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Tus lagunas como las llamaste no eran muchas, al menos no ahora.

Aprendiste que tal vez jamás salgas de aquí, que tal vez deberías acostumbrarte a tord al menos...tolerarlo y intentar entenderlo.

- ¿Crees que soy horrible por comer animales?

Preguntaste rompiendo el silencio, tord dejo de leer el libro en sus manos y te miro, estaba acostumbrado a leer mientras estabas sentada mirando lo que hacía o simplemente sentada mirando a un lugar sumergida en tus pensamientos.

- no, bueno ahora no. De pequeño si, lo pensaba luego entendí que ustedes creen que nosotros somos los malos aunque de pequeño les tenía miedo.

Soltó una risa, cerró el libro, cruzo sus piernas y te miro.

- no te veo con el mismo horror que tú me viste cuando me viste comiendo ____.

La vez que lo viste comiendo...

- te comías a mis amigos tord.

Soltaste con enojo y entre dientes, este soltó una risa amarga.

- una vez tuve una mascota, era un siervo, su madre había sido asesinada por unos cazadores que no debían estar por aquí, el siervo estaba en nuestro lugar de caza cuando lo mataron así que entraron en nuestra mira ya sabes.

Sentiste pena por el pobre animal y dudaste si debías sentir pena por...los cazadores furtivos.

- era muy pequeño así que no fui, unos amigo son mayores que yo así que me traquieron al pequeño siervo hijo de aquella madre muerta, la enteraron, vieron a su hijo escondido y decir cuidarlo. Ustedes tiene perros y gatos si no me equivoco, aquí no llegan muchos de esos...es muy común tener que cuidar a los hijos de los animales que matan ese tipo de cazadores.

Tenías la mínima idea de cómo iba a acabar esta historia y no te gustaba el final.

- lo crié con ayuda de algunos vecino, solemos dejarlos en libertad y algunos vuelven tal vez así es su forma de agradecernos, lo tomamos así. Un día vino y se le había caído los cuernos, era macho así que si, genia cuernos...ví la forma en que estaban sus cuernos rotos y luego se fue, ya podía cazar así que salí y cuando lo ví a lo lejos ví como una vala le atrabezo el pecho, _____.

Desbiaste la mirada levemente para mirar tus manos.

- yo hice lo mismo con uno de ellos que tenía el arma, no te veo mal, no cazas por mero placer, no sabes cazar así que solo compras lo necesario, supongo. Si cuando te conocí hubiera visto que cazaban animales, probablemente te hubiera matado en ese momento.

Sentiste un escalofrío ante lo dicho, tord no se va con rodeos.

(...)

Aprendiste algunas cosas, tord te traería lo que le pidieras, si le pedías más libros, una libreta o cualquier cosa que pudiera encontrar que le pidieras, tal vez tarde en conseguirlos por qué solo agarra lo que tenían sus "presas" pero lo traerá.

Lo descubriste por qué en varias ocasiones tu, tu vercion cuerene le a pedido libros.

- compraré un estante, vas a necesitar uno al paso que vas.

Lo miraste unos segundos y asentiste.

- supongo que sí.

Te habías acoplado a tord, lo soportabas, su precencia ya no te daba tanto miedo.

Al menos ya no como antes, ahora sabías que comía y no te daba tanto asco, tal vez era intencional pero ¿Alguna vez creíste algo de tanto que te lo repetían? Bueno, tord decía mucho que era para sobrevivir, una parte de ti sabe que si, para el es una necesidad pero tú moral sigue gritando que está mal.

- ¿Cuántos libros te faltan?

- dos, sin contar este pero ya casi lo termino, solo me faltan cincuenta páginas.

- lees muy rápido.

Lo miraste y cerraste el libro soltanto una risa entre dientes.

- no tengo nada más que hacer.

(...)

Cuando tord entro y te tiraste prácticamente sobre el pensó que era uno de tus arranques agresivos pero tu risa divertida lo hizo saber que otra vez pensabas que era el chico que cuida a su amiga enferma.

- ¡Tord! Llegas tarde.

Sus manos bajaron a tu cintura y te sonrió, movió su cabeza a un lado.

- lo siento, el maestro no nos dejó salir, sabes cómo es el de historia.

Suspiraste sabiendo que su maestro de historia "era muy estricto"

- si, ya se aún así me aburrí mucho.

Usualmente estás lagunas no duran mucho, solo dos horas, aunque últimamente duran más.

Esta versión tuya que cree que es un estudiante puede que le guste más se lo que debería.

- ¿Alguna forma en la que pueda arreglar eso?

Pregunto haciendo que te alejara de el, no se quejo como lo solía hacer por qué agarraste su mano y lo guiaste al sillón haciendo que se sentará en el.

- si me dices que hiciste en tu escuela te lo dejo pasar.

Siempre te gustaba escuchar historias de lo que hacía en la escuela, era obvio que las inventaba pero ahora mismo tu le crerias lo que te dijiera.

Palmeo levemente su regazo y te reíste, te sentaste a su lado y luego dejaste caer tu cabeza en su regazo, sentiste sus dedos meterse en tu pelo y jugar con el, empezó a decir cosas que "habían pasado en su escuela" mientras escuchabas lo que decía sin dudar que lo que dijiera fuera una mentira.

Ciertamente tal vez le gustaba de más, tal vez también lo estabas enfermando pero no le importaba, de por sí todos los de la tribu tienen algo que los hace enfermos.

Enamorarse de alguien fuera de la tribu no era la gran cosa, incluso no estaba mal visto.

Aún así sabe que verdaderamente apenas lo toleras y que esta versión tuya es falsa pero no le importa en lo más mínimo, puede vivir con eso.

¿Amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora