Extra

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-Hola Mayor- esta se adentró por la puerta de casa, llevaba su unirme colocado tan pulcramente como de costumbre, su pelo atado y rostro limpio, hace una semana la habían nombrado Mayor y no habíamos tenido el tiempo de celebrarlo.

Así que cuando llegue de mi viaje fui por los niños a la escuela, los llevé con mis padres y preparé una velada para ambos.

Lo más difícil de todo fue hacer quedar a los niños en casa de sus abuelos, no porque no les guste o algo por el estilo, al contrario, sino porque Suni sabe manipularme para sacar provecho de cualquier situación que pueda darle ventaja.

Su hermano que ahora cuenta con 2 años es manejado al antojo de la más grande, así que tuve que prometerles llevarlos a Japón dentro de mes y medio para las vacaciones, solo eso.

Al verme esta se abalanzó sobre mí y me abrazó con añoranza, teníamos 27 días sin vernos. Luego besó mis labios con tal intensidad que hizo que mi cuerpo entero vibrara.

-¿Cuando llegaste?¿donde están los niños?, fui por ellos y me dijeron que tú habías ido, ¡ahh, maldición, que sexy te vez de pelo largo!- volvió a besarme.

Luego se bajo de mi cadera para buscar a los pequeños con la mirada. -Están con mis padres, todo el fin de semana.- dejé un corto beso en su mejilla -Date un baño, ponte linda y ven aquí- palmee su trasero y esta se perdió por el pasillo.

Continué con lo que hacía y cuando todo estuvo listo quite el delantal y fui al cuarto para ver porque tardaba.

Apenas abría la puerta del cuarto cuando esta salía envuelta en una bata de seda blanca, no llevaba nada más que unas tangas blancas debajo, lo se, yo la compré para ella.

Suspiré

-La cena la podemos dejar para después Capitán, ¿porque no jugamos un rato?

-¿A que quiere jugar cabo?- me acerqué tanto a ella que escuchaba su alocado corazón, el mio estaba aún peor.

Desató su bata y la dejó caer al suelo dejándome ver que estaba en lo cierto, solo un pequeño hilo con un minúsculo trocito de seda.

-¿Podemos jugar luego?, me tienes un mes a pura mano, no debiste mandarme esas fotos,- lamí uno de mis dedos y lo froté contra su erecto pezon, luego hice lo mismo con el otro, asintió entre suspiros.

Esta me enviaba cada día una foto de ella, en la tina desnuda, frente al espejo en una posición comprometedora o en la cama, algunas veces solo eran sus labios, otras sus pechos, pero todas y cada una para mi disfrute personal.

Llevé mi mano hasta mi pantalón y lo saqué con rapidez mientras sus manos desprendían los botones de mi camisa, nos besamos hambrientos, como si el otro fuese el oxígeno que necesitamos para respirar.

Llevé mis labios a su cuello e introduje mi mano por dentro de su hilo, estaba tan húmeda y yo tan duro.

-Usa condon- sus jadeos se hacían cada vez más intensos. La llevé hacia atrás haciéndola recostar sobre la cama y me cerní sobre ella. Había dejado sus pastillas por un desorden hormonal que le provocaron.

-No acabaré dentro- miraba sus ojos y está asintió para luego gemir cuando aprisioné su coño en mi mano.

Entré en ella sin necesidad siquiera de hacer aún lado la tela, era tan pequeña de que me  permitió inmediatamente rodearla.

Esta gimió aún más fuerte por la fuerte intromisión y rodeó sus brazos en mi espalda, luego besó el centro de mi pecho donde llevaba su nombre horizontalmente y mordió mi cuello cuando sostuve su trasero para entrar con más rudeza en su interior.

-Jungkook- llamaba, negué -Por favor- lo pedía aún más fuerte -Vamos Capitán, por favor.

Salí de ella y casi gruñó con mi acción, trató de levantarse siendo regresada al colchón inmediatamente por mi, solo que esta vez su rostro tocó la almohada.

Entré una vez más mientras enterraba su cuello sobre el colchón con mi derecha. Esta se corrió al rededor de mi pene con tal intensidad que tuve que salir de ella para luego vestirme sobre su trasero y espalda.

-¿Cenamos?

-Por favor

...

-Suni, Jungso, rápido por favor- llamaba, estábamos con el tiempo encima para ir a aeropuerto y estos discutían por ver quien llevaba al hámster.

Estos hicieron caso omiso a mi llamado y continuaron con su discusión en su cuarto.

-¡¿Estas loca?!- tenia entre mis manos el objeto que su madre me había lanzado con toda la malicia de darme justo en el rostro, se miraba furiosa.

Miré luego el arma que apenas logré atrapar y quedé helado.

Me había lanzado una prueba de embarazo, parpadeé.

Positivo

Me puse de pie y fui hacia ella, habíamos quedado en que sólo tendríamos dos niños, pero mentiría si dijera que la idea de otro bebé no me ilusionaba, estaba feliz.

La abracé importándome poco que esta bufaba entre mis brazos.

-¡Juro que si se parece a ti, te mataré!- reí.

-Ven aquí y besa a tu hombre.

El tercer libro de esta saga se llama La bella y el Tóxico de nuestro sexy y coqueto pollito, disfruten 😈

Miren la imagen, siempre dejo regalitos para ustedes🥵

Decimos adiós a esta historia, muchas gracias por el apoyo. Nos leemos en las demás, las quiero pecadorxs💜

Por cierto, beban agüita 🔥





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Dí Gracias (2ª)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora