a sí mismo como el jefe. Habían recibido la información que Vertram llegaría a la ciudad una tarde de julio hace cinco años atrás, el plan era interceptar la camioneta donde se transportaba el chico en el túnel intercomunal de la ciudad y asesinar a todo el que se opuciera. Cuando llegaron a la zona, Axel era el encargado de atrapar a Vertram y salir de cualquier modo del lugar para conducirlo al galpón donde sería apresado hasta pedir su rescate, pero en su mente tenía otro plan. Sus compañeros de la organización abatieron a los guardaespaldas de Vertram como también a los transeuntes que trataban que trataban de frustrar el secuestro. Axel amordazó rápidamente al chico y sin titubear abatió a todos sus compañeros con una ametralladora, subió a la camioneta y condujo fuera de la ciudad sin mirar atrás.

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