A Wanda le gustan las sitcoms de cualquier época, podría pasar horas y horas viendo capítulos a lazar.
A Wanda también le gusta Natasha, incluso si no la ha vuelto a ver desde que se despidieron en Vormir.
[WANDANAT fanfiction]
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Wanda bajó al comedor con su disfraz de Halloween, viendo como sus hijos interactuaban con Clint Barton. El hombre no había hablado con ella sobre el hechizo, aunque ella ni siquiera sabía si aún mantenía su memoria.
— ¿Mamá de que vas disfrazada? —le preguntó el pequeño Clint.
— De pitonisa sokoviana. —respondió feliz haciendo muecas graciosas.
Natasha bajó justo después, disfrazada de espía, con un traje negro y una pistola falsa en su cintura. Sus ojos analizaron como su esposa iba vestida, dándose cuenta de lo enamorada que estaba.
— Oh, bonito disfraz. —Clint le dijo con un aire sarcástico.— Me recuerda a algo, ¿a ti no, Wanda?
— No, la verdad. —la sokoviana se cruzó de brazos y se dirigió a su mujer, ignorando al hombre.— Estás preciosa, cariño.
— Sabía que si me vestía normal ibas a matarme así que... —Natasha murmuró seria pero no pudo ocultar esa sonrisa de amor que siempre salía en cuanto Wanda aparecía.— No quería morir, sabes que pretendo pasar la eternidad contigo. —añadió en cuanto Wanda soltó una risa amorosa y se acercó más a ella. Ambas se acercaron cada vez más a la otra y se dieron un corto beso, olvidando la pelea que tuvieron ayer.
— Venga chicos, ¿quién está listo para morir de diabetes? —los niños no contestaron mientras jugaban a videojuegos con Clint.— Sigo sin saber que hace este hombre aquí.
Lo cierto es que Wanda lo hubiera echado si no se hubieran llevado tan bien en otros tiempos.
— Es un viejo amigo.
— Bueno, que te diviertas esta noche. —Nat le tocó suavemente el hombro a su mujer mientras cogía su bolso para irse.
— ¿Qué?¿Qué dices? Si estás disfrazada y lista para salir. —preguntó confundida.
— He quedado con unas amigas, por fin estoy socializando como me dijiste.
— No, eso no es lo que tienes que... —Wanda empezó, pero se calló al darse cuenta de como iba a terminar la frase.
— ¿Qué? —Natasha ya sabía que es lo que iba a decir.
— Que no me habías dicho que tenías planes... —admitió un poco dolida, últimamente ella y Nat estaban muy raras.
— Pues te lo digo ahora.
Los niños también lo habían notado, sabiendo que sus madres estaban muy distantes entre ellas.
— Es su primer Halloween, tienes que estar. —Wanda insistió, cruzándose de brazos.
— Eh ¿Cuál es el problema? —Clint se entrometió, acercándose a la pareja.— Yo también iré, te ayudaré a vigilarlos.
— No era eso a lo que me refería... —la pelirroja vestida de rojo se molestó.
— Bueno pues ya está, problema resuelto. —Natasha la ignoró, mirando a Clint.— Que tengáis una noche espeluznante pomelitos. —les dijo a sus hijos, ellos se despidieron de ella desde el sofá.