capitulo 77 & 78

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Lunes. Por la mañana. 8:45. Me revuelvo en la cama. El sonido de mis hermanos peleando por algún juguete me despierta. Me pongo la almohada en la cabeza. Me giro por completo quedando boca arriba. Me quito la sábana de encima, me molesta hasta su fino tacto. Abro los ojos poco a poco y me quedo observando el techo. Luego vuelvo a cerrarlos. Bostezo. Otra vez. Luego tocan dos veces en mi puerta.

-Adelante. – digo con voz dormida. Luego entra mi madre con su hermosa sonrisa y mira mi habitación.
-Tranquila, la recogeré. – Ella suelta una pequeña risa aunque en realidad pensará "vaya hijo más desordenado tengo".
-Me voy a trabajar. ¿Hoy no sales? – me pregunta con el entrecejo fruncido. He estado saliendo el último mes en busca de un trabajo todos los días. Pero...
-No, hoy me quedo aquí.
-Está bien. Dile a Selena que si quiere puede llevarse a los niños al parque. – el sonido de su nombre desde los labios de mi madre me hace sentir tremendamente gilipollas. No le he contado nada.
-Si claro. – asiento.
-Michelle ¿no va a salir hoy? - me pregunta. Ella está igual de cansada de ella que yo aunque no lo reconozca.
-No lo sé, pregúntale a ella. La verdad que no me interesa.
-Eres un poco borde con ella. Debes tratarla mejor Justin.
-Ya mamá pero es imposible. – me pongo en pie y estiro mis brazos. Un crujido proveniente de mi espalda me anuncia que estoy volviéndome un anciano. Mamá ríe y entrecierra la puerta, no sin antes decirme un...
-Hasta después cariño.
Me meto en mi cuarto de baño y dejo caer al suelo los bóxers. Aún algo adormilado, me meto en la ducha. Dejo caer el agua sobre mí con fuerza. Hoy se presenta un día...no sabría describirlo. ¿Inquietante? Se me escapa de mi boca las notas de una de esas canciones que no se te va de la cabeza. Pero esa puta canción ha jugado sucio conmigo. Su letra se está burlando de mí. "Y fue tan fuerte, volver a quererte, volver a creer en los dos. Bastó mirarte, volver a amarte. Para perderte de nuevo, amor". Al diablo con la cancioncita. Echo un poco de champú en mi cabello y algunas burbujas bailarinas saltan desde arriba. Escucho un ruido, pero no lo tomo en cuenta. Después de lavarme el cuerpo y aclararme la cabeza dedico unos minutos de agua para mí solo. Simplemente cayendo en mi cabeza y en mi cuerpo y relajándome. Quizás y con suerte el agua logre aclarar todas mis dudas y pensamientos. Otro ruido aún más fuerte y una risa. Decido salir del baño. Me seco el cuerpo y luego me enredo la toalla en la cintura. Agito unas cuantas veces mi cabeza y miles de gotitas salen volando en todas las direcciones. Libres por fin. Salgo del baño y vuelvo a escuchar esa risa, pero un poquito más cerca. Y tan cerca.
-¡No! ¡Jazzy! ¡Espera! – grita riendo su inconfundible voz.
Trago saliva. De repente puedo observar a mi hermana tirando de Selena de la mano hacia mi habitación. Y por fin entran. Me mira. La miro.
-¡Hermanito mira, esta es Selena!
Pero yo no soy capaz de quitar la mirada de ella. Tiene las mejillas rozadas. Y está preciosa. Encontrarte con tu novio con el cual no estás en la mejor situación, acabado de salir de la ducha por culpa de su hermana, no debe de ser una situación bastante cómoda. Aunque a mí me resulta bastante divertido. Agito mi cabeza de nuevo y me acerco hasta ella. Me mira expectante. Está enfadada y se muerde el labio inferior un segundo. Por no gritarme delante de Jazzy. Veo en sus ojos que desea matarme. Y eso me parece malditamente sexy.
-Encantando. Soy Justin Drew. – le tiendo mi mano mientras sonrío de lado. Ella me mira y eleva una ceja. Yo sonrío un poco más. Jazzy la mira atenta.
-Yo soy Selena Marie. – acepta mi mano y la aprieta con fuerza. Con mucha fuerza. Como si quisiera desgarrarme hasta el alma. Pero no lo consigue.
-Lindo nombre.
-Muy bien. – dice curvando sus labios. Jazzy frunce el ceño.
-Oh vaya. Eres una empleada un poco maleducada. – esta vez es ella quien eleva una ceja y me mira no tan inocente.
-Tráteme con respeto. Usted y yo no nos conocemos.
Y dicho esto se dio la vuelta y salió de mi habitación. Vaya tío, extrañaba esta parte de chica mala, he de aceptarlo.
-Me encanta mi nueva niñera. – dijo Jazzy entre risas.
-Y a mi peque, y a mí. – dije sin pensarlo entre risas. Ella elevó una ceja y yo sentí miedo. – A mí también me encanta tu nuevo peinado. – me mordí el labio por no reír.
-Mentiroso. A ti también te gusta Selena.
-Bueno, un poquito. Pero no se lo digas ¿vale? Es nuestro secreto. – reí y ella asintió entre risas. La amaba.
-Vete con ella, yo voy a vestirme.
-Está bien Justy.
Con su pequeño balance de caderas salió de mi habitación y llamó a Selena para que la rescatara de las escaleras. Yo niego riendo sin borrar la sonrisa de mis labios. No sé que me acaba de pasar. Pero mis pilas se acaban de recargar hasta los topes. Dejo caer la toalla al suelo y me visto. La verdad que esto es un poco raro. Es como si hubiese acabado de conocerla y estuviera arreglándome para impresionarla, como los primeros días. Después de poner un poco de gomina marcando mi cabello en punta, me lavo las manos y salgo de mi habitación. Allá vamos. Lo conseguí una vez. ¿Por qué no voy a poder dos?
Entro en la cocina y ella se gira, me mira y vuelve la mirada hacia Jaxon.
-¿Quieres más cariño? – le pregunta.
Él la mira y niega entregándole el vaso con agua. Deja el vaso en el fregadero y lo coge en brazos. Luego sale de la cocina rozándome el brazo con fuerza. Yo sonrío. Una sonrisa que ella no puede ver. Abro la despensa y cojo un paquete de galletas. Luego me acerco al salón. Están viendo los dibujos mientras Selena le hace una trenza a Jazzy. Me mira de reojo y vuelve la mirada hasta su cabello. Concentrada. O intentando que yo me lo crea. Me tiro en el sillón, justo al lado de ella. Jazzy me mira y sonríe. Selena sigue haciéndole la trenza.
-Listo cariño, ya está. – dice con una sonrisa mientras la abraza por la espalda. Nunca lo habría pensado. Tampoco os habría dicho nunca esto. Pero como me gustaría ser mi hermana en estos momentos.
-Gracias Selena. – le sonríe y le da un beso en la mejilla. – Y me repito. Cuando me gustaría ser mi hermana en estos momentos...
-Oye Selena, ¿Y qué edad tienes? – le pregunto. Ella me mira y coge aire.
-Diecisiete.
-Vaya. ¿No me vas a preguntar a mí?
-No me interesa. – dice sonriendo falsamente. Yo suelto una carcajada mientras la miro fijamente. Ella eleva su delgada ceja y curva sus labios.
-¿No cree que se está tomando demasiadas confianzas conmigo? – me pregunta.
-No por supuesto. – contesto intentando parecer serio. – He depositado mucha más confianza en usted otras veces.
-Eres lo peor. – me dice levantándose del sillón. Jazzy me mira y niega con la cabeza.
-Hermanito...no sabes cómo tratar a las mujeres. – y finalmente, pone sus brazos en jarras. Yo carcajeo muy fuerte. Hace tiempo que no lo hacía así. Y me gusta. Me gusta demasiado.
Me levanto del sillón tras comerme la última galleta y entro en la cocina. Está fregando.
-No debes hacer eso. – le digo mientras me subo encima de la encimera, justo a su lado. Ella me mira y vuelve la mirada a los platos.
-Lo sé. Si lo hago es porque quiero.
-¿Por qué me tratas así?
-¿Y cómo quieres que te trate? – me pregunta esta vez mirándome a los ojos. Y me entran unas infinitas ganas de besarla.
-No lo sé. No sé por qué me tratas así. – me encojo de hombros. Ella eleva una ceja y deja el último plato en su sitio. Se seca las manos y me mira. Está a punto de decirme algo, cuando de repente Michelle entra en la cocina. Selena se gira y la mira. Michelle hace lo mismo.

Desafió al corazón (Jelena) [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora