capitulo 52 & 53

1.5K 47 2
                                    

El sol se coló por la ventana. No habían cerrado las cortinas. Un rayo de sol calló de lleno en la cara de él, haciéndole despertar. Enrollado en la sabana observó a su lado. Sonrió como estúpido. Con el cabello alborotado y unos suaves labios rosados se encontraba ella. Respiraba débil, a pesar de que estaba totalmente cubierta por la sabana pudo observar como su pecho a penas se movía. Joder, estaba perdidamente enamorado. Con la yema de sus dedos retiró un pequeño cabello de Selena y lo colocó detrás de su oreja. Ella se movió, pero no abrió los ojos. Otra vez se quedó enganchado en sus labios. Bajó su mano hasta la textura de estos y los dibujó. Selena volvió a moverse y lentamente abrió los ojos. Su primera impresión fue fruncir el ceño. La segunda, cerrar los ojos fuertemente. Y la tercera...
-Prométeme que no vas a consentir que beba nunca más. - dijo apretándose su cabeza con los dedos. Justin rió levemente. Abrió los ojos de nuevo y lo miró.
-Buenos días. - susurró acercándose a él, esta vez siendo ella quien apartaba hacia atrás el cabello de Justin. Dejó caer su peso sobre su codo, estando unos milímetros más arriba que Justin.
-Buenos días princesa.
Ella sonrió y le dio un fugaz beso en los labios. Luego se dejó caer en el pecho de Justin.
-Tu corazón va rápido. - susurró.
-Sí. - rió él.
-¿Por qué?
-Tú. Lo aceleras de 10 a 1.000 en apenas 1 segundo. - Ella levantó su cabeza y le sonrió robándole un beso mojado. Se apartó levemente e hicieron algo que les salió a la vez del corazón. Rozaron sus narices con leves movimientos, con los ojos cerrados mientras sus corazones ganaban la carrera de velocidades. Ella se apartó levemente y volvió a acostarse sobre su pecho, tirando de la sábana blanca que la cubría.
-¿Hoy me explicarás el por qué de tu tatuaje? Anoche me dijiste que te lo recordara. - dijo él con picardía. Selena soltó una leve risita que canceló al segundo con aquel profundo dolor de cabeza.
-No recuerdo mucho que pasó anoche. - Justin tragó amargamente. Selena volvió a mirarle seria. Y luego estalló en una carcajada.
-¿Qué pasa?
-Si hubieras visto tu cara...- carcajeó. - Claro que me acuerdo tonto. - se mordió el labio inferior. Justin sonrió maliciosamente.
-¿Quieres que te explique el por qué este tatuaje?
-Sí.
-Verás...- tragó saliva. - Hubo un momento en mi vida en el que deseaba volar y apartarme de todo lo que me estaba sucediendo. Quería volar lejos y encontrar un lugar donde ser feliz, al menos un día. - se elevó de hombros. - No lo sé, ser feliz. Papá tenía un amigo tatuador y un día fui y a escondidas y él me lo hizo. Y mi idea fue plasmar eso en mí. Dos alas. ¿Quizás con un poquito de magia podían cobrar vida y por fin podía echar a volar a ese lugar no? - soltó una sonrisa algo triste. - Nadie sabe nada. Bueno...-le miró y soltó una leve sonrisa. - Tú.
|| Narra Justin ||
Estaba hablando, y yo, estaba totalmente hipnotizado con su belleza. Ella lo sabía, y se veía que le hacía gracia.
-Justin...-susurró.
-Sí. - asentí. - Entonces, no me equivocaba.
-Supongo. - se elevó de hombros.
-Sí las personas poseyeran polvos mágicos... ¿Me invitarías a volar contigo? - susurré esta vez yo acercándome a sus labios. Ella me miró soñadora, como una niña pequeña, llena de ilusión.
-Claro que si gatito, volaríamos por todas las tierras lejanas, visitaríamos las playas, los desiertos...Canadá. - Justin sonrió al instante. - Y nos sacaríamos fotos en cada uno de esos lugares.
-¿Canadá? - sonreí ampliamente. Ella asintió curvando sus labios.
-Claro.
-¿Y esos polvos donde pueden comprarse? - pregunté con una dulce sonrisa.
-No lo sé. Yo aún sigo esperando por ellos. - dijo con una pizca de desilusión.
-Te prometo que voy a encontrarlos princesa. Te lo prometo.
-Eres muy tierno cuando quieres. - sonrió ella recostándose de nuevo sobre mi pecho.
-Tú también puedes ser muy caliente cuando quieres.
Selena elevó la cabeza y me miró. Yo no había dejado de ser el mismo del primer día de alguna forma y a ella eso le gustaba. Lo notaba. La miré aguantando la risa y ella elevó una ceja.
-Imbécil.
-Gatita, insultándome no ganas nada. Sólo ponerme más cachondo. ¿Te acuerdas aquel día en tu habitación cuando me insultaste mil y una veces? Me pusiste a mil.
-Pues baja la velocidad, no sea que vayas a estamparte.
-Bájamela tú. Bueno...- curvé mis labios observando el techo. Ella me miraba expectante. - No, en todo caso lo que lograrías sería subírmela.
Selena captó enseguida el doble sentido. Me fundió una leve cachetada sin dolor, pero rápidamente deshice su mano y me acerqué a sus labios arrebatándole un largo beso algo más movidito. Selena rió sobre mis labios y mi corazón aumentó de velocidad. Metí la mano por dentro de la sabana sin que ella se percatara y rocé su espalda. Sentí como una alarma se prendía en ella y riendo sobre mi boca, sin separarse ni un centímetro, arrebató mi mano de su espalda. Lentamente, se separó, pasó las yemas de sus dedos por mis labios y me miró a los ojos.
-No te acostumbres. Yo no seré como las otras que tenías disponibles las 24h.
-Lo sé. - asentí. Simplemente porque tú no eres ni otra, ni como las otras.
Un resplandor salió de sus ojos y no me contuve las ganas de besarla. Después de unos besos ella se dejo caer a mi lado y se enrolló en la sabana. Yo la observaba curioso con una pequeña sonrisa.
-¿Qué haces? - reí.
-Nada. - dijo ella riendo esta vez poniéndose de pie.
-¿A dónde vas? - carcajeé.
-Arriba. - se elevó de hombros. - Necesito una ducha. - dijo curvando sus labios dejando una expresión graciosa en su rostro. Yo estallé en una carcajada.
-Ahora vuelvo.
-¿Quieres que te ayude? - ella me miró con una ceja elevada.
No me contestó. Lo dejó en el aire. Se giró y subió las escaleras, llegando al baño, para luego, tirarme la sabana en la cabeza. Lo último que escuché fue la presión del agua, cayendo sobre su cuerpo.
Desafío al corazón. Capítulo {53}

Desafió al corazón (Jelena) [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora