Aún no oscurecía, todavía entrada luz por las ventanas y alguno que otro vitral. Había demasiado polvo, sería el peor lugar que podrías llevar a alguien que le tuviera alergia, afortunadamente Shuichi no la tenía, solamente era molesto tener tanto polvo alrededor, pero bueno, ¿Qué se puede esperar de un edificio que ha estado abandonado por años sin ningún tipo de mantenimiento?.
Aún no podía creer que de verdad pensaban tirar abajo todo este lugar, teniendo tanto material histórico, y también atraería a cualquier fan de cosas paranormales, del horror, quizás fans de crepúsculo también.Las ventanas estaban cubiertas con grandes y gruesas cortinas, aunque no cubrían de todo las ventanas, ya que estaban un poco caídas y rasgadas, lo que dejaba ver un poco los vitrales. Suponía que, si era verdad lo de este castillo le perteneció a unos vampiros, probablemente era para resguardarse de la luz del sol y poder seguir haciendo sus actividades durante el día, ¿Mucha hipótesis por parte suya?, nah, ¿a quién le importa?, después de todo, no es como si aquellos vampiros aun estuvieran vivos, si de verdad existieron.
Por la apariencia, se ve que era un lugar de personas con bastante dinero, quizás eran introvertidas y que disfrutaban de la noche, y ya con eso el pueblillo entero se espantó y los tachó de vampiros, y por eso mismo se fueron, quien sabe.
La entrada era un ancho pasillo, del techo colgaban candelabros negros, uno parecía que en cualquier momento le caería en la cabeza, le recordaba a cuando estaba en la primaria y temía que el ventilador del techo le cayera encima, pero esta vez de verdad era mucho más probable que le destruyera la cabeza, entonces es mejor que avance por los lados.
Las paredes por dentro estaban en buen estado, o al menos bueno para el tiempo abandonado y sin mantenimiento. Los ladrillos que, aunque fueran de color claro por fuera, por dentro eran mucho más oscuros, había pilares decorativos con detalles que los hacían resaltar de las paredes, además de tener un color mucho más claro, aunque un poco sucio por el polvo acumulado durante los años.
Hasta el fondo del pasillo, había unos pequeños escalones que daban a más vitrales, o bien, suponía que había vitrales detrás de esas pesadas cortinas.
Entre estas, había una puerta, y a los extremos de derecha e izquierda había unas grandes escaleras que se curvaban en dirección a la entrada, pero estas brindaban acceso al segundo piso, además que debajo de ellas, habían unos pasillos que parecían llevar a otras habitaciones del castillo.Él se decidió por ir hacia la puerta que estaba junto a los vitrales, subió los escaloncitos y rodeo la mesa que estaba frente a la puerta.
Ya había visto esa mesa desde el inicio.
Justo al entrar fue lo primero que había llamado su atención, era una mesa muy pequeña pero alta, y parecía tener una pequeña estatua de metal encima de esta, algo inusual, pero al mismo tiempo no quería darle atención y prefería enfocarse en otras áreas del castillo que un viejo pedazo de metal.
Intento abrir la puerta, pero estaba cerrada con llave, la única forma de abrirla sería teniendo esta, por qué incluso si lo intentase, la puerta era demasiado pesada para él, incluso puede que sea muy pesada para su compañero miedoso de la escuela. Kaito es... Kaito, un poco idiota pero se compensa al ser positivo, incluso si Shuichi no se llevaba mucho con él, esté nunca le dió una mala cara, bueno, no es como si Kaito le encantará meterse en las pláticas de Kibs y Shuichi, pues al contrario de ellos, el repudia y quiere alejarse en la mayor medida posible de cosas paranormales, incluso cuando puede que ni siquiera lo sean.
Sí, Kaito es de esos que cree que los gatos negros y las lechuzas son brujas, lo cual fue un pequeño problema cuando Shuichi adoptó un gato negro, estuvo a punto de lanzarse unas piedras hasta que vió que el gato tenía dueño... y el dueño era Shuichi.
Por más que lo intente y se esfuerce, sin duda alguna, su padre, Byakuya, no ha podido alejar a Shuichi de todo lo relacionado a lo paranormal. Aunque lo desee con todo su ser, parece como si ese interés y curiosidad viniera de fabrica. Además, ¿Un gato negro? Es solo un gato, la superstición de las personas no tendría por qué nublar sus decisiones , y no le haría mal a Shuichi tener una mascota. Por eso mismo, nadie se atrevería a tocar a ese gato, no por superstición, sino porque eso sería vérselas con el padre de Shuichi, y nadie, NADIE quiere vérselas con él.
De vuelta a lo que estaba pasando... Shuichi no pudo abrir la puerta, simplemente no podía, era excesivamente pesada para él como para forzarla o derribarla (Que de igual forma, preferiría que se conservara, al menos hasta el día de la demolición), solo le quedaba asomarse por el vitral y ver... un jardín.
Un jardín que si no fuese por qué pues, nadie lo ha cuidado y por consecuencia este se secó, probablemente sería increíblemente bello. Había decoraciones y estatuas góticas algo deterioradas, el jardín estaba a desniveles, y aunque sea complejo de explicar, se podría decir qué; Si Shuichi atravesaba la puerta, hacía el otro extremo habría otra, y por en medio un camino de piedra, y también había otro pero de manera horizontal, así formando una especie de cruz, que dónde se intersectan ambos caminos había una gran fuente en el centro. Por los caminos, habían escaleras que daban acceso a los desniveles del jardín, habían bancas y habían lo que parecía ser arbustos y flores secas, así como enredaderas que habían crecido por las paredes, además de que habían algunas paredes detrás de las bancas, ¿Privacidad? Quien sabe, pero lo más destacable eran los árboles de uvas, que si bien, ahora secos, posiblemente dieron muchos frutos en su tiempo.
Quiso ir hacia los pasillos que rodeaban precisamente ese jardín (Y que probablemente tendrían muchísimas más habitaciones), pero nuevamente estaban bloqueados por puertas, puertas que por más que lo intentase, no lograba abrir. Y bueno, su atención volvió a la mesita que estaba frente a la gran puerta.
Era un artilugio... peculiar, era muy difícil de describir, pero al mismo tiempo era bello, tenía sus detalles aquí y allá, terminaba en una punta y tenía una base circular, si bien, se veía como "algo más" fácilmente podría ser la decoración de algún centro de mesa.
Sin mucho que hacer, Shuichi acercó su mano para tocarlo, acarició las ondas de metal que lo decoraban, y al final, puso sus dedos en la punta...
Que no esperaba que estuviese afilada.
N/A: Amixes son la 1:56 de la mañana cuando escribo esto, debí cenar más sjdbshs me está doliendo culerisimo la cabeza y tengo habre skshsjs ni modo, a mimir
Also, y esto es aparte, hoy es el 11/06/2022, este capitulo lo termine hace semanas pero basically no he publicado este por q no he terminado el tercero, pq? ps por q si y ya bye
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Racimo de uvas
FanfictionShuichi, es un fanatico de lo paranormal quiere hacer una exploración urbana en el castillo de donde vive antes de que lo derrumben, no pueden deshacerse de una pieza arquitectónica así como así, menos con las leyendas de vampiros qué hay acerca de...