después de todo tenías que comer, solo eran frutas y verduras, solo eso comiste durante tu tiempo aquí, no pensabas comer carne, no sabías de quién era esa carne, nisiquiera eras fan de comer ensaladas o solo una manzana pero estabas bajo amenaza, ¿Realmente puedes hacer algo por tu cuenta ahora?
Han pasado tal vez semanas en este lugar y entonces entendiste, entendiste algunas cosa de esta tribu. Matan humanos por "necesidad" creen que matar animales es algo horrible y cruel, algo irónico para ti. Sus dientes los ayudan a desgarrar la carne, prácticamente evolucionaron para que se les facilite comer humanos.
- ya me voy, no le abras a nadie.
Revolvió ligeramente tu pelo, solo te limitaste a abrazar más fuerte tus pies, que fea sensación es vivir con quién mató a tus amigos y si se cansa serías la siguente, es una tortura contante vivir y convivir con quién podría matarte.
La puerta se abrió y salió cerrando la tras de él. Resultó que tenerte aquí no era algo ilegal o algo así, tord tiene un rango alto, aquí hay rangos desde que naces y tord por tener buen puesto puede tener una comida viva de las cazas, puede hacer con ella lo que quiera, tenerla el tiempo que quiera o simplemente comerla en un tiempo.
Dejo salir una risa que sonaba vacía, sin sentimiento.
- ¿Cómo voy a salir de aquí?
Se pregunto asi misma, salir implica enfrentarse a un montón de caníbales que solo verán comida, tord dice que es fácil diferenciar a los de la tribu a otros por sus olores, huelen diferente.
Era claro, tienen buen olfato, buen rendimiento, sus dientes peculiares, mejor vista de día y de noche, incluso una buena puntería. Están échos para poder cazar y comer sin necesidad de armas, casi no suelen ser lastimados cuando salen a cazar pero incluso tord a llegado lastimado.
Puedes sentir empatía, es normal y intentas no caer en la locura, ¿Sentir empatía por quién te tiene prácticamente como un animal encerrado? No, no quieres, sabes que tal vez sea eventual pero mejor si lo evitas desde ya.
- ¿que...paso?
Preguntaste cuando viste entrar a Tord lastimado, tenía la manga de su brazo alzado y vendado.
- tenían una pistola, me dispararon.
No ibas a decir nada más, no querías que pareciera que te importaba por qué no lo hacía.
El tiempo pasó, era obvio que ibas a bajar de peso, necesitabas carne, tord lo empezó a notar y te invito de su comida, no ayudo vomitaste ante la idea de comer a otra persona, no confías en los trozos de carne que trae.
- es carne de un conejo, estaba herido solo lo ayude en su sufrimiento.
Miraste lo que trabó y miraste lo que tenía en esa bolsa, tenían cosas que se quedaban de los que cazaban, una cosa que les gustaba tener eran bolsas, mochilas y cosas que los ayuden a llevar cosas a otros lugares.
- pensé que era una cosa atroz.
- tú me vez como una abominación por comer carne humana, yo entiendo que comas animales por necesidad, no como tú qué no entides mis necesidades.
Soltó con enojo y frunciste el ceño, ¿Cómo podía decir esas cosas?
- ¿Acaso no escuchas sus súplicas pidiendo que no los mates? ¡mis amigos te lo pidieron!
No sabías cómo expresar tu odio y despreció ante ese recuerdo que frecuenta tus pesadillas.
- ¿Tu no escuchas a los animales llora? ¿Me dices estar mal?
- pero entiendes sus palabras.
- ¿Por qué un animal llora, ____? No creo que estén llorando de alegría. Ni me hables de que somos los que están mal, ¿Sabes cuántos idiotas borrachos nos topamos maltratando un perro, un gato o otro pobre animal? Este conejo callo en la trampa de un cazador, occidado y viejo, probablemente tenga un día esperando que alguien lo ayude.
Con cada palabra se acercaba a ti, monte moviste, cuando estuvo frente de ti soltó una risa ronca con burla, con enojo y con el ceño fruncido escupió sus palabras.
- ¿Cuando te darás cuenta que soy más humano que los de la grandes ciudades? ¿Estoy mal si solo matamos por necesidad? No matamos extra, _____ pero ustedes si y ¿Eso no es una atrocidad? No me hagas reír. ¡Prepara tu comida _____! Por qué comer animales es mejor que a unos idiotas que se meten a dónde no deben.
Se alejo de ti dejándote sola en el comedor, miraste la carne en la mesa y desbiaste la mirada, en sus palabras había razón y eso te da miedo.
