Capítulo 9: Reunión

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Era un día caluroso en el que un chico rubio y uno peliverde caminaban con esmero por un amplio bosque.

Estaban rodeados de plantas, flores variadas y árboles kilométricos, los cuales proporcionaban sombra y evitaban que los muchachos muriesen de una insolación.

Bakugo era el que iba delante. Mantenía una distancia considerable entre él y Deku, ya que el otro joven estaba detrás, siguiéndolo sin rechistar.

—Kacchan, ¿a dónde vamos? Llevamos horas caminando. Creo que deberíamos descansar —dijo algo sofocado, a la vez que se secaba el sudor de la frente.

El contrario chasqueó la lengua y lo miró.

—Estoy buscando un maldito lugar seguro para que podamos hacer eso. Pero no sé ni donde estamos. Tampoco tenemos ni un puto mapa y por supuesto no podemos usar el GPS de nuestros putos móviles. Así que deja de molestar y sigue caminando.

Izuku soltó un suspiró, se recolocó la pesada mochila e hizo lo que su compañero le sugirió.

Después de que pasaran varios minutos, Deku sintió que necesitaba entablar una conversación con su compañero. El silencio de aquella localización lo perturbaba y le daba mala espina, así que quiso distraerse.

—Oye —comentó el pecoso.

—¿Qué es lo que quieres ahora?

—Sobre la criatura que hemos visto antes... Si no es un dinosaurio, ¿entonces qué crees que es?

Bakugo se giró y le lanzó una mirada curiosa.

—No tengo ni idea. Pero cuando estábamos en el hotel, por accidente escuché una conversa entre All Might y Aizawa en la que hablaban de que visitarían un laboratorio especializado en genética.

—¡¿Los espiaste?! —intervino.

—Ese ahora no es el punto —bramó, poniendo los ojos en blanco—. Lo que quiero decir es que seguramente ese bicho fue creado por los científicos locos que trabajan ahí.

El otro joven lo escuchó atentamente.

—Los humanos nunca aprenderemos, ¿eh? Es increíble como la historia siempre se repite.

El rubio lo observó confuso.

—Si tienes razón sobre que esta criatura ha sido diseñada genéticamente, el mundo podría volverse un caos. Esa gente está jugando a ser Dios solo por su propio interés.

—¿Y qué esperabas? Este parque funciona así. Las personas que lo manejan piensan que los dinosaurios son atracciones con las que pueden beneficiarse económicamente. No los ven como a seres vivos.

Izuku asintió algo decaído.

Odiaba ver como algo que había admirado durante tantos años se convertía en un medio de explotación para que unos tipos millonarios pudieran ganar aún más dinero.

El tiempo pasó con rapidez. Los adolescentes hablaron de temas triviales, los cuales principalmente giraban en torno a dinosaurios.

Consiguieron avanzar bastante hasta llegar a un sitio que estaba rodeado de matorrales y maleza. Además, un caudaloso y extenso río se encontraba justo al lado.

Se escuchó un ruido que venía de unos arbustos.

Bakugo y Deku pegaron un salto. El peliverde fijó su mirada en el suelo y rápidamente agarró una piedra, la cual le serviría para poder defenderse en el caso de que algo les atacara. El rubio lo imitó y se hizo con un largo palo.

Ambos se acercaron, pusieron sus espaldas juntas y empezaron a dar vueltas para vigilar cada rincón.

—¿Crees que ha vuelto? —preguntó Izuku, refiriéndose al Indominus.

Nuestro Sueño (Our Dream)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora