Capítulo 10

297 49 5
                                    

Desperté con un dolor de cabeza monumental, no había dormido casi nada y me levanté temprano para hablar con Suran sobre lo pasado la noche anterior.

Cosa que fue imposible ya que ligeramente salió corriendo de la casa en cuando salió de la habitación, se había llevado a Suni a su cuarto para dormir con ella.

Como ya era costumbre me levanté a preparar mi desayuno, con la diferencia de que esta vez debía preparar el de la pequeña ya que su madre estaba tan reacia a hablar que no se atrevió siquiera a salir a la cocina.

Prepare todo y me metí a bañar, cuando hube comido tomé una pastilla con esperando así alejar el dolor de mi.

Suni despertó llorando deseando ver a su madre.

Mi dolor de cabeza aumentó.

Nos dirigimos al pelotón un poco más tarde de lo habitual y entré a mi oficina con la pequeña en brazos, en momentos como estos me alegra lo tranquila y madura que es.

El papeleo que se maneja en mi puesto acabará por volverme loco un día de estos, me recosté en el suelo al lado de la pequeña en espera de así aliviarme un poco, olvidándome de los archivos y archivos que debía revisar.

¿Desde cuando se debe autorizar y firmar tanto papel para disparar un arma?

-Mayor, un cadete solicita verlo- se adentró mi secretaria luego de haber tocado.

-¿Para?

-No lo dijo- comenzaba a exasperarme

-¿Dijo su nombre al menos?

-Jeon

-Hágala pasar

Me levante quedando sentado en el suelo y Suni están aún sentada decorando la alfombra con sus juguetes.

-Hola mi amor- dijo está lanzándose a abrazar a la pequeña, esta imitó su acción y me quedé viéndolas un momento.

-¿Ya saliste?- preguntó la pequeña aún pegada a su cuello.

-No mi amor, solo tengo 10 minutos para abrazarte.

-Quiero jugar más rato, cuídame tu

-¿No te gusta que te cuide tu papi?

-El enfermo

-Esta enfermo- corrigió y me dedicó una mirada para luego volver a la pequeña. -Seguro fue malo y no le dieron un dulce- juega la maldita.

Lleve mi vista a la puerta, tanto que molesta Namjoon ¿y no viene en este momento?

Quería hablar con ella sobre lo pasado y estoy seguro que con el estrés de la noche no haremos más que discutir.

Esta comenzó a jugar con Suni pero al pendiente del reloj.

-Puedo alargar su almuerzo sabe- negó

-El capitán me tiene entre ceja y ceja, así que prefiero no, vendré a verla en mi almuerzo si no le molesta.

-No lo hace, ¿ya comió?- negó

Me puse de pie y salí de la oficina hacia el comedor, pedí los almuerzos en las bandejas y las llevé mi oficina.

-Coma- negó -No tiene veneno.

-Debo irme

-Llamare para que le den un permiso de 10 minutos más.

-No, no pueden relacionarnos, no quiero más problemas este apellido en lugar de ayudarme me perjudica.

-No había escuchado a nadie decir eso sobre el clan de los Jeon.

-Prepotente.

Ignoré su comentario y llame desde mi fijo a Namjoon

-Oye, llama a Min y dile que le encargaste algo a Jeon llegará en 10 minutos- cerré la llamada en cuanto tuve una afirmación.

Esta puso los ojos en blanco antes de comenzar a comer con la pequeña al lado imitando su acción.

Cuando hubo comido se retiró luego de besar y besar el rostro de Suni y nos quedamos a solas nuevamente.

...

-Debemos hablar- asentí, claro que debíamos.

Apenas había cruzado la puerta y ya se encontraba lista.

-Iré a ver la niña en mi descanso- asentí -Lo haré en su oficina, saben que es su hija, si la ven con migo atarán cabos.

-Estamos casados, los cabos llegarán solos.

-No me importa, se hará a mi manera.

-¿Yo que gano con esto?

Río con sorna, -Mantener ese lindo rostro cómo está.- luego cambio su rostro a uno más serio -Lo qué pasó anoche no se va a repetir.

-¿Por?- me revolvía en el sofá con impaciencia mientras esta estaba hablándome desde la encimera de la cocina.

-Debemos criar a una niña, somos un desastre juntos, los problemas que nos traerá el intentar cualquier estupidez la pueden perjudicar a ella, así que cada quien en su lugar.- como si fuera tan fácil con ella paseándose por ahí semidesnuda.

Me froté el cuello con impaciencia, las hormonas las tenía alterada desde el día anterior, el dolor de cabeza apenas se me había ido y ella venía a decirme que no pasará más.

-¿Y si yo no quiero?

-Me largo, nos largamos.

Su mirada era fiera y sus puños estaban a la vista.

-¿Huirás toda la vida?- asistió-Con los años te volviste cobarde.

-No lo intente más, agradezco que me haya dado su apellido para ocultarme de él, y agradezco lo que hace por Suni, pero hasta ahí, lo que sea que hubo en el pasado ahí quedó.- dijo para luego marcharse a su cuarto.





..

Dí Gracias (2ª)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora