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(...)

- ¡No soy yo!

Grito ____, el chico frente a el solo se limito a suspirar ante lo dicho, sabe que no es ella.

- lo sé, creeme que lo hago. No pude dejarla llorando en tu cuarto, además de eso, no habías vuelto en semanas.

Las lagrimas se acumulaban por tus ojos para luego deslizarse por tus mejillas en una expresión que no podías describir, tal vez miedo, pánico, terror, desesperación, incrédula o todas, no lo sabes, simplemente sentiste que algo dejo de funcionar en ti.

- ...¿Que?

Preguntaste con un hilo de voz. ¿Te fuiste semanas? Sabías que fue un largo tiempo pero no tan largo.

- yo no me fui semanas.

No fue una pregunta, no sonó con duda, fue una afirmación que aunque no la creas querías engañarte, querías hacerlo, querías creer eso.

- si lo hiciste, te fuiste un mes.

Este hablo algo calmado, como si decirlo de esa forma lo hiciera menos pezado pero no ayudo, se sintió como un balde de agua fría, ahora sabías que tenías pánico, uno que intentabas controlar, sentías como aumentaba con cada palabra, cada afirmación.

- lo hiciste, no estoy seguro de cuando fue la última vez que realmente te vi...pensé que te habías perdido.

Un leve tono de dolor salió de el pero lo ignoraste, ni siquiera aló notaste.

- deja de tocarme cuando estoy fuera, puedo verte, es asqueroso y horrible.

Bajaste la mirada y apretaste los puños a tus lados, no miraste la cara de tord cambiar de calma a herido, tristeza, decepción y por último aceptación.

- lo entiendo, lo dejaré de hacer, de verdad lo intentaré.

Interno sonar lo menos dolido pero aunque sonará herido, tal vez ni siquiera le pestariss atención.

Ni siquiera puede odiarte por tratarlo como lo haces, entiende que lo veas tan mal, a veces cuando lo tratas bien parece olvidar por ese momento quien es, que come y que caza para vivir, solo unos minutos para dejar ver esos ojos comprensivos, esos ojos que mayormente solo son dirigidos a el cuando está ella.

No debería pensar mucho, quedarse con ella sería mejor que contigo, ella si se preocupa por el, lo mira con una sonrisa, no le dice que es asqueroso y que le repugna cada que la toca pero ella, no eras tú, es algo que no podría cambiar ni aunque quisiera, cosa que aunque suene estúpido, no quiere hacer, tener a esa versión tuya es perder quien eres en realidad y no quiere perder quien eres en realidad.

Te miro irte, su corazón pesaba en su pecho con cada latido más. Es increíble como unas palabras lastiman tanto a una persona pero lo más increíble es que ni siquiera siente rencor o odio hacia ti.

Sabía en qué se metía cuando decidió no matarte, sabía que significaba, que podría ser, que cosas podrían salir mal.

Aún así cuando entraste s tu cuarto se sentó en el sillón casi dejándose caer como si fuera nada más que una bolsa con basura, se sentía como una pero supone no lo es, si lo supone.

Sabía que si esta versión tuya, la agresiva, la impulsiva, la que tanto lo odia desapareciera sería como matarte, al menos una parte de ti, la ama verdadera, espera no pase, en serio quería ganarte a ti no a ella.

(...)

Te miro caminar de un lado a otro preocupada, soltó una risa divertida cuando lo miraste ofendida.

- no creo que al oso de peluche le moleste.

Soltó un quejido mientras negaba. Había traído un oso, aparentemente unos adolescentes habían venido, entre ellos uno necesitaba un peluche o no sabe pero lo que sabe es que se lo trajo a ____ para rellenar el peluche que había echo ya hace un tiempo quitarle su relleno y ponérselo al de ella, se suponía era fácil.

- no puedo matar a este oso de peluche.

Se quejo por quinta vez. Soltó una risa cuando te escucho volver a refunfuñar con desgana.

- ya, luego te traeré solo relleno, matare al peluche sin decirte.

Cuando camianste a el y te vio cerca se alejo de golpe. Se sentía incómodo, no por qué intentaras jalar su oreja como "regañó" si no por tu rostro confuso.

- usualmente me dejas jalarte la oreja.

- no deberías decirlo con tanto orgullo.

Burló intentando cambiar el tema, frunciste los labios y negaste.

- te moviste...diferente.

No podía cumplir lo que pedías sin hacerla sentir mal a ella, no podía hacer lo que ella quería sin molestarte, esto lo va a acabar llenando de estrés, problemas y en algún punto estallara todo lo sabe.

- no, no lo hice.

Hubo un silencio, abriste los labios pero no salió nada, lo volviste a intentar escucho un todo dolido.

- ¿No quieres que te toque?

Hubo un silencio, pequeño corto y luego suspiro.

- no, yo solo...no sé.

Cuando volví a intentar tocarte está frunció el labio en un intento de contener las lágrimas en sus mejillas.

- ¿Hice algo mal?

Odiaba esto pero aún así, no quería que dejaras de existir, no podría vivir en paz con eso.

¿Amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora