Capítulo 6

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Esa mañana al despertar jugué un poco con la pequeña antes de irme al trabajo, esta tenía su cuarto con varios juguetes esparcidos que se negaba a recoger a pesar de las reprimiéndas de su madre.

Llegue a la horrorosa oficina que se me encargó, colores marrones horribles, debía cambiar eso.

Mi secretaria una mujer de unos 50, malhumorada y tosca me entregó una pila de expedientes y a la hora llego con otra como si no hubiese sido suficiente.

A penas era medio día y estaba harto, quería acción, ver una pelea de cadetes, armas disparar, lucha cuerpo a cuerpo, algo que me hiciera sentir vivo.

Definitivamente la vida de escritorio no es para mi.

Dejé el trabajo a medio terminar cuando Namjoon vino para comer, al menos el ruido del comedor me impedirá morir de miseria.

Los soldados hacían reverencias exageradas cuando me veían entrar y algunos me dedicaban un saludo que no levantaban hasta ser devuelto.

-Quita esa cara hombre, hasta parece que estás en abstinencia- dijo el capitán a mi lado cuando tomamos asiento con nuestros platos.

Guardé silencio.

-Porque no lo estás ¿cierto?- continuó -¿Entonces follaban como locos antes y ahora que están casados no?

-Sabes que no es lo mismo, han pasado 3 años, es como si fuéramos dos extraños.

-Ah, ya no te gusta entonces

¿Aún me gustaba?

Es decir, continúa siendo bella, fuerte y de temer, sexy y agresiva; y precisamente esas fueron las cualidades que me gustaron de ella, pero había vivido tanto en el aislamiento en esa frontera.

Estuve a punto de morir en varias ocasiones y pensé que no volvería a verla. Luego fui yo que salió tantas ella pero no por  razones sentimentales hacía ella, sino por la pequeña de la que éramos padres.

-¿Como estuvieron los enfrentamientos?- cambié de tema deseando enterarme de algo de interés.

-Bien, los míos compitieron con los de Min en lucha, arrásamos. Acabó tan furioso que salió directo a la zona de tiro a desestresarse.

-Ya veo, luego pasaré a ver ambos grupos.

-A mi no me engañas, estás aburrido de estar en una oficina- asentí -Debiste negarte cuando te ofrecieron la cuarta estrella.

-No había nadie más que la tomara, todos estaban muertos, además sabes lo difícil que fue subir de rango allá, a parte de que al parecer mi querido suegro me tenía estancado.

-¿Cuanto crees que dure el viejo para enterarse?

-No lo se, pero me aseguraré de tener mi arma cerca.

Continuamos comiendo y cuando se nos acabó el tiempo pase a mi oficina y Namjoon a la suya, solo que este apenas iba ahí, al contrario mío que me consumiría aquí dentro.

El día pasó y cuando el reloj marcó las 7 pm hora en que podría salir de la caja en que me encontraba, tomé mi saco de uniforme y me dispuse a salir lo más rápido de ahí.

Había dejado en la tarde a la señora Lee indicaciones para que mi oficina sea remodelada a mi gusto, un poco más de negro, nada de marrón y que sacaran ese amplio sillón, en cambio dejaría ese espacio para que Suni juegue mientras esta con migo.

Me subí al auto y no tardé en llegar a la casa, apenas se encontraba a 5 minutos de distancia, llegue y me encontré a SeokJin sentado en un sillón, Suni en otro mirándolo de mala manera pero cuando me notó entrar corrió hacia mí para recibirme.

-No me agrada ese señor- dijo en mi oído, pero a todo pulmón básicamente, luego le ensañaría a secretear.

-A mi tampoco, es muy lindo para la milicia, ¿a que si?- asintió.

-No le llenes la cabeza a la niña Jeon- dijo colocándome de pie y tendiendo su mano la cual apreté en modo de saludo.

Me senté en el Sofía frente a él con la niña en brazos y está comenzó a jugar con mi cabello.

Nos mantuvimos en silencio porque la verdad nunca fuimos cercanos, y a pesar de que sabiendo de la "relación" que llevaba con su hermana en el pasado no dijo nada no éramos de hablar, por ello me sorprendió cuando vino a verme a penas había llegado al pelotón.

-Oppa- nunca me gustó como lo llamaba -Oh Hola capitán, la cena está lista pasen al comedor.- dijo Suran llegando a la sala, su hermano se puso de pie, la abrazó por la espalda y caminaron entre rizas al comedor.

...

-Te dejo descansar, se que mañana ingresas a las 5 am,- dijo este luego de algunas horas, la niña ya estaba más cómoda con él pero no se le acercaba mucho.

Cuando se fue Suran llevo a acostar la pequeña y luego tocó a mi puerta, yo acababa de darme una ducha, por lo que mi cuerpo aún estaba envuelto en una toalla cuando abrí la puerta.

-Quería explicarle cómo preparar a la niña- dijo mirando a un punto fijo en mi cuarto.

-Claro, pase- negó y reí -¿Como si no lo hubiese tocado ya?

Me moví de la puerta para que pasara y me coloqué el pantalón por debajo de la toalla con ella mirando cualquier otro lugar.

Luego me explicó todo, como despertarla sin que se asuste, cómo preparar su leche, que ella dejaría su lonchera lista y que la bañaría por las noches para que no tuviera que hacerlo yo, pero que la pequeña sabía hacerlo, no bien, pero sabía. Que dejaría lista la ropa de la niña a un lado de la cama y que la mandara a llamar si surgía algo en la escuela.

Luego de repetir varias veces lo mismo, se fue a descansar, eran más de las 2am.




Nuestro mayor aburrido del trabajo de oficina en la imagen de arriba.

..

Dí Gracias (2ª)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora