Prólogo

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Nuevamente veo las luces de un hospital o bueno así es como lo logro describir. Es un lugar tan pulcro, parece que ni unas suelas de zapatos han pasado por el blanco piso, el aroma del lugar se me es tan refrescante, huele a limpio y a desinfectado y también a un aroma natural, como si alrededor de aquellas paredes blancas yace muchos árboles y tierra fresca.

Dios adoro el olor de la tierra.

Mientras camino sola al final del pasillo, logro ver una figura alta, parece ser la de un chico por su tamaño y contextura, logro confirmar que es el mismo chico que se me aparece siempre que estoy aquí. Intento acercarme a el con rapidez y mucha curiosidad, ya que siempre lo veo como una sombra sin rostro.

Camino <<un poco más y estaré al frente de el>> me digo a mi misma para darme ánimos.

Camina, camina, camina.

Y luego al estar a solo cinco metros de el, me despierto.

Siento como mi corazón late muy fuerte, me siento rápidamente en la cama con una mano en mi cabeza y la otra en mi frente, tratando de quitar el rastro de sudor que es causado por el sueño.

Mierda otra vez el mismo sueño, he tenido muchos así pasando por la misma situación, siempre trato de llegar a aquella figura misteriosa y justo cuando estoy más cerca de el me despierto, quedándome con las dudas insaciables de saber ¿Quien es? O ¿ Quien será?. No sé si aquel chico tendrá nombre o rostro o incluso si existirá en la vida real pero han sido tantas las veces que he soñado con el, que en algún momento de mi vida tuve que haberle hablado o visto, porque para que irrumpiera tantas veces en mi cabeza desde hace tres años, debió de ser importante o simplemente es la vida queriéndome decir que debería sentar cabeza con algún muchacho.

Sacudo mi cabeza con tan solo pensar en esa idea. He carecido de vida amorosa desde que tengo uso de razón y para mí eso es desde los quince, ese no es un tema importante ahorita, pero el echo es que ahora tengo diecinueve años y no he tenido novio desde ese tiempo hasta el día de hoy, y no es por qué no me gusten los hombres, si no porque todos los que se cruzan en mi camino inmediatamente me caen mal, no los tolero así de fácil y son aquellos que vienen con su aire de grandeza y piensan que por tener una cara bonita, sonrisa perfecta y cabello bien peinado voy a caer rendida a sus pies, pues los que vienen con todo eso son catalogados inmediatamente por mi como idiotas, y solo basta con una mirada amenazadora de pocos amigos para que no me vuelvan a molestar.

Veo la hora en el reloj que posa en mi mesita de noche.

7:30 a.m.

Sigue siendo temprano, mi entrada a clases es a las 9:30 a.m.

Me levanto y estiró mis brazos haciendo que estos se relajen, acomodo la cama como siempre hago cada mañana al levantarme, luego de hacer eso, me dirijo a mi armario a buscar la ropa que usaré hoy. Mi vestimenta suele ser sencilla para no llamar tanto la atención, nada muy descotado ni muy apretado, a pesar que dispongo de un lindo cuerpo ante mis ojos, no suelo exhibirlo.

Me terminó decidiendo por un Jersey color celeste un poco ancho y unos vaqueros algo rotos por el frente del muslo, no me preocupo por el calor ya que estamos en uno de los meses fríos de la ciudad.

Entro al baño que se encuentra en mi habitación y después de quitar mi ropa de dormir, me dirijo directamente a la regadera, dejando que el agua tibia se apropie de todo mi cuerpo, entrando en un momento de relajación. Al cabo de una media hora salgo con una toalla alrededor de mi cuerpo, me seco este con la misma y con otra toalla seco mi cabello, que es un poco largo llegando hasta la espalda alta y con algunas ondulaciones en las puntas, luego me visto con lo que había elegido poniéndome unas coombers negras con blanco, me peino el cabello y tomo mi bolso para luego salir de la habitación y dirigirme a las escaleras, cuando llego al final de estas me encamino a la cocina donde se encuentra mamá sirviendo el desayuno.

⎯ buenos días mama⎯ digo acercándome a ella y plantar un beso en su mejilla, dirigiendome ahora a la isla de la cocina para sentarme en uno de los bancos que dispone, mamá me regala una sonrisa cálida y me entrega un plato con el desayuno recién hecho.


⎯ buenos días cariño, ¿Dormiste bien?⎯ pregunta mientras me acerca un vaso con jugo de naranja.

La miro mientras ingiero un poco de los huevos revueltos, asiento levemente con la cabeza.

⎯ si, dormí bien aunque mi sueño fue interrumpido de nuevo⎯ digo soltando un suspiro y comiendo un poco de mi tocino.

⎯ ¿Los sueños raros de nuevo?⎯ pregunta tomando un poco de café.

Asiento.

⎯ a veces es como un tormento para mí, no me ocurre nada en el sueño, pero siempre despierto con esa desesperación he incertidumbre que me vuelve loca y me desespera más el echo que siempre se repite el sueño y quedó con más dudas⎯ alargó con desesperación y un poco de rabia, se nota por la manera que revuelvo los huevos que pagan mi frustración.

⎯hija desde que sufres de amnesia estas cosas suelen pasarte y los doctores dicen que es normal, que son recuerdos que tratan de llegar a ti a través de tus sueños, no te desesperes, veras que en cualquier momento todas tus inquietudes se irán y tus recuerdos volverán⎯ dice con una sonrisa reconfortante que hace que me tranquilice un poco.


Y es que si, como dijo mi mamá, sufro de amnesia. A los quince tuve un accidente por las escaleras y me golpee muy fuerte la cabeza con uno de los escalones, yo no recuerdo nada de eso obviamente, mis padres me lo contaron y según ellos estuve hospitalizada por casi dos meses. Tuve que asistir a terapias y a que cada mes me hicieran exámenes, fue muy frustrante. Un día me cansé por qué nunca logre recordar  y le dije a mis padres que ya no quería ir, ellos aceptaron mi decisión pero nunca dejaron de preocuparse. No fue sino un año después que empecé a tener los sueños y ellos me preguntaron si quería regresar a las terapias a lo que yo respondí que no quería, que dejaría que mis recuerdos volvieran con el tiempo...y aún sigo esperando, aferrada a un sueño que parece no tener salida.

⎯ ¿Ivie cariño? ¿Me estás escuchando?.

⎯ ¿ha?....digo si si, te escuché, solo pienso⎯ suspiro mientras me acabó lo que queda de mi desayuno⎯ es solo que, ¿Estás segura que no estuve en algún lugar como el de mis sueños?.

Mamá se lo piensa un poco y luego me mira alargado un pequeño suspiro.

⎯ pasastes mucho tiempo en el hospital, probablemente fue uno de tus últimos recuerdos antes de perder la memoria⎯ se acaba su café y me vuelve a mirar⎯ pero bueno hablamos de eso luego, vas a llegar tarde a la universidad, así que apresúrate.

La miro, asiento y me levanto del banquito para luego ir a lavar mi plato, me despido de mamá con un abrazo y ella con un beso en mi frente, me coloco mi bolso en mi espalda para luego salir por la puerta principal de mi casa. A pesar de la locura de mis sueños, me olvidó de eso, me centro en el comienzo del día y creo que hoy será uno bueno.

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Ihhh! Cómo dije aquí está el prólogo 😁

Dios ¿Que tanto misterio se encuentran en los sueños de Ivie? Y ¿Quien será la figura misteriosa que se encuentra en ellos?.

Ya luego se sabrá todo eso, se vienen tantas cosas en esta historia, este es solo el comienzo de muchas cosas.

Cómo vieron se ve un poco la personalidad de Ivie y promete ser una chica interesante jsjsjs a mi realmente me encanta y espero que a ustedes también.

Pronto estaré subiendo el primer capítulo de la historia, trataré de no tardar, ya quiero que conozcan al resto de los personajes 🙈❤️

Apoyenme, con sus votos y/o comentarios, me ayudaría a crecer en la plataforma como escritora 😁🌈

Gracias por leer!!

Besitos de parte de Gaby ♡

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