-Ya cuando quieras puedes soltarme. Si no es que quieres pasar toda la noche así conmigo. A mí no importaría eh.
Confundida dejé de abrazarle y bajé de la moto. En el mismo sitio de antes, debajo del árbol. Estiré mi falda y coloqué mis botas, luego levanté la vista y otra vez me estaba observando curioso. Fruncí el seño y se encontró con mi mirada.
-Debo admitir, que ese uniforme te sienta bien.
-¿Qué? - pregunté atónita. Su boca se fue curvando, formando una risa algo pícara.
-Hay Gomez, Gomez...que ingenua eres. — carcajeó rosando mi hombro mientras caminaba en sentido contrario a mí. Un pequeño escalofrío.
-¿A qué juegas? — me giré rápidamente.
-¿A qué juego? — giró.
-Eso te he preguntado. — asentí mirándole a los ojos.
-Yo no juego a nada. — avanzó un paso. - ¿Y tú? — elevó una ceja.
-¿Tú crees que yo querría jugar a algo contigo Gomez?
-¿Y tú crees que yo dejaría que jugaras conmigo Bieber?
Justin se quedó observándome nuevamente, con aquel rostro con el que miraba a las plásticas. Un rostro totalmente extraño que no encajaba para nada entre él y yo. Lo observé seriamente y luego, comencé a caminar a paso ligero.
-Vamos por aquí. — dijo tirando de mi brazo una vez más.
-Me va a terminar saliendo un cardenal. — solté su mano y lo miré con furia. Él rió falsamente.
-¿Se puede saber a dónde vamos? — pregunté. Caminábamos sin rumbo y en torno a otra dirección que no era la entrada de la universidad.
-¿No querrás entrar por la entrada no? — me miró. — Nos verían.
-¿Y a donde vamos?
-¿Por qué haces tantas preguntas?
Respiré hondo, resignada y le seguí. Era de noche, aquello estaba muy oscuro y Justin caminaba rápido.
-¡Te quieres esperar!
-¡Quieres caminar más rápido!
-¡Joder Justin!
-¿¡Qué!?
-¡Las clases de piano!
-¿Y eso a que viene ahora? — paró.
-¿Nos la cargaremos? — pregunté asustada.
-No. — sonrió. — Anda, vamos. — Volvió a tirar de mi brazo.
Caminamos por un pasto, que apenas se podía ver. Las plantas me hacían daño en mis piernas desnudas, algunas llegándome a picar.
-¡Ah, mierda! — grité y llevé la mano a mi rodilla.
-¿Qué pasa? — preguntó alarmado acercándose.
-Nada. — lo observé.
Miré mi rodilla y la acaricié. Volví a mirarlo y seguí caminando aguantando el escozor mientras el bufaba algo que no logré escuchar. Caminamos unos cuatro minutos más, hasta encontrarnos una gran valla. Lo miré.
-¿Te ayudo? — preguntó.
-¿Qué? — pregunté alarmada.
-Supongo que necesitarás ayuda para subir. - carcajeó. Miré la valla. Casi dos metros.

ESTÁS LEYENDO
Desafió al corazón (Jelena) [Terminada]
RomanceImpulsivo. Irrespetuoso. Provocativo. Mujeriego. Egocéntrico. Vicioso. A sí me describen. Todo lo que quiero, lo consigo. Todo lo que deseo, lo consigo. Todo lo que me propongo, lo consigo. A sí soy yo. ¿Y por qué no?...